Los canales de comercialización son un tema recurrente de conversación, tanto si produces como si participas en algún colectivo, y puede que también si simplemente compartes inquietudes sobre el consumo con alguna persona afín. Desde hace tiempo, también en los debates con el consejo editor de la Revista venimos anotando pistas sobre aspectos que abordar […]
Los canales de comercialización son un tema recurrente de conversación, tanto si produces como si participas en algún colectivo, y puede que también si simplemente compartes inquietudes sobre el consumo con alguna persona afín. Desde hace tiempo, también en los debates con el consejo editor de la Revista venimos anotando pistas sobre aspectos que abordar en este sentido, y últimamente todos apuntaban a las transformaciones que están sucediendo.
Porque parece evidente que están pasando cosas en la distribución de alimentos. Adjetivos que nos parecían de uso reservado como ecológico, directo, de proximidad, están ahora en muchas etiquetas y estanterías, desde supermercados o anuncios en TV hasta los cada vez más abundantes portales de venta por Internet. Hemos tratado este tema con el ánimo de ofrecer algunos elementos de debate y aquí está el resultado final del particular ir y venir en el que hemos estado sumergidas estos meses.
El proceso de construcción de este número no ha sido fácil. A partir de una reflexión crítica, la de Xavi Montanyès, que abre los contenidos de la sección «Amasando la realidad», quisimos explorar la temática con un llamamiento a que lectores y lectoras nos dierais vuestro parecer al respecto pero que finalmente no funcionó. Así pues, nos aventuramos a tirar de los muchos hilos que teníamos delante: llamadas, correos electrónicos, intuiciones, entrevistas, visitas, lecturas de foros de discusión… para seleccionar cuatro iniciativas diversas que mostrar. ¿Cómo funcionan? ¿Quién las controla? ¿Qué nos cuestionamos? Una de ellas, el grupo de consumo Landare, nos entusiasmó y nos pareció importante darle más espacio y profundidad que al resto. En este proceso tuvimos muchas veces que rechazar esa tendencia a catalogar las iniciativas de forma simple y dicotómica (buenas o malas, mejores o peores) y descubrimos la necesidad de hilar mucho más fino. Nos acercamos a las compañeras de la economía solidaria y encontramos con ellas un montón de cosas que preguntarnos, una enorme escala de grises a la que acercarse para enriquecer estas reflexiones.
En el resto de secciones nos aproximamos a la situación de las mujeres lesbianas en el contexto rural agroecológico, y a conflictos y sucesos actuales: la huelga de trabajadoras en los mataderos de Osona, el golpe en Brasil visto desde los asentamientos del MST y la amenaza que sufren quienes defienden la tierra, sea en Honduras o en Andalucía. Y ponemos estas luchas junto a las de los guerrilleros y guerrilleras de la posguerra civil.
Esperamos que lo que hemos recogido en este camino pueda servir para alimentar un debate muy necesario sobre las formas de comercialización. A este lado ya celebramos los muchos lazos que nos ha ayudado a establecer y estrechar, y nos ha hecho sentir la necesidad de abrir un espacio para agradecimientos, donde, como siempre pasa, nunca estarán todos.
Fuente original: http://soberaniaalimentaria.info/numeros-publicados/56-numero-25/353-editorial-politizar-el-consumo