No hay empresas que hagan publicidad de sus destrozos en la naturaleza, pero hay muchas que no aplican medidas correctoras por no hacer inversiones a menudo ínfimas en relación con la mejora ambiental que supondrían. Hay leyes de mercado derivadas de políticas de mercado que no se entienden. ¿Por qué el papel reciclado es más […]
No hay empresas que hagan publicidad de sus destrozos en la naturaleza, pero hay muchas que no aplican medidas correctoras por no hacer inversiones a menudo ínfimas en relación con la mejora ambiental que supondrían.
Hay leyes de mercado derivadas de políticas de mercado que no se entienden.
¿Por qué el papel reciclado es más caro que el que proviene de pasta de papel nueva proveniente de talas a menudo ilegales?
¿Por qué el plástico reciclado tiene el mismo precio que el plástico nuevo proveniente del petróleo?
¿Por qué hay más trabas burocráticas por instalar placas solares que por instalar un depósito de gasoil?
¿Por qué productos contaminantes tienen el mismo tipo de IVA que otros que sirven por todo el contrario?
Podéis estar seguros de que los cambios llegan, lo que hace falta saber si los gobernantes y empresarios actuales tendrán el valor y determinación de aplicar medidas para favorecer este cambio o tendrá que ser la siguiente generación la que lo tenga que hacer de forma traumática porque no habrá más remedio?. No olvidemos que se están haciendo daños irreparables.
Empresas ambientalmente correctas
Aunque algunos empiezan ahora a darse cuenta, hace años que la sociedad quiere ir en otra dirección diferente a l’actual. Las PYMES que no evolucionen hacia la mejora ambiental se verán obsoletas tal y como por ejemplo vemos ahora a las empresas que no disponen de página web. No se dan cuenta que las preferencias de los consumidores cada vez se decantan más por las empresas socialmente y ambientalmente responsables.
Hace falta observar el ejemplo de las grandes empresas energéticas que invierten en energías renovables para mejorar su imagen y seguir controlando su sector de negocio «la energía». Asimismo hace falta que todas las empresas apliquen medidas correctoras cada una en su sector, es decir, mejorar para sobrevivir.
Políticas ambientalmente correctas
Rebajando el impuesto de sociedades para las empresas que reúnan unos criterios ambientales previamente establecidos conseguimos que estas empresas inviertan más recursos en el desarrollo de nuevos y mejores productos. Un ejemplo claro lo tenemos en las energías renovables que cada vez tienen que ser más eficientes y económicas para su uso masivo.
Reduciendo el IVA a los productos que tengan una clara utilidad social o medioambiental también con unos criterios previamente establecidos conseguimos que los usuarios de estos productos los tengan más a su alcance.
En este caso el ejemplo lo tenemos a nuestra empresa, donde hemos hecho diferentes peticiones para que nuestros clientes no tengan que pagar un 16% de IVA por reciclar los restos vegetales en su casa, puesto que el beneficio económico y ambiental para la sociedad es más que evidente.
Aplicando medidas correctoras en los pliegos de condiciones de los contratos de la administración pública con las empresas, ya damos un paso de gigante por ejemplificar hacia dónde debemos ir. Un ejemplo reciente es la exigencia del certificado FSC para la madera que compra el Ayuntamiento de Barcelona, la compra verde para los materiales de oficina o la ordenanza solar del mismo ayuntamiento.
«La revolución tecnológica está ligada a la revolución ambiental, en la que nadie puede quedarse fuera. Todos dependemos»