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Entrevista a Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano

Posada Carriles, el hombre invisible para el gobierno de EEUU

Fuentes: Radio Progreso Alternativa

El tema de Luis Posada Carriles, cuyo prontuario terrorista ha sido recientemente divulgado con amplitud, primero por el presidente cubano Fidel Castro y después por algunos medios de prensa, sigue ocupando el interés de la población cubana. Por su alcance y por las implicaciones que tiene, debiera empezar a preocupar a la propia sociedad norteamericana. […]

El tema de Luis Posada Carriles, cuyo prontuario terrorista ha sido recientemente divulgado con amplitud, primero por el presidente cubano Fidel Castro y después por algunos medios de prensa, sigue ocupando el interés de la población cubana. Por su alcance y por las implicaciones que tiene, debiera empezar a preocupar a la propia sociedad norteamericana. Uno de los aspectos subrayados por el Presidente Castro es que Posada fue llevado ilegalmente a Estados Unidos desde México por su amigo y asociado Santiago Álvarez Fernández-Magriñat, a bordo de la embarcación «Santrina».

El 20 de abril pasado, en el programa «A mano limpia» del Canal 41 de Miami, Santiago Álvarez Fernández-Magriñat aceptó que él había estado a bordo del barco «Santrina», el cual quedó varado el día 14 de marzo en Isla Mujeres, en el estado de Quintana Roo, México. Sin embargo, negó que Luis Posada Carriles hubiese ingresado al territorio norteamericano en ese barco.

Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y experto participante en las relaciones cubano-norteamericanas, amplía las declaraciones que previamente hizo el gobierno cubano.

Progreso Semanal (PS): ¿Qué tienen que decir en este momento las autoridades cubanas?

Ricardo Alarcón (RAQ): En ese programa, Santiago Álvarez prácticamente confirmó las informaciones que había publicado anteriormente el diario mexicano Por Esto, del estado de Quintana Roo, y también las que nosotros hemos expuesto desde aquí desde La Habana. El único punto en el que él trató de apartarse de la verdad es en el dato concreto de si la entrada de Posada a Estados Unidos fue en el barco «Santrina» (propiedad de Álvarez). Pero en el mismo programa el conductor le recordó -y él confirmó- que el contrabando de personas es un delito federal. Álvarez no es tan tonto como para auto inculparse públicamente en televisión; eso sería una estupidez. Ahora él sí dijo que Posada había llegado desde México, que había entrado a México, que hizo un recorrido por América Central, y que desde México entró a Estados Unidos. El conductor le pregunta: «¿Por mar o por tierra?» Y Álvarez sólo dice: «Desde México. No voy a decir más nada».

Eso significa varias cosas. Recordemos que fue Álvarez quien organizó el viaje de Posada y de sus tres cómplices desde Panamá (esos tres que hace rato están públicamente en Miami) cuando fueron indultados por la señora Moscoso al final de su mandato presidencial. Álvarez explicó las andanzas de Posada por Centroamérica, desde agosto del año pasado hasta marzo de este año. Dijo que paseó por varios países, dijo incluso que a veces se fue de cacería, que no tuvo ningún problema en varios países, que finalmente entró a México y que desde México fue hacia Estados Unidos. Quiere decir esto que él mantenía contacto con Posada, el mismo que tenía cuando estaba en prisión en Panamá, el que tuvo después que lo llevó hasta Honduras y a lo largo de ese tiempo hasta que llegó a Estados Unidos. A mi me parece que quizás lo más importante de esa comparecencia de Santiago Álvarez es, primero, que él confirmó que Luis Posada Carriles está en Estados Unidos, pero no allá en un paraje desconocido de los Estados Unidos, que es un país de enorme territorio, sino que dijo: «aquí en Miami». Lo dijo dos veces. Además, habló de su estado de ánimo, de su estado de salud. Incluso, mostraron ahí un video, no muy profesional y bastante viejo que dijo Santiago Álvarez que él no había visto porque se lo habían entregado ese día. ¿Quién se lo dio? Porque de ese video y de las alegaciones esas de Morales Navarrete. Yo recuerdo que eso fue empleado en los años 80 por Luis Posada Carriles. Él es quien ha usado esa desinformación para tratar de apuntar en dirección de otras personas, también de origen cubano, y que también estuvieron vinculadas con la DISIP en Venezuela, igual que Posada, pero que todos tienen una característica común: están muertos. Es decir, no cabría posibilidad de enjuiciarlos ni de hacer nada contra ellos.

