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Entrevista exclusiva en Londres con Houzan Mahmoud

«Planteamos el fin de la ocupación en Irak y también de todos estos líderes islámicos»

Fuentes: RIMA

Houzan Mahmoud es la representante en Europa de la Organización por la Libertad de las Mujeres de Irak.

Traducción: Alejandra Ríos

 

Londres, 27 feb 2006

 

Houzan Mahmoud es la representante en Europa de la Organización por la Libertad de las Mujeres de Irak. También es militante del Partido Comunista de los Trabajadores de Irak, una organización que participó en la construcción de la Federación de Consejos y Sindicatos Obreros de Irak, un sindicato alternativo al mayoritario dirigido por el Partido Comunista Iraquí que integra el Consejo de Gobierno.

Nos encontramos en la mítica terminal ferroviaria Victoria Station de Londres -ciudad en la que vive Houzan-, para conversar sobre la situación en Irak y su militancia en la izquierda y por los derechos de las mujeres, pocos días después del atentado contra la mezquita chiíta de Samarra que originó una oleada inusitada de violencia, dejando al país al borde de la guerra civil.

 

¿Cual es la situación del pueblo iraquí, especialmente de la clase trabajadora, en estos momentos en que el país se encuentra al borde de la guerra civil?

 

Irak, como sabes, está bajo ocupación hace tres años y hay una división entre sectas religiosas, grupos étnicos y nacionalidades. Esto ha llevado a divisiones en el pueblo, entre las sectas chiítas y sunnitas, que están conduciendo a Irak al borde de la guerra civil. La gente inocente es la que está pagando por esto.

 

¿Actualmente hay huelgas o algunas otras medidas de lucha de la clase obrera contra el gobierno títere impuesto por la ocupación o contra la ocupación imperialista misma?

 

¡Por supuesto! Desde el inicio de la ocupación, los trabajadores de Irak han luchado y se empezaron a organizar a través de sindicatos. Algunos de estos sindicatos han sido creados por el gobierno títere de Irak, pero hay otros que no, como por ejemplo, la Federación de Consejos y Sindicatos de Trabajadores de Irak. Esta federación es de la clase obrera, es de izquierda, no ha sido creada por el gobierno y está liderando la lucha, dentro de Irak, tanto contra la ocupación como contra el gobierno títere. Han organizado manifestaciones muy masivas en Bagdad, Bassora y otras ciudades de Irak, tanto contra el gobierno como contra los jefes y empresarios que son pro-norteamericanos. Esta federación está luchando por un país que sea igualitario, intentando mostrar que es posible alcanzar un país que sea independiente, de los trabajadores.

 

Esta federación ¿existía desde antes de la ocupación imperialista o ha surgido, precisamente, a raíz de la lucha contra la ocupación?

 

Los líderes de esta federación han sido activistas políticos desde siempre. Durante el régimen de Sadam Husein se encontraban en prisión; muchos de ellos habían sido encarcelados por su militancia socialista. Cuando fueron liberados, empezaron a luchar contra la ocupación y también contra las direcciones políticas islámicas, como Al Qaeda, Al Sadr y otros. Esta federación tiene su propia historia: su primer congreso tuvo lugar en agosto de 2003, es decir, apenas unos meses más tarde de que comenzara la ocupación. Se crearon comités preparatorios de este congreso para poner en pie la primera federación de izquierda, progresiva, en Irak, cuyos dirigentes han sido elegidos democráticamente por los trabajadores.

 

En otra entrevista hablabas de la existencia de un sindicato de trabajadores desocupados… ¿en qué situación se encuentra actualmente este sindicato?

