Ha sonado la alarma, un cañonazo que nos deja ver lo que es tan lógico como pocas cosas en este mundo. No podemos gastar más de lo que tenemos. Ahora cada uno busca dónde está el que sobra y lo miran de reojo como quien no quiere las cosas. El aludido se sacude, salta, regurgita […]
Ha sonado la alarma, un cañonazo que nos deja ver lo que es tan lógico como pocas cosas en este mundo. No podemos gastar más de lo que tenemos.
Ahora cada uno busca dónde está el que sobra y lo miran de reojo como quien no quiere las cosas. El aludido se sacude, salta, regurgita y pone sobre la mesa cuanto ha hecho, pero la verdad es que no es el individuo, es el puesto y el presupuesto los que asoman al lío.
Eso es enormemente cierto, sin embargo, el peligro salta en los medios como algo verdaderamente contagioso.
Ya se ha dicho que quien no tiene audiencia, como dice Antolín . Díganlo: Se va. En esa vuelta corren el riesgo de perderse algunos ¨programillas¨ que atentan contra la audiencia, parece.
Cuando escucho esos criterios, juro que siento escalofrío, hace unos años la pelea era contra la estolidez, todo lo banal debía quitarse del medio, surgieron términos incluso como la entronización de la bobería y se hicieron mesas redondas y programas especiales, sin embargo ahora veo, al menos cerca de mi que los de menos audiencias tienen que salir del ruedo.
Ya Ramonet habló de una Propagada silenciosa y Desiderio Navarro habló del Kirstch nuestro de cada día y citó incluso aptitudes apologéticas hacia el Kirstch.
Los dos autores citados nos alertan en publicaciones hechas en Cuba sobre la necesidad de profundizar en las entregas y echar por la borda cualquier intento de banalización de los medios, sin embargo los que corren riesgo ahora que hablamos de presupuestos bien usados son los de ¨ menos audiencia ¨.
Y cuáles son los de » menos audiencia «: habría que buscar en profundidad porque indudablemente un programa de ópera quizá quede con muy poco público, uno referido al ballet, la música clásica, el jazz y señores, qué decir de la música de trovadores o joven alternativa.
Ojalá y toda la radio se analice detenida y no nos quedemos solo para promover reggaetón, Ricky Martin y Los Van Van, estos últimos un verdadero privilegio.
Sé que hay sabiduría en muchos de los decisores pero me gustaría recordar con Desiderio Navarro aquello que dijo Brecht : ¨Hay que satisfacer las necesidades de la población. Pero luchando contra la necesidad de cursilerías¨
Fuente: http://caracoldeagua-arnoldo.blogspot.com/2010/07/presupuesto-radio-cursileria.html