¿Qué les suscita a ustedes el hundimiento de Pescanova? Al leer que una enorme multinacional, con tremendos barcos captura-peces, con piscinas para engordar salmones, rodaballos o langostinos en varios continentes, con los supermercados llenos de sus productos y con más y más ingresos en sus arcas, no encuentra quien quiera financiar su deuda ni otorgarle […]
¿Qué les suscita a ustedes el hundimiento de Pescanova? Al leer que una enorme multinacional, con tremendos barcos captura-peces, con piscinas para engordar salmones, rodaballos o langostinos en varios continentes, con los supermercados llenos de sus productos y con más y más ingresos en sus arcas, no encuentra quien quiera financiar su deuda ni otorgarle nuevos créditos, uno interpreta que todo tiene límites: Pescanova no podrá pescar todo lo que necesita para pagar sus deudas.
Porque el crecimiento tiene límites. Dicen que la crisis llegó por gastar por encima de nuestras posibilidades, lo cierto es que llega a quien quiere ganar por encima de las posibilidades del Planeta. Sea quien sea.
Si Pescanova ha perdido crédito -nadie cree en ella- y naufraga, ¿nos hundimos todos? No, las gentes pescadoras artesanales, a pequeña escala y que saben de sostenibilidad, seguirán remando