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Reactualizar la estrategia y el modelo

Por una economía de mercado con meta socialista

Fuentes: Rebelión

El lento avance del país en el terreno económico y las múltiples crisis que ello desencadena llaman a repensar la estrategia de desarrollo para la transición socialista y el modelo mismo de socialismo.

Los lineamientos previstos por el partido y las medidas del gobierno no han sido suficientes para imprimir a la sociedad un ritmo acelerado de crecimiento económico sobre el cual dar base segura a todas las necesidades y demandas sociales. La realidad indica que se requiere introducir correcciones en el plan inicial, siempre sin desechar el rumbo socialista, pues queda claro que la humanidad en general no puede estar conforme con los resultados del capitalismo a escala mundial por su concentración de la riqueza en pocas manos, el afianzamiento de la enajenación y sus inhumanas imposiciones de guerras y bloqueos.

Para repensar y dialogar, en estas líneas se propone una economía de mercado con meta socialista como solución a los urgentes problemas cubanos que impiden el bienestar y el desarrollo. Tal modelo parece viable ante la condición de bloqueo estadounidense que vive la República y la escasez de recursos naturales, financieros y tecnológicos que la caracteriza. Dicho modelo de socialismo podría asentarse sobre los siguientes cuatro principios:

1. Libertad de mercado plena para el sector privado con impuestos y regulación estatal razonables
2. Empresa estatal socialista productiva con creciente control obrero
3. Seguridad social, salud y educación de calidad garantizadas por el presupuesto del Estado
4. Profundización gradual del poder popular socialista desde la circunscripción al máximo nivel de la organización estatal

Las diferencias entre esta propuesta y las políticas vigentes saltan a la vista. La actividad privada tiene hoy demasiadas restricciones que no estimulan como hace falta la participación extranjera en la economía nacional (Estado bloqueado de poca extensión y sin recursos) y la relación del interior con el exterior. El monopolio estatal del comercio exterior debe ser suspendido. Los impuestos y negocios del Estado con el sector privado servirían para relanzar la empresa socialista con las materias primas, tecnologías, recursos financieros y relaciones humanas propios de una sociedad en transformación revolucionaria. También se daría mayor participación a la ciudadanía en la toma de decisiones, algo clave en la formación intelectual y política del hombre. Cuba necesita un modelo de sistema económico-social capaz de vencer el dogmatismo, el bloqueo y el subdesarrollo. El completamiento de la meta y la instauración de otra más alta será una utopía sin la demorada revolución socialista mundial.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.