 

El nivel de desempleo sigue aumentando, centralmente debido a la ocupación y a la falta de seguridad que se vive en el país. Este gobierno títere, también podría decirse que es un gobierno vacío, que no cuenta con instituciones. Entonces no puede crear trabajo, ni puede ofrecer ningún tipo de apoyo ni garantías para las familias que están desocupadas. Pero este sindicato de trabajadores desocupados sigue organizándose. A pesar de que se encuentra en una situación muy difícil, sigue movilizándose. Recientemente, los desocupados han hecho una protesta masiva en la ciudad de Nassiriya en la que miles de trabajadores manifestaron reclamando trabajo y subsidios. Intervino la policía, que reprimió la manifestación y fueron asesinadas cuatro personas, entre ellas una niña de cuatro años. Ésta es la forma en que el gobierno responde cuando salimos a reclamar trabajo. Pero la lucha continúa. No tenemos otra opción. Tenemos que seguir luchando los trabajadores junto con los desocupados, incluyendo entre ellos a las mujeres, porque de otra manera, la situación va a empeorar, tal como lo viste en los últimos días.

 

La federación de trabajadores de la que hablamos anteriormente ¿tiene alguna política hacia los desocupados?

 

Hay una relación: el sindicato de desocupados es parte de esta federación. Incluso hay una dirección conjunta. Nuestro grupo, la Organización por la Libertad de las Mujeres de Irak, trabaja de manera muy estrecha con estas organizaciones y nosotros creemos que el rol de la mujer es muy importante y no queremos segregarnos. Por eso, organizamos actividades conjuntas, manifestaciones, conferencias y demás. Creemos que todas estas fuerzas que son progresivas, democráticas y de izquierda en Irak tienen que unificarse. Y por eso creemos que es crucial unificar a los trabajadores, desocupados y ocupados. De otra forma, no vamos a llegar a ningún lado.

 

¿Cómo surge la Organización por la Libertad de las Mujeres de Irak y qué actividades desarrollan?

 

Se creó en junio del 2003. Desde el comienzo, lo que venimos planteando es la separación de la religión del Estado, y también planteamos la igualdad entre varones y mujeres y estamos a favor de la emancipación de las mujeres en la vida política, contra la discriminación. Estamos a favor de una constitución laica, planteamos el fin de la ocupación en Irak y también que se les ponga un punto final a todos estos líderes islámicos. Luchamos por la libertad y la igualdad. También hemos creado unos refugios para mujeres que han sido amenazadas, que pueden ser asesinadas por lo que se consideran «crímenes de honor»; tratamos de proteger a las mujeres de la violencia en su familia. Pero también de los soldados norteamericanos porque, muchas veces, los norteamericanos violan a una mujer iraquí y esa mujer, luego, es asesinada por su familia en nombre del «honor». Hemos hecho muchísimas campañas en contra de esto que se denomina «crímenes de honor». Y hemos organizado muchas campañas contra la sharia[1] y la constitución de este gobierno actual. Hemos llamado a boicotear las elecciones, porque sostuvimos que no podían ser elecciones legítimas habiendo un ejército de ocupación.

También hicimos campañas contra los abusos, contra las violaciones. Esto ha sido a todo nivel: hemos ido a los lugares de trabajo, a las fábricas, a las universidades, a los barrios y a los campos donde viven muchísimas personas que han sido desplazadas por la guerra. Damos ayuda, incluso médica, a estas mujeres que no cuentan con apoyo de ningún tipo y también hicimos movilizaciones dentro de los campos, porque el gobierno títere de Irak quería desalojar a la gente de estos lugares. Más de dos mil personas, convocadas por la Organización por la Libertad de las Mujeres de Irak, se movilizaron contra esta medida y lograron que no se los desaloje hasta tanto no hubiera otro lugar donde pudieran reinstalarse.

