La Mata de Sesimbra, próxima a Lisboa, ha sido el espacio elegido para la construcción de un proyecto mundial (‘Pelícano Espart’), pionero en términos ambientales, que incluye casas, zonas de trabajo y ocio y que permitirá alcanzar un balance global final de carbono cero. Se trata de la primera de cinco iniciativas verdes que es […]
La Mata de Sesimbra, próxima a Lisboa, ha sido el espacio elegido para la construcción de un proyecto mundial (‘Pelícano Espart’), pionero en términos ambientales, que incluye casas, zonas de trabajo y ocio y que permitirá alcanzar un balance global final de carbono cero. Se trata de la primera de cinco iniciativas verdes que es apoyada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y que respeta el concepto por ellos creado ‘One Planet Living’. Por primera vez, una construcción de esta dimensión contiene procesos de reducción de energía y de residuos, su coste total alcanzará el billón de euros y se crearán seis mil nuevos puestos de trabajo.
Esta iniciativa global tendrá otras comunidades equivalentes en EE.UU., China, África del Sur y Australia. Y cada una de ellas, incluyendo la de Portugal, servirán de vivienda para más de cinco mil personas, quienes en la futura ciudad encontrarán escuelas, fábricas, centros de salud y ocio, redes de transporte sustentables y recursos alimentarios. Además, en cada localidad se pondrá por primera vez en práctica la iniciativa ‘One Planet Living’, que define e implementa diez principios de desarrollo sostenible, como el uso de materiales sostenibles, de energías renovables de forma eficiente y de recursos locales, evitando transportes. Preserva también la conservación de la fauna y flora locales y la conservación y rehabilitación del patrimonio.
Inversión financiera
En el 2005, comenzará la construcción del proyecto que tendrá como inversión total más de mil millones de euros. De ellos, se destinarán 800 para la construcción y 90 para accesibilidad. En la equipación deportiva, de ocio y cultural, así como en la de espacios verdes, será necesaria una inversión de 105 millones de euros y otra de 20 para la reforestación y el programa de conservación de la naturaleza. Cada año en los próximos cincuenta, serán precisos dos millones de euros para la gestión de la conservación.
El concepto ecológico se aplicará desde su construcción, gracias al uso de materiales reciclables y a la puesta en práctica de procesos respetuosos con el entorno. Tambien se reducirá el nivel de residuos, se utilizará agua de lluvia y ésta se reciclará, para alcanzar cortes elevados en el consumo de la misma, ya sea en el ámbito doméstico o en el agrícola. Existirán abastecimientos diferenciados para el agua potable, para el riego, para las cisternas y para los campos de golf.
Durante su visita a Portugal para la presentación del proyecto, el director general de WWF, Claude Martin, subrayó que esta iniciativa ‘va a ser un importante ejemplo para el resto del mundo’. Martin considera que las ONG piden a las personas que tengan una vida menos confortable, sin calefacción o luz. Por eso, ‘este proyecto va a demostrar que se puede tener una calidad de vida igual o mejor que en un edificio común. Y muestra que el desarrollo sostenible puede ser bueno para el planeta y para las personas’.
Revolución en el turismo
El proyecto portugués incluye hoteles, casas para veranear y zonas recreativas que supondrán una evolución ambiental en relación al turismo tradicional. ‘Pelícano Espart’ anula otra iniciativa turística en la aldea de Meco, que había provocado muchas críticas entre los ecologistas portugueses. No obstante, las cinco mil hectáreas del emplazamiento de la Mata de Sesimbra están incluidas en la Red Natura 2000, lo que ha despertado también la preocupación de las asociaciones ecologistas. Según Claude Martin, ‘estamos buscando desarrollos alternativos e intentamos alcanzar un nuevo patrón para las inversiones turísticas, no sólo en Portugal, sino en toda la región del Mediterráneo’. Una zona que cada año recibe a cerca de 220 millones de turistas. Para llevar a cabo este proyecto, WWF ha conseguido el apoyo de relevantes figuras mundiales, como Herbert Gigarde, uno de los más conocidos defensores del desarrollo sostenible; Margot Wallström, comisaria europea de Medio Ambiente, y Lorg Whitty, ministro inglés de Energía y Desarrollo Sostenible.