Fue jugador del Barça y del Ajax. Pero además, desde hace años, no es cosa de ahora, apoya todas las causas que tienen que ver con la justicia, la indignación, la rebeldía y la aspiración a una sociedad más justa, menos desigual, sin desahucios criminales y sin explotadores y reventados (y sobre todo reventadas). Esta […]
Fue jugador del Barça y del Ajax. Pero además, desde hace años, no es cosa de ahora, apoya todas las causas que tienen que ver con la justicia, la indignación, la rebeldía y la aspiración a una sociedad más justa, menos desigual, sin desahucios criminales y sin explotadores y reventados (y sobre todo reventadas).
Esta semana, Oleguer Presas, ha «visitado» a los siete trabajadores de Telefónica que están en huelga de hambre por el injusto e inadmisible despido del trabajador Marcos Andrés Armenteros (¡por baja médica justificada, habiendo ganado el juicio por despido improcedente!) en la sede del comité de empresa de Barcelona, en el Paralelo, en la calle Marqués del Campo Sagrado, 22, primera planta.
Lo expresó con toda claridad: estoy aquí para apoyaros. Contad conmigo para lo que os pueda ser útil. Muchos otros trabajadores/as y ciudadanos también lo han hecho y se han manifestado en términos similares. ¡Para lo que queráis, estamos con vosotros!
Guardiola, don Josep-Nike, Messi, Iniesta, Valdés, Pujol, Piqué, Xavi, Busquets, Pedrito, Tello, Alexis, Villa (que apoyó la huelga de los mineros), Adriano, Jordi Alba, no han ido hasta el momento. ¿Irán en los próximos días?
¿Y Mas, el Mesías-Moisés soberbio, ha ido a la sede de los trabajadores catalanes a mostrar su apoyo y solidaridad? En la Catalunya que abona y promete, un país en el que, así lo ha declarado, aumentará incluso la esperanza de vida, ¿será norma laboral ese tipo de despidos, ese tipo de injusticias, esa persecución sindical diseñada y planificada con todo lujo de detalles? Por lo que sabemos de las actuaciones de su colega Duran i Lleida (uno de los diputados que, actuando al dictado de la patronal, empeoró la contrarreforma laboral del PP de febrero de 2012), en la Catalunya que prometen las leyes laborales visitarán los mismos escenarios de dureza antiobrera. Ni un paso atrás, pasos adelante más bien… en la dirección antipopular obviamente.
¿Y la señora Camacho, la lidereza catalana del PP? ¿No tiene nada qué decir sobre el tema? ¿O es que su formación es muy amiga del PP y del señor César Alierta? Silencio… se rueda un spot publicitario.
¿Y Oriol Jonqueras? ¿No habíamos quedado en que ERC era una organización de izquierdas? ¿Lo habíamos entendido mal? ¿Tampoco su supuesto republicanismo catalanista les permite codearse con currantes de aquí y de allá, todos juntos, unidos y mezclados? ¿Ni siquiera Joan Tardà va a tener un gesto?
¿Y Ciutadans? ¿Pasamos página? Ellos están por otras cosas, las luchas de los trabajadoras, aunque sean formuladas en bilingüe, no están por ahora en su agenda. La lengua, lo suyo es la lengua. Lo otro es política.
¿Y López Tena, el que habló de Azaña y los bombardeos cada medio siglo a Barcelona sin que el rostro enrojecería para siempre? ¿No entran estos conflictos en su agenda independentista insolidaria y antiespañola? Marcos Andrés Armenteros, con ese nombre, ¿también es un español a lo Queipo del Llano?
¿Y K. Faura, el director general de Telefónica en Catalunya? El molt honorable senyor Faura duerme tranquilo. Los ejecutivos que cobran cinco o seis millones de euros anuales están hechos de esta pasta. Rechaza -lo la señalado explícitamente- reunirse con el comité. No quiere ensuciar sus manos ni su agenda. A los trabajadores críticos, ni agua. ¡Qué les den por saco en sus sacos de dormir! ¿Este Faura no se merecería una cacelorada estratosférica y masiva a las puertas de su domicilio particular? ¡Que tiemblen sus paredes acolchadas durante 15 minutos! ¿Nos ponemos en ello?
Pero Marcos, como apuntan los trabajadores en lucha de Telefónica, somos todos. Y todas y todos debemos a contribuir a que la lucha iniciada -hablamos de una huelga de hambre; están, en el momento en que escribo, en el sexto día- tenga éxito. Los empresarios, es su plan de cada día, quieren llevar la situación al abismo. Nos quieren llevar a todos (ellos no excluidos) al abismo. Nada o casi nada les importa. Están cegados por el color del dinero. Nosotros debemos conseguir que sí les importe, que no puedan actuar con irresponsabilidad, alevosía y como si fueran colegas desalmados de El padrino I, II y III.
El día 14, el día de a huelga general, los compañeros de Telefónica nos convocan a todos y todas a las 11, a las puertas de la sede del comité de empresa en el Paralelo (cerca de la parada del mismo nombre de la línea 2, ¡la violeta!). Allí debemos estar. ¡Extendamos la cita! Es el programa y la praxis de nuestra hora.
PS: Uno de los trabajadores en huelga de hambre, Josep Bel, uno de los sindicalistas más crítico, honesto y rebelde que ha generado la cultura obrera resistente en estos últimos 25 años, estudió bachillerato y COU en un instituto público de Santa Coloma de Gramenet, una ciudad obrera pegada a Barcelona.
La pregunta se impone: ¿qué les enseñan a nuestros jóvenes en estos centros educativos? La respuesta es obvia: a ser ciudadanos críticos e informados, a amar la cultura solidaria y la justicia. ¿No se trataba de eso?
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