Conclusión, Santiago Álvarez reconoce que Posada, con el que ha estado en comunicación constante desde su prisión en Panamá, no sólo está en territorio norteamericano, sino en un condado en particular, en una ciudad en particular. Esto realmente, por lo que implica el terrorismo, se trata de la ausencia de moral. A mi no me gusta decir «doble moral» ni «doble rasero» porque ahí no hay ningún rasero, ninguna moral.

El mismo día y al día siguiente, el vocero del Departamento de Estado, en respuesta a un periodista que le pregunta qué tiene que decir de un terrorista que está en Estados Unidos, responde con un gran cinismo: «¿Usted tiene el nombre?» y entonces el periodista le responde: «Luis Posada Carriles». Respuesta del vocero: «Bueno, déjeme averiguar».

Eso fue el 21 de abril a mediodía en Washington. Antes, el 20 de abril por la noche, un amigo de Posada que ha estado y está en comunicación frecuente con él confirma en televisión que está allí, vivito y coleando, y que además él sabe donde está. Lo mínimo que debería haber hecho inmediatamente el Buró Federal de Investigaciones hubiera sido llamar al señor Santiago Álvarez y preguntarle dónde está este hombre. ¿Cómo entró? ¿Cuándo entró?

Es muy interesante. Noche del 20 de abril, Santiago Álvarez por una parte diciendo que Posada está en Miami y demostrando que está en contacto con él. Ese mismo día en el programa de Lou Dobbs en CNN, que todas las tardes arremete contra la inmigración llamada ilegal, le dedica un gran espacio al tema, Dobbs entrevistó a algunos senadores, una gran discusión en que están ahora a ver cómo toman nuevas restricciones con los indocumentados. Y en otro canal un reportaje sobre setenta y tantos mexicanos que rescató Inmigración allá en el desierto de Arizona, gente que desde México, como Posada, trató de entrar a Estados Unidos. Y en ese reportaje hablan nada más y nada menos que de 256 personas que murieron, cuyos cadáveres fueron encontrados en ese mismo desierto. ¿Qué está sugiriendo Santiago Álvarez? ¿Que Posada atravesó el desierto de Arizona y entró sigilosamente? ¿O la verdad: que él lo llevó en un yate hasta allá?

PS: Acerca del barco, hay informaciones que ha seguido muy de cerca el diario Por Esto, que usted mencionaba. El día 22 de abril se publicó un reporte en ese mismo diario que parece desmentir las declaraciones del capitán del barco, el señor José Pujol, quien ha sido señalado como un viejo agente de la CIA por Cuba en varias ocasiones. En esta oportunidad Por Esto informa que el señor Alfredo Arellano, quien es director regional de Áreas Protegidas en la Península de Yucatán, que incluye a Isla Mujeres, dice que nunca había tenido contacto ni había recibido ninguna llamada o información o solicitud de trabajo por parte de la institución a la que pertenece el «Santrina», la Caribbean Dive Research Foundation. Según Arellano, nunca recibió ningún comunicado ni tuvo conversaciones con esa fundación, pero además, él y su organización desconocen la existencia de esa supuesta institución ecológica. ¿Pudiera opinar sobre esto?

RAQ: – Yo conozco la información que publicó Por Esto y las declaraciones de Arellano. Creo que en la misma entrevista Santiago Álvarez anunció que vuelve a Isla Mujeres con un grupo de jóvenes supuestamente asociados a esa inexistente fundación, o que al menos los mexicanos no han logrado ubicar.

PS : Yo no he encontrado esta institución al hacer una búsqueda en Internet, salvo las noticias relacionadas con Posada Carriles.

RAQ: Yo recibí la noticia de que por Internet está circulando una información de alguien que se puso a rastrear en los bancos de registro de buques y embarcaciones para tratar de ubicar al «Santrina», y al parecer esta persona sólo encontró dos referencias a embarcaciones con ese nombre, pero ambas tienen matrícula de Australia y aparecen registradas, una en 1963 y otra en 1964, en Brisbane, Australia. Habría que ver si esta del señor Álvarez es clandestina, si no está registrada en ninguna parte. Otro elemento curioso, es una fundación que no aparece, con un barco que tampoco aparece, pero que existe y está en Miami.

La Cámara de Diputados de México acaba de aprobar una petición al gobierno federal para que investigue qué sucedió en Isla Mujeres y qué ocurrió con el tránsito por México de un conocido terrorista. Además, Santiago Álvarez está inculpando al Gobierno mexicano, porque la sugerencia de que entró a México desde un país centroamericano -no por la vía marítima- y que desde allí pasó a Estados Unidos, la única forma de hacerlo es atravesando todo el territorio mexicano, desde Chetumal hasta la frontera norte. Así que está diciendo que no sólo se paseó por América Central, sino que se paseó por todo México.