Nosotras estamos participando de los movimientos de la clase obrera, apoyamos todas las medidas de lucha, protegemos a las mujeres y hacemos un montón de actividades diariamente, todo esto en medio de una situación que es muy dura, muy difícil. Por ejemplo, la presidenta de nuestra organización fue amenazada de muerte, sufrió un atentado y todo esto es por su actividad. Pero a pesar de lo difícil de esta situación hay mucho potencial para la izquierda y las fuerzas progresivas en Irak. Nosotras estamos participando en este movimiento. Estoy hablando en nombre de millones de mujeres que quizás no se animan a salir. Hay un grupo, por ejemplo, en Basora, que se reúne secretamente porque si no, corren el riesgo de ser asesinadas. Pero hay mujeres que están luchando, y hasta mujeres muy jóvenes que están participando. Por ejemplo, en marzo del año pasado, hubo una movilización estudiantil que fue liderada por una joven de veinticuatro años. Se trataba de una protesta masiva contra los líderes islámicos, todo esto en condiciones extremadamente difíciles para las mujeres.

 

Lo que nos cuentas muestra muy bien cuál es la situación general de la vida de las mujeres en Irak. ¿Cuál es la situación, particularmente, de las trabajadoras?

 

Desde 1970 en adelante, cuando hubo un boom económico en Irak, surgió la necesidad de incorporar a las mujeres a la fuerza de trabajo; entonces, la Constitución incluía algunos artículos que protegían a las mujeres trabajadoras y defendían sus derechos. Sin embargo, a pesar de eso, las mujeres actualmente no tienen derecho a organizarse e intervenir en la vida política. Durante la guerra entre Irán e Irak, los hombres marcharon al frente y las mujeres ocuparon esos puestos de trabajo que quedaron vacantes. Pero cuando la guerra terminó y, más ahora, con la ocupación imperialista, hay un altísimo índice de desempleo entre las mujeres. Porque ahora es más fácil echarlas, no hay ningún tipo de protección contra los despidos. Los patrones pueden hacer lo que quieran. Entonces, en un cierto sentido, las mujeres no están representadas en la fuerza de trabajo, no tienen un gran peso en la producción del país. Están limitadas a algunos sectores, como por ejemplo, el trabajo bancario, en los hospitales, etc. Esto también se debe a las autoridades islámicas. Por ejemplo, en una ciudad había cerca de treinta abogadas capacitadas para ser juezas, pero las autoridades islámicas no las dejaron asumir porque, según el Islam, las mujeres no están capacitadas para tomar decisiones importantes. Entonces la islamización del país tiene consecuencias muy negativas para las mujeres, que están atacadas por distintos lados. Asistimos a una talibanización del país: atacadas tanto por los que están en el poder como por la oposición. Todo esto tiene un impacto muy negativo en las mujeres.

 

Además de tu participación en la Organización por la Libertad de las Mujeres, eres militante del Partido Comunista de los Trabajadores de Irak. ¿Cuál es el origen de esta organización política?

 

El Partido Comunista de los Trabajadores de Irak fue fundado en 1993, como resultado de la unificación de diferentes corrientes de izquierda. Es decir, no es el resultado de una ruptura sino de una alianza, centralmente con base en el norte, en el Kurdistán. Esto fue un hecho histórico muy importante, porque sucedió en un momento en que todos los estados capitalistas de Occidente estaban diciendo que el socialismo, el comunismo estaban muertos. Entonces, el Partido Comunista de los Trabajadores de Irak decía que la bandera del socialismo, del comunismo, aún estaba vigente.

Este partido es muy activo en la clase obrera y en relación a las mujeres, a la liberación de la mujer. Si estás ahí, si formas parte de él, sientes que tienes los mismos derechos, que eres una más, que eres igual. Esto se puede percibir de un modo en el que no es posible en los otros partidos. Es una fuerza progresista, que tiene una actitud y una mirada hacia los problemas de las mujeres trabajadoras y de los derechos humanos de las mujeres en general.

