¿Por qué los representantes de la monarquía, sin contar con el pueblo, les dan, de la caja común, del presupuesto del Estado, 10.000.000.000 de euros a los delegados de otro Estado como es el Vaticano? ¿Se entendería si se los diese gratis a otro Estado improductivo y rico? ¿Por qué no se le da ese […]
¿Por qué los representantes de la monarquía, sin contar con el pueblo, les dan, de la caja común, del presupuesto del Estado, 10.000.000.000 de euros a los delegados de otro Estado como es el Vaticano?
¿Se entendería si se los diese gratis a otro Estado improductivo y rico? ¿Por qué no se le da ese dinero a un Estado que lo necesite?
Para empezar sería difícil saber dónde hay otro Estado improductivo y además rico, porque no hay ninguno igual al Vaticano. Más aún, es un estado que sostiene para si mismo y para los demás todo un programa a implantar -a eso le llaman intervencionismo- en los restantes Estados del mundo, y ese programa intervencionista es clasista como ninguno, con auto atribuciones divinas a los pobres solo caridad, no solidaridad -la solidaridad implica denuncia de los causantes, lucha contra ellos, acción transformadora de la realidad,…- En el programa intervencionista del Estado Vaticano consta la desigualdad entre el hombre y la mujer, y en su conformación como Estado así lo tienen instituido. De la misma manera hacen todo lo posible para impedir que la mujer pueda disponer de sus derechos para decidir por si misma.
También en el programa intervencionista del Estado Vaticanista figura el apoderamiento de los centros de enseñanza, de información y el control financiero, su acción se desarrolla en esos medios, ¿cómo es posible, qué le debe el régimen monárquico, para que se permita todo esto a un Estado teocrático y absolutista?, ¿por qué se les entrega a los hijos de una sociedad que se cree moderna?, una explicación sabida: para atemorizar a quienes están en edad de formación, de igual manera articulan las noticias, para atemorizar a la población, son palabras en el aire, ambientación con la que presionar y someter la conciencia que duda, reflexiona o no acepta el mundo tal y como lo establecen quienes se lo entregan, y controlar y adueñarse de los canales por los que discurre el dinero y del dinero mismo. El capitalismo es la divina pasión que los une.
¿El Estado Vaticano es un Estado democrático, es igualitario, es justo? ¿Por qué el régimen monárquico comparte tu dinero mi dinero, nuestro dinero con semejante cuerpo antidemócrata, improductivo y sin embargo rico? ¿Es una compañía de seguridad para los regímenes injustos y cobra por su tarea?
Es el único Estado que no admite la reproducción entre los que lo conforman, tiene crecimiento cero, y trata de imponer al resto de la población mundial la reproducción de criadero, curioso método de combate contra los desposeídos y su lucha por la libertad y la justicia social, contra la igualdad entre los géneros, contra otras opciones sexuales, contra la naturaleza y la lucha contra el hambre y otros problemas que ocasiona el sistema que defienden.
Es hora de preguntar a los actuales gerentes que hacen de gobierno ¿cuánto le debe el régimen monárquico al Estado intervencionista Vaticano para que le entregue miles de millones de euros todos los años, además de los centros de enseñanza, los medios de información con su personal más seguidista al frente, para que se instale en las instituciones del Estado a todas las alturas, e imponga sus condiciones y su representación al margen de cualquier método democrático, para que se enriquezca en el mundo empresarial y financiero, y se llegue a ser tan servil que hasta se le paguen los viajes y las estancias por el territorio del Estado español y sea recibido con los mayores honores que empeñan cantidades de dinero fastuosas, mientras un millón doscientos mil trabajadores no tienen ninguna cobertura social, condenados al infierno de la ¡caridad!. ¿Hablamos de la crisis? ¿Hablamos del 20% de los trabajadores en paro? ¿Hablamos del 35 % de los jóvenes subempleados con trabajos temporales y sueldos miserables? ¿Hablamos de la supresión de becas? ¿Hablamos del mercado, porque es un mercado de esclavos, de trabajo por las calles y plazas por ejemplo de Madrid? Hablamos de la situación de l@s pensionistas, sobre todo mujeres que hasta un 60% de ellas perciben apenas unos cientos de euros al mes y viven en la absoluta miseria? ¿Hablamos de la Ley de Reforma Laboral mediante la que se despide diariamente a los trabajadores cerrándoles el camino legal de cualquier recurso? ¿Hablamos de los miles de miembros de la clase obrera que rebuscan en las basuras de los grandes comercios y los basureros de las ciudades como Madrid?…, pero hay que dejar de hablar ya, la desvergüenza de los gerentes del régimen monárquico y quienes aprueban todas y cada una de sus decisiones, como fundirse un montón de millones en fiestas que agraden al capo vaticanista y hacerle la propaganda de su ideario, ahogan, y hace falta tomar aire, respirar.
¿Por qué los representantes de la monarquía, sin contar con el pueblo, les dan, de la caja común, de los presupuestos del Estado, 10.000.000.000 de euros a los delegados de otros Estado como es el Vaticano?
¿Se entendería si se le diese gratis a otro Estado improductivo y rico?
¿Qué le debe el régimen monárquico español al Estado Vaticano?
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», editado por Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria ([email protected])
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.