«(en este país)… se puede hacer cualquier cosa, cualquier cosa… por el simple ejercicio de nuestra voluntad podemos tener un poder benefactor prácticamente ilimitado» «El corazón de las tinieblas». Josep Conrad Siguen vaciando el cajón de los comunes, el cajón del 99%. Además del robo continuado escandalizan su despilfarro, su atropello de los más débiles, […]
«El corazón de las tinieblas». Josep Conrad
Siguen vaciando el cajón de los comunes, el cajón del 99%.
Además del robo continuado escandalizan su despilfarro, su atropello de los más débiles, sus actos públicos y privados, y cuando se comenta es fácil ver la estela que llevan tras ellos, toda una cohorte de anhelos violentos por la riqueza social, por la apropiación de nuestros bienes, por la falsificación de la Historia y los conceptos más dignos.
El pueblo lo ha visto y comprendido, y se ha escandalizado, pero a la mayoría del pueblo le falta interiorizar que esos, el 1%, son fruto de lo sembrado antes, que esos hacen lo que el sistema que han creado y defienden les permite hacer, que los dueños de la mayor parte del territorio peninsular, bancos, industrias, se han especializado en el capitalismo porque es donde ellos viven, el charco sucio en el que copulan y saltan. Hace falta otro sistema social en el imaginario colectivo.
Porque no encuentran resistencia nos arrastran al centro escondido del ciclón capital, nos llevan hacia lo desconocido, y desconocido es porque la inmensa mayoría cree que las bondades que pierden volverán al cabo de poco tiempo, lo que no deja de ser para los opresores una gran satisfacción. A la velocidad que van descarrían los sentidos de la gente, mucha exaltación y más retención, no hay quien los siga, quien los pare, quien les haga cambiar de dirección, eso parece ¿verdad?.
La inmensa inexperiencia de la mayoría es motivo de cansancio al cabo de poco hacer, es propio de la inmadurez, también, suponer que todo volverá al camino abandonado, creer que el 1% persigue el bien del 99%, o que está todo muy enmarañado y se pierden.
Mucha gente del 99% encuentra el camino salvador, la salvación de forma milagrosa en sueños, en visiones, de las que sale con una mueca desilusionada en los labios.
A veces les llega una idea, unas palabras por las que se les presentan dudas, dudas que son traídas por alguien que ha profanado la oscuridad que les tiene abducidos.
Sólo queda escuchar su dolor e insistir, interrumpir una y mil veces, demostrar, traer la duda a quienes siendo parte del 99% son arrastrados hacia el centro escondido del ciclón capital, porque no se van a salvar si no vamos todos juntos en nuestra propia dirección, que no es la de ese 1%. Hace falta otro sistema social en el imaginario colectivo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis»,en Libros libres, de rebelion.org, y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», en Fundación Domingo Malagón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.