Con la llegada del PP al poder a finales de 2011, se produce uno de los ataques más brutales que ha sufrido el sistema público de pensiones. Aprovechando la mayoría absoluta que dispone, hace una reforma en 2013 de las pensiones sin contar con el apoyo de nadie, provocando un cambio radical en el sistema […]
Con la llegada del PP al poder a finales de 2011, se produce uno de los ataques más brutales que ha sufrido el sistema público de pensiones. Aprovechando la mayoría absoluta que dispone, hace una reforma en 2013 de las pensiones sin contar con el apoyo de nadie, provocando un cambio radical en el sistema de jubilación, tanto para los futuros jubilados como para los que ya lo están.
Debemos recordar, que el PSOE de Zapatero ya en 2011, siguiendo las instrucciones de la Unión Europea, había dado una vuelta de tuerca empeorando muchísimo las condiciones ya existentes.
A lo largo de estos cuatro años de legislatura del PP, hemos asistido a un canto corifeo sobre lo bien que lo han hecho en el sistema de las pensiones públicas y consideran que los jubilados deben estar agradecidos con la nueva situación, ya que gracias a ellos se han salvado.
¿Es cierto lo que dice el PP?
Recientemente FUNCAS (la fundación de las Cajas de Ahorro) nada sospechosa de izquierdista, ha publicado un informe sobre la situación actual del sistema de pensiones y las posibles alternativas. Dicho informe está firmado por el catedrático Ignacio Zubiri de la Universidad del País Vasco.
Funcas analiza las dos reformas realizadas, la primera del PSOE de 2011 y la posterior del PP de 2013, diciendo: «estas reformas son poco más que una rebaja generalizada de las pensiones que afectan a todos sus elementos». Analiza:
– Baja la pensión inicial por el aumento del número de años para calcularla, la reducción del peso en la pensión de cada año cotizado y el aumento del número de años para obtener una pensión completa.
– La pensión se cobrará durante dos años menos debido al retraso de la edad de jubilación y reduce el valor de las pensiones al no aplicar el IPC. Sólo suben un escandaloso 0,25%, cuando la inflación media de los últimos quince años ha sido del 2,5%.
FUNCAS valora que la reforma del PSOE (2011) supone una rebaja de la pensión del 20%, a ello hay que añadir la realizada por el PP (2013), que la cuantifica en otro 15% suplementario. En total supondría una reducción de la pensión algo superior al 35%.
Funcas nos dice que con estas reformas, los pensionistas no tienen derecho a ningún nivel de pensiones y el Estado no tiene ninguna responsabilidad a pesar de haberles obligado a participar en el sistema. La propia Funcas considera que los trabajadores tienen derecho a cierto nivel de pensiones y concluye «si el sistema ha salido mal, no parece aceptable que el Estado se lave las manos y les haga soportar el coste».
Lamenta, que las reformas se basen sólo en la reducción de pensiones sin buscar alternativas que hagan aumentar los ingresos de la Seguridad Social. Para Funcas resulta sorprendente, que tras estas dos reformas tan agresivas contra las pensiones, apenas haya tenido contestación sindical. Es claro, que tanto CCOO como UGT, deben hacer una profunda autocritica y volver a ponerse a la cabeza para revertir ambas reformas sobre el sistema público de pensiones.
El gasto actual de pensiones es del 10% del PIB y Funcas calcula que se podrían añadir otro 3% más del PIB en el gasto de pensiones al igual que hacen otros países, Francia, Alemania, Italia…
Plantea un cambio de modelo actual, donde los ingresos del sistema son los que determinan el gasto, por otro modelo más social en el que el gasto es el que determina los ingresos que se requieren.
El objetivo de la Seguridad Social no debe actuar como una empresa privada e igualar ingresos y gastos, sino garantizar determinados niveles de bienestar en la jubilación
¿Cómo aumentar los ingresos de la Seguridad Social?
– Aumentando las contribuciones de los trabajadores en tres puntos y el de los empresarios en uno.
– Eliminar el tope de las cotizaciones por arriba, que hace que por ejemplo la Sra Botín pague a la Seguridad Social lo mismo, que cualquier trabajador de su banco a pesar de ganar cien veces más.
– Crear una contribución a la solidaridad que gravaría los patrimonios personales y las ventas de grandes empresas. Estos ingresos irían destinado a financiar las pensiones y a dotar de los recursos necesarios al Fondo de Reserva.
– Financiar con impuestos generales cualquier déficit del sistema de pensiones público.
Dos aspectos son llamativos en el análisis de Funcas, el primero es el mantenimiento de los 67 años para la jubilación, además haciendo hincapié en la eliminación de las jubilaciones anticipadas y cualquier otra prebenda. El segundo, muy importante desde mi punto de vista, es la eliminación del factor de sostenibilidad y el índice de revalorización, el famoso 0,25% y volver al sistema del IPC, con lo que se garantizarían el poder adquisitivo de las pensiones.
A lo largo de estos años con el PP en el poder, se nos han vendido las bondades de los sistemas privados de pensiones ¿Saben que rentabilidad han tenido los fondos de pensiones privados en los últimos quince años?
La respuesta la da el profesor Pablo Fernández en su estudio «Rentabilidad de los fondos de pensiones en España 2000-2015». La rentabilidad ha sido del 1,58%, si a ello le deducimos las comisiones bancarias, gastos de mantenimiento que nos aplican los bancos y que oscilan entre 1,5 y 2% anual, comprobaremos que la alternativa privada de los fondos de pensiones es una catástrofe para los inversores de estos fondos y sí el gran chollo para los bancos, que tienen cautivos unos 90.000 millones de euros.
Después de este análisis basado en los informes realizados por profesores que trabajan para el sistema financiero, estos son claros, la única alternativa posible es las pensiones públicas. Debemos volver a salir a la calle para defender un sistema público. Que se vuelvan a garantizar la revalorización de las mismas en base al IPC. No nos pondrán decir a los que defendemos el sistema público de pensiones de no saber lo que decimos ni que estamos en una caza de brujas, sería bueno que todos leyéramos estos informes.
El PP tanto en el caso de las pensiones como en otros temas miente de forma convulsiva. Considera a todos los ciudadanos de este país como unos idiotas, iletrados e incultos.
Sería necesario y bueno, que ahora que se intenta formar gobierno, tanto los sindicatos como las organizaciones de jubilados se movilizasen para exigir una nueva reforma, que eche atrás las injustas dos reformas realizadas tanto por el PSOE como por el PP.
Al mismo tiempo, como ciudadanos, debemos tener claro quiénes han sido los partidos que han realizados dichas reformas agresivas, significando un empobrecimiento generalizado de la población y en consecuencia no votarles.
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