Organizaciones de agricultores, consumidores y ecologistas señalan la agricultura industrial como una de las principales responsables del calentamiento global e instan a un cambio urgente en el sistema alimentario. Amigos de la Tierra, CECU, Ecologistas en Acción y Plataforma Rural denuncian que el sistema industrial de producción de alimentos es causante de la mitad de […]
Organizaciones de agricultores, consumidores y ecologistas señalan la agricultura industrial como una de las principales responsables del calentamiento global e instan a un cambio urgente en el sistema alimentario.
Amigos de la Tierra, CECU, Ecologistas en Acción y Plataforma Rural denuncian que el sistema industrial de producción de alimentos es causante de la mitad de los gases de efecto invernadero. Las organizaciones llaman a la ciudadanía a participar en las movilizaciones del 29 de noviembre y reclaman cambios profundos en el sistema alimentario para luchar contra el cambio climático.
La expansión de la agricultura industrial es el principal motor de la deforestación en el mundo, lo que provoca un 15-18% de las emisiones responsables del calentamiento del planeta. La ampliación de las zonas de cultivo para la ganadería y agricultura industrial obliga a la tala indiscriminada en bosques y selvas, acabando con los grandes pulmones del planeta.
Los monocultivos, la cría intensiva de animales y el uso de fertilizantes y tóxicos suponen otro 11-15% de los gases de efecto invernadero, pero además el transporte de alimentos a largas distancias produce otro 5-6%. El procesamiento y envasado de los alimentos y la refrigeración para la venta en grandes superficies suma otro 10-14%. Por último la cantidad de alimentos que se tiran en los campos, el transporte y el comercio al pormenor provocan otro 3-4% de las emisiones totales [1].
Las organizaciones señalan cómo, ante estas cifras y hechos, los gobiernos proponen falsas soluciones como la «agricultura climáticamente inteligente», los cultivos transgénicos o la economía verde. Las soluciones reales frente al cambio climático ya están en marcha. Millones de campesinas y campesinos el mundo practican la agroecología y la ganadería extensiva, a su vez la ciudadanía apuesta cada vez más por el consumo de alimentos frescos y locales.
Ante la próxima Cumbre de París, es necesaria una apuesta clara por la soberanía alimentaria para frenar el cambio climático, garantizar alimentos saludables, nutritivos y suficientes y un medio rural vivo.
Notas:
[1] GRAIN. Alimentación y clima https://www.grain.org/es/