No es verdad; nosotros estamos convencidos de que salió desde el extremo casi fronterizo de México, el extremo sudeste de México en ese «Santrina» misterioso que no está registrado, por lo menos no aparece en Internet, según la información que está circulando y, además, el nombre de una fundación que como usted ha confirmado, tampoco está registrada.

Me parece que aquí hay muchas cosas que están obligados a investigar sobre todo las autoridades del país que hizo adoptar el 28 de septiembre del año 2001 la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad.

PS: ¿Qué implica esa resolución?

RAQ: A raíz de ese acto horrendo del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos promovió una acción muy fuerte a escala internacional, de la que nadie puede escapar, para combatir el terrorismo. A partir de esta Resolución se creó un Comité Permanente del Consejo de Seguridad, que en el momento de su formación estaba presidido por el representante del Reino Unido en el Consejo de Seguridad. Todos los miembros del Consejo pertenecen a él, todos los estados tienen que informar regularmente a ese Comité de lo que están haciendo, de las medidas que adoptan, de los problemas que enfrentan para poder combatir con más eficacia el terrorismo. Esta es una Resolución que se adopta, según dice en el último párrafo preambular: «Actuando bajo el Capítulo Séptimo de la Carta de las Naciones Unidas». Quiere decir que lo que viene a seguidas es de obligatorio cumplimiento para todos los estados, no sólo de las Naciones Unidas sino del mundo, y que el que incumpla esto puede ser castigado con sanciones, con medidas coercitivas por parte de las Naciones Unidas. Esa fórmula mágica de actuar bajo el Capítulo Séptimo todo el mundo sabe lo que quiere decir: «Si no haces lo que aquí dice, podemos actuar contra ti, incluso usando la fuerza militar».

A partir de ahí hay una serie de decisiones acerca de lo que los estados están obligados a hacer y que no puede ser más explícita. No se puede de ninguna forma, ni activa ni pasivamente tolerar desplazamientos de terroristas, entradas de terroristas, de gente que apoya a los terroristas, de gente que los proteja, de gente que los financie.

Y ahí hay en Estados Unidos un señor que está diciendo públicamente que él financia a un terrorista, que él protege a un terrorista, que sabe dónde está, que sabe de sus paseos por el mundo, que está en comunicación con él ahora mismo. Y Estados Unidos viola esta Regulación del Consejo de Seguridad, que fue presentada por Estados Unidos, fue redactada por Estados Unidos y Estados Unidos logró que fuera aprobada unánimemente por todos los miembros del Consejo. Yo propongo que todo el mundo la lea cuidadosamente, que la revise, para que vea el mundo cómo Estados Unidos la viola cada día que pasa sin que detenga a Luis Posada Carriles.

Se habla de que Posada está en Miami hace aproximadamente un mes, y no escondido, porque está en contacto con él al menos un señor que sale por televisión y da detalles acerca de su comunicación con él, y está en contacto también con Posada el Sr. Soto, su abogado. Desde el punto de vista legal, el gobierno de Estados Unidos no puede decir que no tiene pruebas de que Posada está en Estados Unidos, porque tiene la prueba fundamental, la de su abogado que lo representa legalmente. Y ese abogado ya dijo antes que Posada está allí. Lo que hace Santiago Álvarez es promocionar la presencia de Posada, pero desde el punto de vista legal basta el anuncio hecho por el abogado, que lo hizo además ante la prensa, públicamente, para que legalmente nadie pueda poner en duda que está allí.

Se mantienen diciendo lo mismo hace más de un mes: que no saben. ¿Cuántos inmigrantes han sido capturados, detenidos, encarcelados y expulsados de Estados Unidos durante el último mes? Son miles. ¿Cuántos han sido interrogados en factorías, en barrios, en arrabales de todas las ciudades de Estados Unidos? Pregunten a cualquier latino. ¿Nunca se han topado en este mes con agentes de la Migra pidiéndoles documentos? ¿Conoce a algún otro inmigrante que esté a la espera de ser admitido y que se dé el lujo de decir dónde está y que no vayan a buscarlo? ¿En Miami no buscan a inmigrantes ilegales?

PS: En su opinión, ¿a qué se debe esta inacción de las autoridades norteamericanas?

