El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la ONU por el inicio de la Conferencia de Estocolmo en 1972 sobre Ambiente, que creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente (PNUMA). Desde entonces todos los indicadores ambientales han empeorado.
El artífice de ese “logro”, de la Eco 92 de Río y la Agenda 21, entre otros hitos, fue el canadiense Maurice Strong, que dirigió durante años aquel Programa. Lo que muchos desconocen es quién fue este peón del poder global.
Distintas investigaciones han revelado sus actividades y los fines inconfesables de su supuesto amor al entorno.
Strong era un aventurero, delincuente y la cara visible del poder capitalista y destructor en el mundo, que por sus correrías murió exiliado en Beijing, después de conocerse sus décadas de intrigas empresariales, crímenes contra la humanidad y la destrucción del ambiente. Su vida terminó intentando beneficiarse de niños iraquíes hambrientos.
Este petrolero cuenta en su currículum con la Presidencia de Power Corp., de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, Jefe del Programa Medioambiental de Naciones Unidas, fundador del Foro Económico Mundial de Davos, padre del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC). Todo un globalista comprometido.
Su meteórico estrellato internacional se debe a que Noah Monod, Tesorero de las Naciones Unidas, lo presenta a quien estará detrás de su ascenso: David Rockefeller. A partir de allí, a donde vaya Strong, Rockefeller y socios serán su sombra.
Por sus relaciones con las élites fue nombrado director de Power Corp., la niña bonita de los poderosos «Rockefellers canadienses“, proveedora de líderes políticos, que contrata a un recién salido de Harvard llamado James Wolfensohn, futuro presidente del Banco Mundial.
Entre los “filántropos” que generosamente “donaban” su dinero estaban el Chase Manhattan Bank y la Fundación Rockefeller. Strong usaba su apariencia cuasi-gubernamental para influir en la política del Tercer Mundo.
Alcanza su nivel en 1969 cuando el embajador de Suecia en la ONU lo llama para dirigir la Cumbre de Estocolmo sobre Ambiente Humano, celebrada en 1972 y no por su amor al ambiente, sino porque ya es reconocido como una fuente inagotable de contactos políticos, empresariales y financieros tanto en el primero como en el Tercer Mundo.
Según otras fuentes “Strong encarga escribir Sólo Un Planeta Tierra”, un texto fundacional sobre desarrollo sostenible que el imperio promociona intensamente para justificar la gestión y apropiación global de los recursos.
La Cumbre de Estocolmo es aclamada como un hito por el movimiento ambiental. De ella surge una burocracia en la ONU, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con su dirección.
En 1987, en el “IV Congreso sobre Áreas Silvestres del Planeta”, una reunión de importancia histórica de la que casi nadie ha oído hablar, coincide con Rockefeller, James Baker y el Barón de Rothschild y el tema gira en torno a la cooptación económica del floreciente movimiento ambiental que Strong había creado a través del PNUMA.
En él se propone la creación del Banco Mundial para la Naturaleza, concebido como un “segundo Plan Marshall” para “aliviar la deuda” del Tercer Mundo, a través del concepto favorito del poder: el “desarrollo sostenible”.
Ello se hace realidad cuando Strong preside la “Cumbre de la Tierra” de Río, más conocida como el origen de la Agenda 21 y menos conocido es que dio lugar a la creación del Banco Mundial para la Naturaleza.
Strong siguió liderando los resultados de Río a través del Consejo de la Tierra, la Carta de la Tierra y sus cargos en el Instituto de Recursos Mundiales, en la Junta Directiva del Instituto para el Desarrollo Sostenible, y otros.
Durante años dirigió la Fundación del Foro de Davos, asesor del Banco Mundial, miembro del Consejo Asesor para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, del Consejo Empresarial Global para el Desarrollo Sostenible, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), de Recursos para el Futuro y de las Becas Eisenhower.
Los intereses de los Rockefeller estuvieron presentes en su vida desde muy temprano, lo que explica por qué las puertas parecían abrirse para él dondequiera que fuese y que su mensaje fuera y es repetido por funcionarios de todo el mundo.
¿Estaba Strong realmente interesado en la protección del ambiente? Seguramente que no, ya que el objetivo de sus jefes era totalmente distinto y el éxito de la agenda de “gobernanza global” para el manejo de recursos naturales durante décadas es un testimonio de los increíbles recursos de los Rockefeller, los Rothschild y otros, que han financiado la creación de la misma y siguen imponiéndola paso a paso.
Su estrella se apagó cuando el empresario surcoreano Tongsun Park, fue condenado en EE.UU. por sobornar a funcionarios de la ONU. Strong renunció, huyó a Canadá y de allí a China, donde murió en 2015.
Hoy estos personajes no tienen cabida, pero el poder se acomoda e impone íconos más amigables, como la niña Greta Thunberg, para poder seguir con sus tropelías en el planeta.
En consecuencia, ¿qué festejamos el 5 de Junio, el Día mundial del Ambiente o el triunfo de los ricos sobre los desarrapados del mundo?
Ricardo Luis Mascheroni. Docente.