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Panamá: La ciudad bajo el libre mercado

Fuentes: Alai-amlatina

La ciudad de Panamá experimenta, en la actualidad, una transformación urbana profunda generada por una política gubernamental dirigida a alimentar una espiral especulativa, concentradora del ingreso y promotora del desorden en todas las esferas. Las estadísticas oficiales señalan que en 2007, en la ciudad de Panamá, se aprobaron permisos de construcción por un total que […]

La ciudad de Panamá experimenta, en la actualidad, una transformación urbana profunda generada por una política gubernamental dirigida a alimentar una espiral especulativa, concentradora del ingreso y promotora del desorden en todas las esferas. Las estadísticas oficiales señalan que en 2007, en la ciudad de Panamá, se aprobaron permisos de construcción por un total que supera los US$ 2 mil millones.

En su libro La ciudad bajo el libre mercado, los sociólogos norteamericanos Alejandro Portes y Bryan Roberts plantean los peligros que conlleva un crecimiento urbano basado en la especulación. La falta de un plan de desarrollo para la ciudad a orillas del Canal de Panamá está creando problemas cada día más difíciles de controlar por la gente que sobreviven en la urbe. Hay que aclarar que el desorden y la especulación son el producto de políticas bien articuladas aplicadas por los últimos gobiernos de turno en Panamá. Además, estas iniciativas gubernamentales reciben apoyo político y económico de las agencias financieras internacionales que responden al «consenso de Washington».

Portes y Roberts analizan la estrecha relación que existe entre el desorden en las políticas urbanas con la pobreza, la desigualdad, la criminalidad y la informalidad en el empleo. Habría que agregar el impacto de la política gubernamental que ha creado un caos en servicios públicos como el transporte, el agua y el aseo. Las políticas especulativas contribuyen a la creciente contaminación del aire, de las quebradas y de la bahía. Además, los efectos nocivos de las políticas del gobierno sobre la calidad de los servicios de salud, educación y seguridad social.

Habría que agregar los problemas estéticos y la corrupción que está generando la especulación urbana en la ciudad de Panamá. A diferencia de EEUU y algunos países de América Latina, donde la burbuja inmobiliaria ya reventó, en Panamá probablemente no estalle hasta que concluya la inversión multimillonaria en la ampliación del Canal de Panamá (calculada en más de $5,250 millones durante los próximos 5 años). Según Portes y Roberts, «en todas las ciudades (de los países de la región donde se aplican políticas neoliberales) la situación del empleo desmejoró notablemente y se incrementaron el trabajo informal y el desempleo». Además, los sociólogos norteamericanos agregan que «en todas ellas, aumentó el porcentaje de población bajo la línea de pobreza, mientras que los indicadores de desigualdad se deterioraron».

El estudio también destacó la relación entre el desorden en el crecimiento urbano y el incremento de los niveles de criminalidad. «La fragmentación social se agudizó y el delito también creció como expresión de la polarización social». En algunas ciudades del continente, las autoridades manipularon las frustraciones ciudadanas y muchas «acciones delictivas sin contenido político fueron calificadas por el Estado como «actos terroristas».

En el caso de Buenos Aires, ejemplo más extremo de la región, «durante la etapa neoliberal se adoptaron medidas de apertura externa y desregulación económica, deteriorando el mercado de trabajo. La evidencia empírica confirma el incremento del desempleo, la pobreza y la desigualdad social, así como su relación con el crecimiento de la violencia urbana».

Hay que rescatar a la ciudad de Panamá del desorden y promover un crecimiento económico que no implique la pérdida de empleos formales, la fragmentación social y el incremento del delito, así como una creciente polarización social.

– Marco A. Gandásegui, hijo (Profesor de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA)