Este miércoles se recordaron en Las Palmas las multitudinarias manifestaciones en las que, hace cinco años, el pueblo canario tomó las calles de sus ciudades para decir NO a la guerra que entonces amenazaba a Irak. La Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad celebró un acto en el Club Prensa de la capital […]
Este miércoles se recordaron en Las Palmas las multitudinarias manifestaciones en las que, hace cinco años, el pueblo canario tomó las calles de sus ciudades para decir NO a la guerra que entonces amenazaba a Irak. La Coordinadora Canaria por la Paz y la Solidaridad celebró un acto en el Club Prensa de la capital grancanaria para conmemorar la fecha del 15 de febrero de 2003, día en el que, según Antonio Sardá, representante de Intersindical Canaria y miembro de la Coordinadora, «cientos de miles de canarios y canarias se unieron a los más de treinta millones de personas que en sesenta países hicieron oír un grito de dignidad guardado, aunque latente, en el sentir de los pueblos».
Sardá hizo hincapié en que la agresividad que el capitalismo, norteamericano y europeo, demostró con la invasión de Irak también tiene otros rostros, quizás no tan sangrientos, pero igualmente castradores para la vida de la gente. «Así -dijo-, mientras la precariedad laboral y la privatización creciente de servicios públicos en Europa han ido corriendo en paralelo al desarrollo de la ocupación iraquí, los países del llamado tercer mundo han estado sometidos a la moderna esclavitud de la deuda externa y al viejo ejercicio del expolio de sus recursos naturales».
En un segundo momento y como portavoz de ATTAC Canarias, Samuel Streiger expuso el mérito que habían tenido los treinta millones de personas que en el año 2003 pidieron que se parara la guerra de Irak. «Ellos y ellas – dijo- sí hubieran merecido el Nobel de la Paz, pero no se lo concedieron».
Por su parte, Juan Rafael Lorenzo, secretario político del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) y miembro también de la Coordinadora, centró su intervención en hacer un repaso a la historia de los poderes que representaron y representan la política belicista que sigue encarnándose hoy sobre el pueblo iraquí. «Los gobiernos que decidieron invadir Irak ponen siglas y caras actuales a los mismos poderes que hace 500 años fueron los responsables de la colonización de Canarias, de América; los culpables del exterminio de civilizaciones enteras, de la esclavitud de millones de hombres y mujeres de África y, posteriormente, de la guerra del Opio en China o del aplastamiento de la II República española. Ellos son los voceros de los poderes que desencadenaron las dos Guerras Mundiales, la Guerra de Indochina, la de Vietnam, y más cerca de nuestros días, el genocidio de Palestina, la venta Sáhara Occidental a Mauritania y Marruecos, la guerra de Yugoslavia y la de Afganistán. Con ese currículum pretenden hacer creer que lo que quieren es democratizar el mundo, cuando lo único que buscan es multiplicar las arcas del capital, explotando continentes, personas y poniendo en peligro la vida del planeta si es necesario».
A modo de conclusión, Lorenzo relacionó el NO masivo a la guerra de Irak con el NO que el pueblo canario votó mayoritariamente en el referéndum de la OTAN de 1986. «Hoy -afirmó-, ambos pronunciamientos ratifican que la voluntad de este pueblo es la de convertirse en una plataforma de paz, en un espacio que sea referente para la convivencia pacífica entre países. Para ello este pueblo exige, año tras año, la salida del Estado Español de la Alianza Atlántica y la consecución para Canarias de un Estatuto de Neutralidad que dé rango jurídico internacional a ese clamor popular»
Antes de las intervenciones del público, Koldovi Velasco, en nombre del Movimiento de Objeción de Conciencia, destacó, entre los aprendizajes de aquellas manifestaciones del 2003, la necesidad de denunciar el incremento del presupuesto militar que alcanza ya un total de 52 millones de euros diarios. De igual manera, habló de «la importancia de transmitir mensajes claros y permanentes al conjunto de la población, así como de la urgencia de abandonar posiciones de impotencia y de rabia en pro de construir un verdadero poder ciudadano, con un discurso plural en el que la paz ocupe un papel estratégico en la vida cotidiana y en la lucha política».
Por último, cabe llamar la atención sobre alguna de las cuestiones planteadas por los asistentes al acto, quienes no quisieron desperdiciar la oportunidad para destapar la doble moral de los representantes de los grandes partidos en Canarias. «A esa manifestación del 2003 -se oyó en la sala- acudió el actual presidente del Cabildo de Gran Canaria, el socialista José Miguel Pérez, el mismo que hace tres meses despidió a un contingente de soldados canarios cuyo destino era apoyar la ocupación de hecho que sufre Afganistán. ¿Cómo es entonces, Irak no y Afganistán sí? No deberíamos olvidar eso».