Recomiendo:
0

¿Para qué sirve el Estado del bienestar?

Fuentes: Rebelión

Históricamente hemos tenido una visión asistencial y benéfica del estado del bienestar, debido a su tardío desarrollo durante la dictadura, y al neoliberalismo imperante en nuestra sociedad durante los últimos quince años. Alguno dirá que exagero, pero la realidad y los números reflejan esta triste realidad. Baste como prueba la definición que da la RAE […]

Históricamente hemos tenido una visión asistencial y benéfica del estado del bienestar, debido a su tardío desarrollo durante la dictadura, y al neoliberalismo imperante en nuestra sociedad durante los últimos quince años.

Alguno dirá que exagero, pero la realidad y los números reflejan esta triste realidad. Baste como prueba la definición que da la RAE sobre el estado del bienestar, afirmando que este es «la organización del estado en la que este tiende a procurar, una mejor redistribución de la renta y mayores prestaciones sociales para los más desfavorecidos».

Con lo que queda meridianamente claro, que este solo se encarga de la concesión de prestaciones asistenciales a las personas menos favorecidas, que decir tiene que esta es una expresión típica de la cultura conservadora imperante. A parte de trasladar una visión errónea y decimonónica de la intervención social.

Es por esto, importante trasladar a la población, cuales son las verdaderas funciones del estado social y más con la oleada de recortes que estamos sufriendo.

Una de las definiciones posibles de este sistema, seria que son todas las intervenciones del Estado encaminadas a lograr el bienestar de la ciudadanía, pongamos por caso la instalación de vuelos de bajo coste en el aeropuerto de Noáin. Sino fuera por que cuando hablamos de estado del bienestar, entendemos que este solo atañe a las acciones encaminadas a lograr el bienestar social y la calidad de vida de la población, destacando los siguientes aspectos:

Transferencias de renta y de fondos entre las diferentes clases sociales, a través de los mecanismos tributarios y de la seguridad social. Un buen ejemplo lo constituyen las pensiones, sin las cuales el 57% de la población anciana en España seria pobre.

Suministro de servicios públicos entre los que se encuentran la sanidad, la educación, la vivienda, la atención a las familias (entre la que se hallan la atención a los discapacitados y las guarderías), la prevención ante la exclusión y otros no menos importantes, que garantizan a los ciudadanos/as su calidad de vida, en especial a las clases trabajadoras.

Normas y sanciones para proteger a los ciudadanos y residentes, ya sea como asalariados, consumidores o a nivel medio ambiental. Que decir tiene que la administración no da dinero a estas cuestiones, sino que marca una serie de normas estableciendo incentivos para su cumplimiento, y sanciones por no respetarlas.

Esto puede toparse con la existencia de una legislación muy avanzada, pero con una administración incapaz de llevarla a la practica por falta de recursos. Un buen ejemplo de esto es España (incluidas las provincias forales), donde los ayuntamientos administran una décima parte de los recursos públicos, en contraposición a la media comunitaria del 40%.

Creación de empleo seguro y de calidad, correspondiendo al sector público la creación de las condiciones idóneas para la contratación privada de calidad. Pero también al Estado mediante la implantación de nuevos servicios sociales, un ejemplo muy claro lo tenemos en la hoy suspendida ley de dependencia.

Además la creación de empleo tiene aspectos importantes sobre la salud, ya que estudios epidemiológicos han demostrado que una persona que no tenga trabajo y se vea obligada a vivir en condiciones insalubres, vive 38 años menos que una persona de clase alta.

Otro factor peligroso es el de la flexiseguridad, que esta adoptando la Unión Europea ante la globalización, que resulta especialmente peligroso en un país donde el 60% de la población tiene estudios básicos. Llevando a situaciones como la del 2004, en la que el Ministerio de Trabajo no reconoció ninguna muerte por enfermedad laboral, a pesar de morir tres personas al día en accidente de trabajo.

Reducción de las desigualdades a través de impuestos progresivos en función del nivel de ingresos, y es que este es un factor esencial, ya que la esperanza de vida se encuentra ligada al nivel de retribuciones, por lo que una persona de la burguesía vivirá siete años más que una de clase trabajadora, que decir tiene que esto también alcanza a las clases intermedias, al vivir con peor calidad y menos años.

Es por esto que los ciudadanos deberíamos de ser más conscientes de su importancia, ya que es un mecanismo esencial para generar empleo y desarrollo económico, la pregunta es ¿nos daremos cuenta?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.