El parque eólico «Pincesa Amalia» está situado a ventitrés kilómetros de las costas holandesas. Funciona desde el pasado mes de junio y sus sesenta turbinas cubren la electricidad de ciento venticinco mil hogares. La Comisión estima que el porcentaje de energía eléctrica procedente de fuentes renovables, un quince por ciento actualmente, debe ser del treinta […]
El parque eólico «Pincesa Amalia» está situado a ventitrés kilómetros de las costas holandesas. Funciona desde el pasado mes de junio y sus sesenta turbinas cubren la electricidad de ciento venticinco mil hogares. La Comisión estima que el porcentaje de energía eléctrica procedente de fuentes renovables, un quince por ciento actualmente, debe ser del treinta y cinco por ciento en 2020. La energía eólica supondría el cuatro por ciento de esa previsión. Muchos expertos no dudan en apostar por ella. El europarlamentario Claude Turmes del grupo de los Verdes asegura que » Europa ya es hoy en día líder mundial en material para energía renovable, asi que si se invierte en ella se creará empleo en Europa y disminuirá nuestra dependencia energética. Y si Europa se mueve, los demás van a hacer otro tanto porque en lo que respecta al mendioambiente, y sobre todo hoy, depués del «crash» financiero somos lideres mundiales. No hay que tener miedo de mantener ese liderazgo».
Alemania, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Finlandia, Bélgica, Irlanda y Holanda, disponen ya de parques eólicos «offshore». En Italia hay otra plataforma en fase experimental, aún no conectada a la red. Francia, Polonia y España intentarán la experiencia a partir de 2015, tal y como explica
Steve Sawyer de «Global Wind Energie Council».
Según Sawyer «el Mar del Norte es la cuna de la moderna industria eólica. Hay sitios en los que el viento sopla muy bien en comparación con otras zonas en donde la densidad de población es muy alta. Me parece un buen sitio para desarrollar los molinos eólicos. Además la demanda alrededor del Mar del Norte es muy alta y está zona está bien conectada a las redes. Los parques «offshore» pueden garantizar un suministro aún mayor de energía eléctrica».
Según Claude Turmes, «los días en los que haya mucho viento en Alemania, se pueden cerrar las centrales de carbon, es bueno para el clima, aunque no tanto para los beneficios de las grandes empresas energéticas como EoN o RWE … Por eso los grandes grupos eléctricos se oponen a las energías renovables».
Construir un parque eólico en alta mar cuesta practicametne el doble que en tierra firme. Y aunque los expertos reconocen que aún no se ha establecido el ratio entre costes y beneficios, está comprobado que este tipo de plataformas producen un cuarenta por ciento más de energía que sus gemelas tierra adentro.
http://www.euronews.net/es/article/21/11/2008/wind-of-change/