Las máquinas han retirado 84 toneladas de amianto de la zona cero y la próxima semana seguirán en el resto de la parroquia
Las máquinas comenzaron los trabajos de retirada a principios de mes en la zona cero y en las casas más cercanas a la nave pirotécnica.
Las labores de retirada del amianto avanzan en Paramos. Dos meses después de que la explosión de la nave clandestina de material pirotécnico hiciera saltar por los aires el barrio de A Torre, las máquinas remueven toneladas de uralitas y otros materiales contaminados por este mineral que hasta el año 2000 estuvo permitido en la construcción de viviendas, pero que se siguió vendiendo una década más. A lo largo de la primera quincena de este mes, se han retirado ya 84 toneladas sólo de la zona cero. En la próxima semana se iniciara la retirada en el resto del área afectada por la deflagración, por lo que la estimativa de cien toneladas de material será superada con creces.
Esta intervención comenzó la primera semana de julio después de que la juez que instruye la investigación decidiera levantar el precinto de la zona cero de la explosión, que se produjo el 23 de mayo, una condición imprescindible para que las máquinas pudieran entrar en el área más próxima a la nave.
Además de la retirada de amianto se está procediendo a la retirada de neveras y frigoríficos para evitar un problema de salud pública al contener comida en mal estado. Además se está llevando a cabo la retirada de escombros de las cubiertas derruidas que cayeron sobre forjados y a la demolición de las estructuras que presenten riesgo de desplome. Una vez concluido este trabajo, se podrá pensar e iniciar el desescombro de las viviendas.
Trabajo a destajo
Los servicios técnicos municipales trabajan a destajo para elaborar el proyecto de desescombro, imprescindible para la posterior licitación y asignación de una partida presupuestaria. Es en este punto, la financiación, donde las cosas aún no están definidas, ya que la inversión prevista de al menos cuatro millones de euros es inasumible para un Ayuntamiento que cuenta con un presupuesto de poco más de ocho millones, de los cuales sólo algo menos de dos están destinados a inversiones, mientras que el resto es para gasto corriente.
Fuentes consultadas aseguran que «hacer frente al desescombro de Paramos en solitario sería hipotecar el futuro de todo el municipio durante años».
La única vía «es que colaboren otras administraciones, como la central, porque por el momento sólo hemos recibido la ayuda de la Xunta y la colaboración de dos técnicos de la Diputación que apoyan el trabajo que se están llevando a cabo dos días a la semana».
La reunión mantenida entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no dio aún toda la tranquilidad que esperan los afectados de Paramos. Para ellos es «imprescindible que se declare zona catastrófica», asegura el presidente de la plataforma de afectados, Salvador García.
Esa figura permitiría que las cantidades recibidas hasta la fecha para ayudar en la reconstrucción no tributaran a Hacienda y que se abrieran otros canales de ayuda, ya que la legislación vigente en esta materia, del año 1981, establece que en ese caso la reparación de los daños estará a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. La medida deberá ser tomada en Consejo de Ministro, encargado de aprobar el Real Decreto.