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Influencia de los genitales en las farándulas literarias

Poetas y Amasiatos

Fuentes: Rebelión/Fundación Federico Engels

Entre los muchos estereotipos mediocres con que se mercadea la imagen glamorosa del «poeta» (especialmente el «poeta» pequeño burgués) brilla con luz propia la del «poeta» seductor que ejerce profesión de fe egocéntrica, full time, para ver sucumbir a las féminas derretidas por encantos indescifrables, traídos quién sabe de qué galaxias de frustraciones, insatisfacciones e […]

Entre los muchos estereotipos mediocres con que se mercadea la imagen glamorosa del «poeta» (especialmente el «poeta» pequeño burgués) brilla con luz propia la del «poeta» seductor que ejerce profesión de fe egocéntrica, full time, para ver sucumbir a las féminas derretidas por encantos indescifrables, traídos quién sabe de qué galaxias de frustraciones, insatisfacciones e ignorancias. Y no pocos «poetas», apasionados de sí mismos, se creen propietarios de magias, halos, iluminaciones… con sex appeal irresistible. Puta y los tenemos hasta en la sopa. ¿Hace falta poner sus nombres?
Beben con avidez los caldos de una leyenda manida y ripiosa, teñida con «pasiones desenfrenadas», que alcanzan para envolverse entre sábanas con su espejo saliváceo que les responde, cachondamente, incluso con su propia voz, cuando preguntan ¿Espejito, espejito… quién es el poeta más sexi del mundo?; tú poeta querido, poeta de café, poeta vagabundo, solitario y triste, melancólico, frugal y bohemio… vendedor de pajas camufladas, poeta arrollador e irresistible… sigue publicando… sigue… Y a veces venden mucho, salen en la tele, sonríen complacidos y se masturban con sus fotos de juventud. Son la épica de cierta decadencia que se refugia en la «literatura» para eludir sus miserias. Algunos hasta se hacen pasar por «rebeldes»… «idealistas»… «soñadores».
Como es su norma, estos «poetas» toman riesgos, casi exclusivamente, para decir estupideces intrascendentes de manera profesional, o sea rentable. Muchos las estudian al detalle y suelen estrenarlas cuando cobran algún premio o alguna beca limosneada a los «amigos» poderosos. Son una plaga. No pocos logran fungir de profesores, no pocos controlan editoriales y secciones culturales de diarios vendibles. No pocos son asesores de ministerios y oficinas de «cultura»… mientras se cogen a la esposa del jefe, del amigo, del compadre y sienten que eso es un logro moral de «poeta». Estética de la traición para fines eyaculatorios, pasión arrebatadora hasta el próximo encamamiento. Poesía, dicen, de las «pasiones humanas». Y hay taradas que se creen sus musas… negocio redondo. Y no vengan con que eso es «amor».
Mientras tanto la realidad mundial abruma con sus oleadas de miseria y desolación… mientras tanto la realidad increpa y lacera, exige y compromete. No para, no reposa, no espera; la realidad va desbordada bajo el imperio de la barbarie y uno ni puede ni debe quedarse callado, ni puede ni debe silenciar la protesta ni el programa… uno ni puede ni debe olvidarse de las luchas todas, las luchas históricas y consanguíneas que nos dan cuerpo e identidad de especie… las luchas revolucionarias incluida la lucha ayudándonos con la poesía.
A estas horas laten en los corazones frecuencias renovadas, del sístole y el diástole, que ya aprendieron los caminos de ida y vuelta entre la razón y el corazón. A estas horas son millones de personas movilizándose en Francia, en Sudáfrica, en China e India. A estas horas en Caracas y en las Heras, a estas horas en México D.F. y en Johannesburgo… a estas horas nacen, por todas partes, las frases que convocan, que movilizan, que organizan… las voces preñadas de convicciones renovadas que en canciones, graffiti, películas, e mail, blogs… emerge la poesía verdadera, la poesía de todos que abona y fertiliza, la que actualiza y avanza, la que se canta en Cuba y en Venezuela, la que se canta la gente en USA contra Blair y contra Bush, contra la guerra del saqueo… contra el saqueo mismo y contra la explotación de los trabajadores… la poesía revolucionaria… la que tiene futuro y se hace presente.
Aunque los «poetas» pequeño burgueses se escandalicen o desfallezcan con la dignificación política de la poesía, con su dialéctica indisoluble y emocionante, aunque la nieguen y rehuyan… hay un mundo entero en marcha, hay cineastas, cuentistas, bailarines, pintores… en plena redefinición de su poesía al servicio de la libertad, la desalineación absoluta de la humanidad y su revolución permanente. Lo vemos en todas partes. Y los seguimos.
A estas horas los «poetas» que aguardan, sobre su mesa de café favorita, la entrada de las señoras y las señoritas, para mandarles, en servilletas, sus poemas largamente inspirados hace un instante, a estas horas esos «poetas» se diluyen en sus bateas de inutilidad servil y nihilista… mueren en la dinámica de un mundo y una clase social que les propinará un patada bien dirigida al culo, y acaso bien merecida, por no haber podido salir de sus quejiditos masturbatorios, sacudirse la indignidad de sus idearios genitalizados y ponerse a cantar, como poetas verdaderos, la poesía que viene cantando la lucha revolucionaria campesina y obrera en todo el orbe. Patada que acaso merecerán por sordos, por acomodaticios, por vividores y por necios… por no aceptar que ellos también son trabajadores, que su lugar está con los trabajadores. Un día de estos ni las niñas cándidas, con urgencia de musas, les abrirán las piernas. Con su pan se lo coman.