La petrolera anglofrancesa Perenco está presionando al Gobierno de Perú para acabar con una reserva propuesta para pueblos indígenas no contactados. La empresa presentó una demanda judicial contra la demarcación para seguir con sus exploraciones petrolíferas en la región.
De consolidarse este ataque, llevaría a los pueblos indígenas no contactados de Napo-Tigre, en la zona norte de la Amazonía peruana, a una situación de peligro extremo.
La empresa petrolera, dirigida por el piloto de carreras François Perrodo, una de las mayores fortunas de Francia, cuenta con un amplio historial de denuncias por graves daños al medio ambiente y a poblaciones locales en África y América Latina, así como por su fuerte opacidad.
En Perú, Perenco lleva años oponiéndose a la creación de la reserva Napo-Tigre para los pueblos en aislamiento y la reciente demanda no es una acción aislada. La empresa, junto al gobierno regional de Loreto y otros actores del sector de los hidrocarburos, está detrás de una peligrosa campaña pública contra la creación y protección de las reservas indígenas y los ataques se suceden.
En abril solicitaron al Gobierno la derogación de la Ley Nacional para la protección de los pueblos indígenas en aislamiento (conocida en Perú como Ley PIACI); de manera constante niegan la existencia de los pueblos indígenas no contactados; y al inicio de agosto el Gobernador regional de Loreto solicitó por carta al gobierno la “nulidad de todo el proceso PIACI”.
Organizaciones indígenas denuncian que, mediante la difusión de falsa información, pretenden posicionar a los propios peruanos contra los indígenas no contactados y tambalear los cimientos de los derechos ya reconocidos a estos pueblos.
ORPIO, AIDESEP y Survival International han expresado su extrema preocupación ante estos ataques:
“Perenco contraviene y menosprecia los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas en situación de aislamiento”, indica el Apu Jorge Pérez, presidente de AIDESEP, la organización indígena de la Amazonía peruana.
El pasado 25 de julio, la Comisión encargada de crear la Reserva, compuesta por diferentes sectores del Estado, reconoció finalmente la existencia de pueblos indígenas no contactados en Napo-Tigre, tras años de lucha de las organizaciones indígenas. Un paso fundamental para su protección que ha llevado casi 20 años.
Hoy, la demanda de Perenco y la campaña del gobierno regional pretenden acabar con todo el proceso y vuelven a poner en peligro la supervivencia de los pueblos en aislamiento, los más vulnerables del planeta.
Ante la noticia, la investigadora de Survival International, Teresa Mayo, ha declarado: “Finalmente, el Estado peruano ha reconocido oficialmente la existencia de los pueblos no contactados del territorio de Napo-Tigre: ahora no puede volverles la cara. El Gobierno del Perú tiene la obligación de actuar con rapidez y consistencia en la creación y protección de la reserva. No vamos a permitir que vuelva a ceder ante las presiones de las empresas, por poderosas que sean”.
Notas informativas:
– Survival ha
escrito al Presidente de Perenco, François Perrodo, sin obtener respuesta hasta
la fecha.
– En diciembre de 2019, ORPIO y Survival difundieron por primera vez
fotografías aéreas de pueblos indígenas en aislamiento en Napo-Tigre, de forma
que su existencia fuera innegable. Además, se han presentado más de 400
evidencias científicas, incluyendo declaraciones juradas de pobladores del
entorno.
– La propia empresa que operaba en la zona antes de Perenco (Barrett Resources)
confirmó la existencia de indígenas aislados en el área de Napo-Tigre.
– Repsol, la petrolera española, se retiró del territorio tras una
investigación del consejo de Ética del Ministerio de Finanzas de Noruega que
desembocó en la retirada de inversiones del Fondo Nacional de Pensiones de
Noruega en la compañía por vulneración de los derechos de los pueblos no
contactados. Sin embargo, el Estado volvió a concesionar el lote petrolero a
Perenco.