La Dra. Mae-Wan Ho en la Asamblea por la Salud de los Pueblos declaró que los Organismos Genéticamente Modificados son perjudiciales para la salud y van en contra de la esencia de la nueva ciencia genética Un OGM u organismo genéticamente modificado es aquel cuyo material genético natural ha sido modificado con material genético sintético […]
La Dra. Mae-Wan Ho en la Asamblea por la Salud de los Pueblos declaró que los Organismos Genéticamente Modificados son perjudiciales para la salud y van en contra de la esencia de la nueva ciencia genética
Un OGM u organismo genéticamente modificado es aquel cuyo material genético natural ha sido modificado con material genético sintético dentro de él. Esta es la manera en cómo se obtienen cultivos transgénicos para la alimentación de seres humanos y animales, para fibras y para un sinnúmero de medicamentos y productos industriales en su última presentación, si es que nosotros no hacemos algo para detenerlos.
Quizás alguno de ustedes haya escuchado el mantra de algunos científicos de que los alimentos transgénicos son sanos porque la tecnología es bien precisa y maravillosa y la regulación es la más estricta del mundo; tal vez han escuchado de que los OGM son buenos para biodiversidad, aumentan la producción, reducen el uso de pesticidas, etc. Todas las afirmaciones son falsas gracias a investigaciones realizadas por el Departamento de Agricultura de EEUU y por científicos independientes.
La Organización Mundial de la Salud recientemente publicó un informe, Biotecnología Moderna de Alimentos, Salud Humana y Desarrollo: evidencia de un estudio de caso (23 de Junio de 2005) el cual afirma que a pesar de todos los riesgos potenciales relacionados con el uso de OGMs, los cultivos transgénicos producidos en la actualidad probablemente no presenten riesgos a la salud.
Sin embargo, han surgido una serie de incidentes indicando que los alimentos transgénicos están muy lejos de ser seguros. Existen estudios realizados por compañías biotecnológicas que producen cultivos GM, que han permanecido en secreto como información comercial confidencial.
- Anormalidades en riñones y sangre de ratas alimentadas con el maíz transgénico de Monsanto (dossier secreto de Monsanto)
- Los pobladores del sur de Filipinas sufrieron misteriosamente dolencias cuando otro maíz GM se mezcló en la harina en una campo adyacente durante dos años. Se encontraron anticuerpos contra la proteína Bt insertada en el maíz transgénico.
- Una docena de vacas murieron luego de haber ingerido un maíz transgénico desarrollado por Syngenta, y otras de ese mismo ganado tuvieron que ser sacrificadas debido a enfermedades misteriosas. No se hicieron autopsias y por eso Greenpeace y varios campesinos protestaron frente al Instituto Robert Koch.
- El famoso científico Arpad Pusztai y sus colegas en Escocia encontraron que ratas jóvenes alimentadas con papas transgénicas terminaron con lesiones en cada órgano de su sistema; lo más dramático fue el aumento en el grosor del estómago dos veces más que en las pruebas de control. Científicos en Egipto encontraron efectos similares en ratones alimentados con papas GM con otro gen.
- La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU tenía datos tomados a principios de los 90s sobre el desarrollo de pequeños agujeros en el estómago de ratas alimentadas con tomates transgénicos.
Para acortar esta larga historia, especies diferentes de alimentos y cultivos transgénicos afectaron adversamente a varias especies de animales. No se necesita ser un genio científico para ver que debe haber algo en el proceso de ingeniería genética que es peligroso.
¿Entonces qué está mal con los OGMs?
Primero, nuevos genes y combinaciones de genes producidos en el laboratorio, los cuales nunca existieron en billones de años de evolución, han sido introducidos en nuestra cadena alimenticia. Alergias y otras intoxicaciones han sido ya registradas. En efecto, 22 de 33 proteínas incorporadas a los cultivos GM eran similares a alergenos por lo que se podría sospechar la aparición de alergias.
El material genético sintético es introducido en las células de los organismos con métodos invasivos que son incontrolables, variables e impredecibles, y lejos de ser precisos. Éste termina dañando el material genético natural del organismo con efectos impredecibles incluyendo anormalidades espantosas y cambios metabólicos que podrían ser tóxicos y que no se pueden ver.
La mayoría de genes sintéticos son copias de los procedentes de bacterias y virus que causan enfermedades. También tienen marcadores de genes resistentes a antibióticos que ayudan a marcar el movimiento de las inserciones de genes extraños y seleccionan las células precisas a donde deben insertarse los genes.
Justo en sus inicios a mediados de la década de los 70s, los genetistas ya estaban preocupados por la liberación de material genético sintético pues había el riesgo de crear nuevos virus y bacterias causantes de enfermedades, y por diseminar la resistencia a los antibióticos haciendo intratables a las infecciones. Como resultado de la Declaración de Asilomar, se impuso una moratoria. Desafortunadamente, la moratoria duró poco a medida que los genetistas estaban apurados por la explotación comercial de la ingeniería genética.