RAQ: Bueno, eso es una excelente pregunta y una vez más uno tiene motivos fundados, como los tuvo Carlos Andrés Pérez que, como se sabe, no es precisamente un enemigo de los Estados Unidos. En noviembre de 1976, siendo Carlos Andrés Pérez presidente de Venezuela, en los términos más amistosos hacia Estados Unidos le pidió, por el bien de la reputación norteamericana, que lo ayudara, que le diera la información que EEUU poseía sobre la voladura del avión cubano en Barbados a fin de despejar cualquier duda, cualquier especulación como las que había en la prensa de esos días, la norteamericana y la latinoamericana, de que EEUU estaba involucrado.

Por supuesto que estaba involucrado, y aparece así en el informe de la policía de Trinidad-Tobago, en el informe de la policía de Barbados, aparece en los testimonios de los acusados. Y este Posada Carriles -y lo reconoce el gobierno de los Estados Unidos- fue un funcionario, un oficial de la CIA en los años 60, en los años 70, ocupó grandes responsabilidades que se pueden tener sólo si se tiene el aval, el respaldo, la recomendación o está designado por el propio Gobierno de Estados Unidos. Cualquiera no era jefe de operaciones de la DISIP (policía política venezolana) en la época de la lucha contra la guerrilla en Venezuela, en los años 60; cualquiera no podía ser asesor de seguridad del presidente Napoleón Duarte de El Salvador, en la época en la que este enfrentaba también una situación de guerra civil; cualquiera no era asesor de seguridad de Vinicios Cerezos cuando era presidente de Guatemala. Y no olvidemos otra cosa: Posada Carriles salió de la cárcel de San Juan de los Morros, en Venezuela, donde estaba esperando el fallo de un tribunal que no lo pudo absolver. Su absolución es una gran mentira que dicen los amigos de Posada. El acta final del tribunal absuelve a Bosch, basándose en una trampa realmente miserable, que es que no aceptó los documentos presentados en inglés por las autoridades caribeñas. Los habían presentado diez años antes. Y ahí estaban todas las pruebas de todas las investigaciones que sí hicieron muy seriamente Barbados y Trinidad, que probaban el vínculo directo entre Posada y Bosch con Hernán Ricardo y Freddy Lugo (los que colocaron las bombas en el avión civil cubano), que sí fueron condenados. Y en el caso de Posada el tribunal lo declaró fugitivo, que no es lo mismo que absolverlo. Salió y a las pocas semanas Posada estaba dando declaraciones a una publicación venezolana en las que decía que estaba otra vez luchando contra el comunismo en tierras de Centroamérica.

PS: Cuando estaba en Ilopango, en El Salvador.

RAQ: Ya estaba en Ilopango. Después todo eso se revela cuando el famoso caso Irán-Contras, pero ¿qué fue lo que se reveló con el Irán-Contras? Que Posada salió de Venezuela y lo llevaron hasta Ilopango, fíjate que él no se va a esconder, no es una persona que se escapó de una prisión y va y se esconde, cambia de identidad. No, va a desempeñar una función de mucha responsabilidad: va a trabajar en un plan secreto, un plan clandestino, ilegal, porque en esos tiempos una ley del Congreso de Estados Unidos prohibía suministrar armamento a los «contras», y sin embargo la Casa Blanca de Reagan, usando a Oliver North, que era un asesor del presidente de los Estados Unidos y tenía su oficina en la Casa Blanca, se encargó de organizar y llevar a cabo ese plan encubierto para suministrar armas a los contrarrevolucionarios nicaragüenses. ¿Y a quién diablos pone al frente de eso en Ilopango? Estaba Félix Rodríguez -otro amiguito de Posada que aparece a cada rato hablando en Miami-, y específicamente Luis Posada Carriles. Si no hubiera sido porque los sandinistas derribaron un avión, aquel famoso caso del piloto Eugene Hasenfuss, y a partir de ahí el piloto dice quién es el que le da las armas, que es el señor Medina que resulta ser Posada bajo el seudónimo de Medina. Si no es por eso, hubiera estado trabajando durante años para la Casa Blanca.

Hay otra cosa también que yo no sé qué dirá el señor Orlando Bosch. La Casa Blanca organiza un operativo para sacar a Posada de la cárcel, pero no a Bosch, que estaba a unos metros de él. Es decir, ellos organizaron un plan para sacar a uno de los dos, al que era importante para ellos, porque Bosch era la gran figura pública, el gran terrorista; pero el operativo, el cuadro clave que ellos tenían que sacar era a Luis Posada Carriles. Y además, sacarlo para que siguiera trabajando con ellos, que es lo que hace desde Ilopango. Después desaparece, cuando vino el escándalo Irán-Contras, pero se sigue hablando de él, él sigue dando entrevistas. The Miami Herald publicó una en Tropic y después saltamos a los 90, cuando este mismo señor da la famosa entrevista en el The New York Times.