Somos un grupo marxista leninista y hemos intentado establecer contacto con otros partidos en otros países, pero no hemos conseguido mucho. El problema es que debido a la ocupación, muchos grupos de izquierda se han cobijado bajo las banderas del islamismo. Esto nos ha creado un problema. Muchos, por ser antiimperialistas, son acríticos de las direcciones islámicas y, entonces, no nos ven bien a nosotros. Dicen que nosotros tenemos que unirnos a la resistencia, pero no lo vemos de este modo. Nosotros creemos en la lucha armada de la resistencia, pero ¡esto no es una resistencia!. Aquí se ven abusos, violaciones, asesinatos. ¿Podemos llamar resistencia a eso? Nosotros creemos en la resistencia armada, pero con una visión socialista. No queremos pasar de un estado ocupado a un estado islámico. Muchos sectores de la izquierda, en otros países, se ubican bajo las banderas del «islamismo político» y esto hizo que quedáramos bastante aislados internacionalmente.

 

En estos días hubo centenares de muertos en atentados contra mezquitas y otros sitios en Irak. Tu misma has relatado la barbarie en la que está sumido el pueblo iraquí producto de la ocupación y de la guerra civil en ciernes. Sin embargo, parece que tuvieras esperanza en una salida favorable para las masas trabajadoras de Irak, a pesar de todo. ¿Cuál es tu visión de la situación?

 

Podemos decir que la situación no está clara. Como te dije antes, lo que prima actualmente es una gran división sectaria entre tribus, grupos religiosos y étnicos. Hay una deshumanización del pueblo en Irak y el gobierno títere quiere establecer la sharia. La resistencia es reaccionaria, pero hay un potencial en esta fuerza que es progresiva, que está por los derechos de los trabajadores, de las mujeres, del pueblo… Nosotros necesitamos apoyo internacional, porque si son los islamistas los que logran vencer a la ocupación, será una derrota para el pueblo. Nosotros, las fuerzas progresivas, de izquierda, tenemos que mostrar que somos una alternativa que puede señalar otra perspectiva. Estamos firmes en lo que queremos lograr y esperamos lograrlo, pero es una lucha internacional. Los islamistas tienen el apoyo de los gobiernos reaccionarios que ponen un montón de dinero, tienen el apoyo de los gobiernos imperialistas occidentales. Si ves esto, el balance no es muy favorable. Pero depende de nosotros que se pueda señalar que hay una alternativa a la situación que se vive hoy en Irak.

 

Tú señalas con énfasis de qué manera, algunos sectores de la izquierda, por ser antiimperialistas terminan apoyando a las direcciones islámicas. Sin embargo, también habría que señalar que, por ejemplo, muchas feministas, por oponerse a la opresión de las mujeres que viene de la mano de los islamistas, terminaron apoyando las invasiones imperialistas…

 

Para nosotros se trata de luchar contra ambos: luchar tanto contra la ocupación en Irak, como contra las fuerzas islámicas. Queremos una sociedad socialista, ése es nuestro objetivo; pero si no podemos lograr nuestro objetivo, al menos pretendemos que el estado tenga una constitución igualitaria, laica, donde los derechos de los trabajadores y de las mujeres sean garantizados. No queremos un estado que legalice la lapidación y decapitación de las mujeres, como está pasando ahora en Irak. Tampoco que las mujeres estén condenadas a vivir con la burkha que apenas les deja una pequeña hendija para respirar. Entonces, los que somos socialistas, los que estamos por un mundo de igualdad, no queremos la ocupación ni los islamistas. No queremos caer bajo las banderas de ninguno de los dos, porque ambos son reaccionarios. El islamismo no sólo es opresor para las mujeres; ¡tampoco es bueno para la clase obrera! Porque sostiene que los seres humanos somos como esclavos. Entonces, una religión que dice que el trabajador es esclavo, no habla de libertad. Dice que hay un paraíso en el que, cuando nos morimos, Dios nos llena de gratificaciones. Pero ése no es el mundo por el que luchamos.

 

 

 

 



[1] Ley islámica, para los musulmanes es la ley de Dios como fue revelada por Mahoma. La sharia es un código religioso para vivir, adoptado por la mayoría de los musulmanes como una cuestión de conciencia personal. Pero también puede ser formalmente instituido como ley por ciertos estados y así también los tribunales pueden velar por su cumplimiento.