A una semana de la COP25 de Madrid, todos los grupos parlamentarios excepto la ultraderecha se han mostrado favorables a pedir a las instituciones comunitarias que decreten el estado de emergencia en Europa.
Banderas de los países de la Unión Europea frente al edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia). REUTERS/Arnd Wiegmann
Quedan unos días para que se den cita en España delegaciones de todo el mundo para discutir la lucha global contra la crisis climática. Y el Parlamento Europeo, que siempre busca el momento más idóneo para hacer ruido, ha visto la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa: este jueves votará si declara la emergencia climática en Europa. Todo parece indicar que esa resolución saldrá adelante, según han dejado entrever los eurodiputados en sus intervenciones en un debate este lunes.
Si bien la mayoría está a favor de la declaración, sí que ha habido diferencias en la efusividad con que los eurodiputados apoyan la declaración. Unos creen que es un momento «histórico», que nuestras acciones de hoy pueden determinar la supervivencia de la especie; otros dicen que sí, que hay que hacer algo, pero que también hay que preservar la economía.
La mayor parte de los diputados de los grupos socialistas, verdes, liberales y de la izquierda están entre los que lo ven como una cuestión casi de vida y muerte. Entre los populares , el humor general es que sí apoyarán la declaración de emergencia, pero que tampoco hay que ser excesivamente alarmistas.
«No necesitamos caer en una situación de pánico», ha dicho Peter Liese, de la CDU alemana y primer orador ‘popular’ del debate. Para Liese, la palabra urgencia en su traducción al alemán (notstand) daría a entender «que estamos en un estado de excepción» y transmitiría un mensaje de caos que según él no cuadra con la situación actual.
La popular Dolors Montserrat también ha defendido la lucha contra el cambio climático. Eso sí: que «sea compatible con la promoción del crecimiento económico». La exministra de Salud no ha hablado de la situación como una emergencia climática y, si bien ha pedido objetivos más ambiciosos para Europa, ha dicho que «debemos medir nuestros pasos» y ha apuntado a los países en vías de desarrollo para que sean más ambiciosos de lo que son.
Menos cortapisas han tenido los diputados del resto de grupos: «Espero que el jueves [votemos que sí a la emergencia climática] y estemos a la altura de la historia», ha dicho el liberal francés Pascal Canfin, presidente de la comisión parlamentaria del medio ambiente al abrir el debate.
Para Canfin, la declaración sería un mensaje «extraordinario» semanas después de que Donald Trump confirmara que sacará a Estados Unidos de los Acuerdos de París. «Después del mensaje de Trump que consiste en decirles ‘que les den morcillas’, ahora se trata de dar el mensaje contrario».
Las palabras de advertencia han continuado entre los verdes. «Se nos está acabando el tiempo, se nos escapa entre los dedos. Todos los indicadores están en rojo», ha dicho la francesa Karima Delli, presidenta de la comisión parlamentaria de transporte y una de las diputadas verdes más vehementes en pedir un cambio de modelo. Actuar por el clima «no significa colocar tres estaciones eólicas por una de carbon. Hay que reajustar el sistema, darle la vuelta como a un calcetín».
El socialista César Luena también ha tratado la situación como algo realmente grave: «El planeta nos esta dando una lección histórica como especie. Nos ha dicho que o cambiamos o desaparecemos». Luena ha propuesto medidas como un fondo para la transición justa, que será parte del Nuevo Pacto Verde que la Comisión Europea quiere presentar en los próximos meses.
Más acciones concretas ha pedido también Ernest Urtasun (En Común Podem), quien ha dicho que le da «miedo» que el Parlamento declare la emergencia climática, pero que la UE «vuelva a ir a la COP con las manos vacías». Entre las medidas que pide: que se fije el objetivo de 2050 de neutralidad carbono, al que tres países aún se resisten, o acabar con las subvenciones al carbón.
Los únicos eurodiputados en contra son los de Identidad y Democracia (con los miembros de los partidos de Salvini y Le Pen), que tienen 73 de los 751 miembros del parlamento. Han llegado a tachar la medida de «moda» y de «totalitarismo verde».
Adiós de Cañete
El debate de este lunes ha supuesto la última intervención en el Parlamento Europeo de Miguel Arias Cañete como comisario por el Clima y la Energía. Si todo va según lo previsto y la Eurocámara aprueba a la nueva Comisión de Ursula von der Leyen, Cañete acabará su mandato este domingo y dará el relevo a Josep Borrell en su papel como comisario español.
Al contrario que la mayor parte de los parlamentarios populares el exministro de Medio Ambiente, sí tenido una postura clara y sin ambages a favor de redoblar esfuerzos contra la crisis climática. «La ciencia no da lugar a ninguna duda», ha dicho. «Desde el Amazonas hasta Siberia ha habido gravísimos incendios e inundaciones que ponen en peligro la vida sobre la tierra».
Cañete ha celebrado los Acuerdos de París o las reglas salidas de la COP de Katowice, conseguidos bajo su mandato como comisario como «hitos del multilateralismo y una prueba clara de la solidaridad mundial» pero ha admitido que hay que hacer «mucho más».
El voto será el jueves
¿Qué más supondrá esa declaración si sale adelante? El texto que votará el Parlamento dice que se comprometería a no tomar «ninguna decisión contraria al objetivo de limitar el aumento de las temperaturas en 1,5 grados en comparación con la era preindustrial», y pediría que los acuerdos de libre comercio estén alineados con los objetivos climáticos y que cada uno de los gobiernos nacionales reduzcan sus emisiones hasta el 65% para 2030.
No es la primera vez que un parlamento declara la emergencia climática en Europa. El Congreso de los Diputados ya aprobó una declaración de emergencia climática el pasado septiembre, impulsada por Unidas Podemos. Solo los 24 parlamentarios de Vox votaron en contra del texto, que no incluía ninguna medida concreta de actuación.
A nivel regional, en los últimos meses cuatro comunidades autónomas (Catalunya, País Vasco, Islas Baleares, y Canarias) han aprobado resoluciones similares, además de otros 17 ayuntamientos, incluidos los de Madrid, Sevilla y Zaragoza. Según la web The Climate Mobilization , en total hay 1.190 autoridades públicas en 25 países que han declarado la emergencia climática. Si el Parlamento Europeo acaba declarando la emergencia climática, sería la administración pública que representa a más personas en hacerlo.