Los peligros surgen cuando el material genético persiste incluso después de la muerte de las células o del organismo, y puede ser tomado por una bacteria o virus que se encuentran por doquier en el medio ambiente. Este proceso – llamada transferencia horizontal de genes y recombinación – es la principal ruta para crear patógenos peligrosos.
La ingeniería genética no representaría un peligro si no fuera por la transferencia horizontal de genes y la recombinación, y ya han aparecido sorpresas devastadoras.
Investigadores en Australia transformaron «accidentalmente» un viruspox inocuo de ratón en un patógeno letal que mató a todos los ratones, incluso a aquellos que supuestamente eran resistentes al virus. Los titulares del editorial del New Scientist decían: «La genética está fuera, la biotecnología ha creado una terrible sorpresa. La próxima vez podría ser catastrófico.»
El artículo continuaba sugiriendo en el mismo sentido: «Desastre en proceso. Un virus de ratón genéticamente modificado nos deja a un paso de tener la última arma biológica.»
Los investigadores insertaron un gen para un molécula marcadora de inmunidad al virus, la cual ellos pensaron podría disparar la producción de anticuerpos; al contrario, suprimió la respuesta inmunológica. Los investigadores habían insertado previamente el mismo gen en un virus para vacunas y encontraron que retardaba la salida del virus en los animales, de manera que podía tener los mismos efectos inmunológicos sorpresivos para todos los virus. Imagínense qué pasaría si este gen entrar en un virus pox pequeño!
Lo más sorprendente fue que científicos de la Universidad de California en Berkeley encontraron que al romper un conjunto de genes causantes de enfermedades en Mycobacterium tuberculosis, la bacteria de la tuberculosis resultó en un mutante hipervirulento que mató a todos los ratones en 41 semanas, mientras que todos los ratones de control expuestos a la bacteria no modificada sobrevivieron.
Pero existe otro riesgo mayor. Los genes sintéticos creados para la modificación genética están diseñados para cruzar la barrera de especies y saltar dentro del material genético natural de las células. Dichas construcciones que saltan dentro del material genético de células humanas pueden generar cáncer. Esto no es una posibilidad teórica. Ya ha sucedido en la terapia genética, que es la modificación genética de las células humanas.
En el 2000, los investigadores del Hospital Neckar en Paris, Francia trataron a infantes con Deficiencia Inmunológica Combinada Severa aparentemente con éxito al aislar las células madre de los pacientes aplicando terapia genética y luego inyectando las células modificadas en los pacientes. Pero desde el 2002, tres infantes han desarrollado leucemia. Un niño murió. Los genes sintéticos ajenos fueron insertados cerca de un gen humano que controla la división celular, sobre-esforzándolo lo que provocó una multiplicación incontrolable de glóbulos blancos.
En este documento he nombrado superficialmente algunos de los problemas y peligros de la modificación genética. Y ya podrán ver ustedes que existe una campaña masiva de desinformación y mal información por parte de los defensores de los OGM.
El mayor peligro, yo creo, es el enfoque de los genetistas. La ingeniería genética de plantas y animales comenzó a mediados de los 70s bajo la ilusión de que el material genético es constante y estático y de que las características de los organismos son definidas por sus genes, es decir, un gen determina una característica. Pero los genetistas pronto descubrieron para su sorpresa que el material genético es dinámico y fluido, en el cual la expresión y estructura de los genes están cambiando constantemente bajo la influencia del entorno. Ahora han acuñado el término «genoma fluido» para abarcar este gran cambio paradigmático. El genoma es la totalidad de todo el material genético en un organismo.
Los procesos responsables del genoma fluido son precisamente orquestados por el organismo como una danza de vida necesaria para la supervivencia. En contraste, la ingeniería genética en el laboratorio es cruda, imprecisa e invasiva. Los genes insertados dentro del genoma pueden aterrizar en cualquier lado de cualquier forma y tienden a ser inestables, básicamente porque estos genes no conocen el lenguaje de la danza. Los ingenieros genéticos no han aprendido a bailar con la vida.
Por eso es que docenas de científicos prominentes de siete países se han lanzado como el Panel de Ciencia Independiente para contrarrestar la campaña de desinformación orquestada por científicos pro-transgénicos que promocionan la agenda corporativa. Nosotros tenemos la determinación de reclamar a la ciencia que trabaje por el bienestar colectivo. Nosotros hemos recolectado toda la información en contra de los cultivos GM como también la evidencia sobre el éxito y los beneficios de todas las formas de agricultura no transgénica sustentable. Basándonos en la evidencia, hacemos un llamado a la prohibición de los cultivos transgénicos en el medio ambiente y al apoyo integral de la agricultura sustentable. Espero que la Asamblea apoye esta propuesta.
