La radiación emitida por los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos podrían ser la responsable de la desaparición del 70% de las colonias de abejas en algunas zonas de los Estados Unidos, según algunos informes. A pesar de que para algunos esta teoría es proco probable, varios científicos empiezan a culpar a los teléfonos móviles […]
La radiación emitida por los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos podrían ser la responsable de la desaparición del 70% de las colonias de abejas en algunas zonas de los Estados Unidos, según algunos informes.
A pesar de que para algunos esta teoría es proco probable, varios científicos empiezan a culpar a los teléfonos móviles a medida que tratan de solucionar el misterio de la desaparición de las abejas. Aparentemente la radiación interfiere con los sistemas de navegación de las abejas, lo cual evita que estas encuentren el camino de vuelta a sus colmenas.
El pasado otoño, los apicultores comenzaron a informar sobre un desastre en cadena que afectaba a gran escala a sus colmenas. Aparentemente las abejas desaparecían de la colonia y morían, solas y lejos de casa. Sin abejas que aportasen alimento, la colmena moría irremediablemente. El problema ya ha afectado a la mitad de los estados en EE.UU., y en la costa Este se informa de la pérdida de hasta el 70% de las colmenas.
El problema se está expandiendo a Europa con implicaciones alarmantes debido al papel imprescindible que estos insectos juegan en la polinización de los cultivos explotados por los humanos. Albert Einstein dijo en su día que si las abejas desapareceran «a la humanidad solo le quedarían 4 años de vida».
Investigadores alemanes han demostrado que las abejas cambian su comportamiento cerca de las líneas de electrificado, y un nuevo estudio realizado por la Universidad Landau señala que las abejas se niegan a regresar a sus colmenas si un teléfono móvil (el del apicultor, por ejemplo) se encuentra cerca.
El Dr. George Carlo, científico lider de un estudio a gran escala encargado por el gobierno de los EE.UU. y destinado a descubrir los efectos de los teléfonos móviles ha dicho: «Estoy convencido de que esta posibilidad es real».
Traducido de Could mobile phones be killing millions of bees.