PS: Sí, a Ann Louise Bardach, que se publica los días 13 y 14 de julio de 1998.

RAQ: En la entrevista él reconoce lo que nosotros sabíamos: que todo ese tiempo había estado muy activo y describe, explica en detalle como es que él estaba dirigiendo los ataques con bombas a las instalaciones turísticas en Cuba en 1997, y en uno de esos actos terroristas muere un turista italiano. Después viene la historia de Panamá, el plan para asesinar a Fidel.

PS: Hay quienes interpretan que el haber concedido la entrevista a The New York Times en 1998 estaba determinado porque después del fallecimiento de Jorge Más Canosa (presidente y fundador de la Fundación Nacional Cubano-Americana) Posada se sentía un tanto abandonado en varios aspectos, tanto en apoyo logístico como financiero y político, y que esa entrevista era una manera de presionar. Este mismo factor de todo lo que él sabe, ¿estará determinando la actuación de las autoridades norteamericanas?

RAQ: Es posible. Además, habría que preguntar por qué ahora aparece con esta acción que evidentemente ha colocado en una situación embarazosa a las autoridades norteamericanas. Obsérvese que hasta ahora la única respuesta que han sido capaces de articular es que no saben dónde está el señor Posada, lo cual es una tontería y es un desconocimiento elemental de sus obligaciones. Ellos sí saben. Salvo que consideren que el abogado Soto está mintiendo y faltando a la ética profesional y deberían entonces actuar contra él. Pero supongamos que no lo saben. Seamos generosos con ellos y aceptemos que no tienen nada que ver con la extraña llegada de este hombre a suelo norteamericano. Digan entonces qué otro inmigrante ha llegado a Estados Unidos en el último mes y se haya dado el lujo de contratar a un abogado, de presentar sus papeles y de mantenerse oculto a la espera de que le den una entrevista. Por cierto la noche del 20 de abril también, la misma CNN dio el dato de que hasta esa fecha, a la altura del 20 de abril de este año, había más de 34 mil solicitudes de asilo político en los Estados Unidos. Es decir, hay muchas otras personas que están pidiendo lo mismo. ¿Y cuál es la diferencia entre Posada y esos otros solicitantes de asilo político? Que más de 20 mil están presos. Deben ser personas que han sido detenidas, capturadas, que están alegando motivos de persecución o qué se yo para que los dejen en EEUU. Más de 20 mil presos y uno que se da el lujo de andar por ahí.

Posada no es ningún tonto. Él tiene una larga carrera, profesionalmente es un hombre muy entrenado y él sabe de conspiración y de juego sucio. Lo mejor para él es que lo arresten. Técnicamente las autoridades lo han declarado como desaparecido. Todos los días hay declaraciones de su representante diciendo que él está allí y el gobierno de Estados Unidos no se da por enterado. Posada Carriles no existe. Posada Carriles es una fuente de embarazo para el gobierno de Estados Unidos, los coloca en una posición difícil. Para algunos funcionarios de ese gobierno -especialmente los que tienen que ver con el trabajo sucio, con el trabajo ilegal, con la subversión, con los crímenes, con el apoyo al terrorismo- lo mejor sería que Posada Carriles no existiese, por eso lo dan como una no persona, que no está en Estados Unidos por mucho que él siga repitiendo que está allá. Yo creo que debemos preocuparnos por la salud de Luis Posada Carriles, por su integridad personal, que no lo vayan a desaparecer del planeta, que no lo vayan a asesinar, que no lo vayan a eliminar, que sería el fin de esta historia. Hace falta que lo protejan, que lo cuiden. Y para eso, en primer lugar, hace falta que lo saquen de la condición de desaparecido en que lo tienen hoy las autoridades de Washington. Que lo presenten, que lo detengan y que entonces actúen, si se atreven, a enviarlo a Venezuela como deben hacer para que sea juzgado por Venezuela o por un tribunal internacional o lo mínimo, que ellos le aplicaran alguna sanción o que reconozcan que «Aquí los terroristas amigos de los nuestros, amigos de los Bush, tienen cabida», y entonces que lo admitan. Pero como está ahora en ese limbo que dicen que Posada no existe, que no está allí, que no saben dónde está, uno tiene derecho a temer que lo quieran eliminar realmente para terminar con esta historia, para que nuestras denuncias sobre su responsabilidad en el terrorismo contra Cuba y el patrocinio norteamericano de ese terrorismo queden ocultas para siempre.


* Manuel Alberto Ramy es jefe de la corresponsalía de Radio Progreso Alternativa en La Habana y editor de la versión en español de Progreso Semanal/Weekly.
Traducción de Germán Piniella.