La OMS apoya a los alimentos transgénicos en su nuevo reporte
El informe recientemente publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado «Biotecnología de Alimentos Moderna, Salud Humana y Desarrollo: Un estudio basado en evidencias» constituye una aceptación a los alimentos transgénicos afirmando ya que «pueden contribuir directamente a mejorar la salud humana». En sus argumentos, la OMS repite su retórica de cómo los OGMs aumentarán la productividad agrícola, mejorarán los valores nutricionales, elevarán los ingresos, la sustentabilidad de los campos y la seguridad alimentaria. El reporte no detalla cómo se logrará todo esto, a través de qué cultivos o ensayos, ni tampoco se menciona la dicotomía entre estas proyecciones extensivas y la disponibilidad restringida de cultivos transgénicos. Las aseveraciones son simplemente hechas sin ningún análisis. En la página 80 se destina menos de 3 páginas al capítulo sobre el rol de la biotecnología moderna para lograr la seguridad alimentaria.
Con gran preocupación sobre la adhesión hacia los altamente controversiales alimentos GM por parte de este ente de salud de las NNUU, el Dr. Suman Sahai de Gene Campaign y el Sr. Bejon Misra del Consejo de Coordinación de los Consumidores dijo que era increíble que el reporte de la OMS no discuta las inquietudes de las organizaciones de la sociedad civil, científicos y consumidores alrededor de todo el mundo, sobre la seguridad de los alimentos GM. En ninguna parte del reporte hay una discusión sobre los datos obtenidos de los estudios científicos conducidos hasta ahora sobre alimentos transgénicos los cuales han demostrado repetidamente afecciones serias a la salud de ratas y otros animales experimentales que fueron alimentados con comida transgénica, por ejemplo, maíz y papas. El daño reportado fue fatal en muchos casos y los animales en experimentación presentaron lesiones graves en órganos como los riñones, hígado y sangre, en conjunto con un colapso del sistema inmunológico.
El Dr. Suman Sahai y el Sr. Bejon Misra señalaron que la India y otros países tienen que rechazar el estudio de la OMS y sumar esfuerzos para resistir la campaña global a favor de los cultivos y alimentos transgénicos liderada por Estados Unidos. Al contrario, los países deben evaluar los numerosos datos científicos disponibles sobre los peligros de los alimentos transgénicos y formular sus propias políticas para asegurar el bienestar de sus campesinos y consumidores.
Ellos presionan al gobierno de la India a parar la importación de los alimentos GM y exigen el etiquetado en el resto de alimentos que son importados, especialmente, de Estados Unidos. Además la liberación de cultivos transgénicos debe ser detenida hasta que se cuente con datos claros de seguridad, generados independientemente, y que estén sujetos a un análisis de riesgo público. Los cultivos GM a la cola en India, tales como col, coliflor, brinjal, papa, tomate y arroz deben ser paralizados hasta que se cuente con un mejor entendimiento de los impactos a la salud de los alimentos transgénicos.
Estudios famosos como aquellos realizados por el Dr. Arpad Pusztai del Instituto Rowett de Edimburgo, sobre las lesiones y el colapso inmunológico causado por las papas transgénicas en ratas, los estudios conducidos en la Universidad de Cornell sobre la mortalidad de las mariposas monarcas alimentadas con polen de maíz transgénico, las lesiones estomacales y la mortalidad de las ratas que fueron alimentadas con tomates Flavr Savr genéticamente modificados, los numerosos reportes sobre lesiones en el estómago de ratas, partos fallidos en las vacas, crecimiento celular excesivo y daño al sistema inmunológico de los animales no son mencionados en el reporte de la OMS. Ni tampoco hay una mención del famoso caso Denko Showa, donde 37 personas murieron y miles fueron lesionadas al ingerir suplementos alimenticios de triptófano genéticamente modificado. La revelación accidental el mes pasado del estudio de Monsanto que demostraba un daño extensivo de órganos en las ratas alimentadas con su propio maíz Bt recalca una vez más que existe una serie de amenazas a la salud asociadas con alimentos transgénicos pero parece que la OMS no está preocupada con el peso de la evidencia científica en contra de los alimentos GM.
El nuevo reporte de la OMS está en la misma línea que la tendencia visible de organizaciones internacionales en EEUU están esforzándose para conseguir la aceptación de la tan controversial tecnología transgénica. Primero el sistema CGIAR (Grupo consultivo sobre investigación agrícola internacional) comenzó a promover los cultivos GM como la solución para mejorar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. ¡Esto fue secundado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, la cual en su reporte anual del 2004 expuso que muchas de las respuestas a la seguridad alimentaria global pueden resolverse con los cultivos GM, y actualmente, el reporte de la OMS declara que los OGMs aumentarán la productividad agrícola, mejorarán los valores nutricionales y elevarán los ingresos, la sustentabilidad de los campos y la seguridad alimentaria!
Gene Campaign y el Consejo de Coordinación de Consumidores afirmaron que es irresponsable y vergonzoso que la principal agencia mundial por la salud haya decidido someterse a la industria biotecnológica y promueva alimentos inseguros. A pesar de la clara evidencia de que existen cambios en el valor nutricional y en las propiedades biológicas e inmunológicas de los alimentos transgénicos tales como maíz, papas y tomates, la OMS ha escogido simplemente ignorar estos datos y adherirse a los alimentos transgénicos.
* Fuente: Dr. Suman Sahai, Mr. Bejon Misra
Este reporte sobre la OMS está disponible en:
http://www.who.int/foodsafety/publications/biotech/biotech_en.pdf