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Políticos, Podredumbre… y Pobreza

Fuentes: Rebelión

Son éstas tres las más recurrentes «p» que me asaltan en estos días de zozobra y agitación, pero no son las únicas. También me viene la «p» de Prepotentes como lo son muchos hoy, y la que va después de la otra y hacen ese PP de tan ingrato recuerdo, y la «p» de Pavor, […]

Son éstas tres las más recurrentes «p» que me asaltan en estos días de zozobra y agitación, pero no son las únicas. También me viene la «p» de Prepotentes como lo son muchos hoy, y la que va después de la otra y hacen ese PP de tan ingrato recuerdo, y la «p» de Pavor, el que ha corrido como la pólvora entre el buen y aturdido ciudadano abducido al fin de tanto oír ¡invasión, catástrofe, colapso…! y otras tantas llamadas a las armas; pero es que ahora está también la «p» que precede a la «s» la «o» y la «e» para decir PSOE, que visto lo visto bien podría, igual que el resto de partidos que sufrimos, pasar a ser una sucursal del único partido que en verdad existe, el PME o Partido del Miedo Espantoso. ¿Díganme si no es el miedo la causa trasera de la repentina alineación a la derecha del señor Presidente y sus mensajes relativos a inmigración? Claro, aquello de la Alianza de Civilizaciones y otras chanzas de generosidad barata no eran más que parte del traje solidario y chachi que tocaba ponerse, nada más que eso, un engañoso vestido de carnaval, pura farsa palaciega porque ahora, echado un vistazo aquí afuera y visto el miedo de la gente a perder parte de la Panza que tanto les ha costado engordar, les entra a éstos el miedo a verse fuera de la Poltrona perdidos los tan preciados votos que pronto vendrán. Ahora, ya no cabe ni uno más de los que llegan, hay que echarlos a todos, ya no sirven los muchos y probados datos que hacen de la inmigración un fenómeno positivo económica y culturalmente. Llegó el consenso, la unanimidad, todos al fin de acuerdo, jacobinos y montañeses, encorbatados y descamisados, medianeros y terratenientes, todos, empujados por la imparable máquina de fabricar miedo ven ya sí en el «negro» la amenaza, a aquel que les va a robar tanto de lo que creen poseer, tanto que ahora más que nunca se impone la «p» del Parche de una muy alta y hermética muralla como única solución, al compás de un lotofagia que nos enferma imparable hasta hacernos olvidar los Humanos Derechos más elementales. Patética y Penosa Parodia… son algunas de las «p» que me sugieren las Predicas de nuestros queridos Parlamentarios.

Pero hay otras «p» que de entre tanta Ponzoñosa y Pérfida Palabrería también sentimos algunos sin taparnos los oídos ni mirar para otro lado, la que más Pesa en mi conciencia, la «p» de esas Pobres Personas que Padecen y Perecen por un poco de Pan… por un poco de Paz, por una infinitésima parte de lo que a nosotros nos harta y sobra. Y estas «p» me arrastran hacia otras que quieren gritar: Perdamos el miedo, Plantemos cara a la Pobreza, Podemos hacer algo… Ahora que medio mundo mira Perplejo hacia Los Cristianos también hay una Pregunta que de la aronera costa le vuelve a los cristianos: ¿dónde ha ido vuestra Pena, dónde está vuestra Piedad, cómo no se os Paraliza el Palpitar ante esta Pandemia sin Parangón? Créanme, largamente he pensado en esto y entiendo que humano es tener miedo, y aún más si se regala a espuertas o se inocula en silencio al que se resiste, pero a mí sólo me aterroriza una cosa: escuchar a ese que ahora es niño preguntarme dentro de veinte años «y tú… padre, ¿qué hiciste entonces por mejorar este asqueroso mundo que me habéis dejado?», y no encontrara respuesta que darle. Por eso sé que aunque el viento sople en contra hoy yo estaré ahí mañana para tender una mano y dar, y renunciar, sin temor, a un algo de lo mucho que tengo, empujando hasta derribar las Perversas Paredes que otros construyen en mi nombre, y saldré a la calle el 21 de Octubre a clamar en el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, y antes y después, contra este sistema injusto que ha de cambiar, como esa Pequeña Parte del Pueblo que no se doblega, ni teme, ni cede… y trabaja Paciente para que en este mundo imperen pronto otras más Placenteras «p», que suenen a Pacífico y a Poesía y a Paraíso, y a Pasión, y a Primavera, y a… ¿por qué no sigues tú?  

* Eloy Cuadra Pedrini. Aula de Solidaridad de la Universidad de Tenerife.