La producción forestal, que para grandes propietarios de tierra es concebida como plantío en gran escala, para los pequeños agricultores puede significar generación de renta, pues la producción forestal no se pierde tan fácilmente con las sequías, lluvias excesivas y otras variaciones del clima. Estas ventajas también son indicadas por el profesor Donald Sawyer, del […]
La producción forestal, que para grandes propietarios de tierra es concebida como plantío en gran escala, para los pequeños agricultores puede significar generación de renta, pues la producción forestal no se pierde tan fácilmente con las sequías, lluvias excesivas y otras variaciones del clima.
Estas ventajas también son indicadas por el profesor Donald Sawyer, del Centro de Desarrollo Sustentable de la Universidad de Brasilia, en Brasil. Trabajando desde los años 80 con cuestiones ligadas al medio ambiente, él garante que la producción forestal en los asentamientos de reforma agraria puede ser una óptima alternativa para la recuperación de áreas degradadas.
«El medio ambiente es fundamental para la supervivencia de la tierra. Muchas veces reciben áreas destruidas y necesitan recuperarlas, otras veces reciben áreas que todavía tienen bosques y pueden utilizar este hecho para ganar más dinero que el que ganarían con la producción de granos. Eso es muy útil y vital para los asentamientos de reforma agraria».
Según Sawyer, ese será un paso importante para el crecimiento de la población rural.
«Se piensa que la población rural es una especie en extinción. No lo es. En 2050, debemos tener alrededor de 60 millones de personas viviendo en el campo o en pequeños núcleos urbanos en el interior. Eso corresponde al tamaño de países como Francia. Es mucha cosa».
En 2004 la producción forestal de Brasil sumó 3,8 millones de dólares, de los cuales más de 60% han venido de la silvicultura, que es el cultivo de bosques plantados.