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¿Quién está cooptando al feminismo?

Fuentes: Panorama Internacional www.ft.org.ar

«¿Usted es una «ifeminista»? Complete este cuestionario para averiguarlo». Hago clic en el link. ‘Interesante’, pienso para mí misma. ‘Esta es una forma entretenida e informativa de matar los diez minutos antes de mi clase’. ¿Pero qué es el «ifeminismo»? Seguramente, todas estamos al menos algo familiarizadas con el feminismo liberal, el feminismo radical, el […]

«¿Usted es una «ifeminista»? Complete este cuestionario para averiguarlo».

Hago clic en el link. ‘Interesante’, pienso para mí misma. ‘Esta es una forma entretenida e informativa de matar los diez minutos antes de mi clase’.

¿Pero qué es el «ifeminismo»? Seguramente, todas estamos al menos algo familiarizadas con el feminismo liberal, el feminismo radical, el ecofeminismo, y una larga serie de otros. Pero yo nunca había oído hablar de «ifeminismo». Para aprender algo de esto, entré a una página llamada www.ifeminists.com y leí la introducción.

Descubrí que el «ifeminismo», formalmente conocido como «Feminismo Individualista», se basa en el objetivo de la igualdad de derechos entre los géneros Cosa que tiene mucho sentido para mí. ¿A fin de cuentas, no es ese nuestro objetivo? Entonces, ¿eso me hace una «ifeminista»? No veía por qué no.

Pero a medida que seguí leyendo, empecé a sentirme cada vez menos segura. Wendy McElroy, fundadora de ifeminism.com dice: «Las feministas individualistas creen que la libertad y la diversidad benefician a las mujeres, ya sea que esa mujer tome decisiones políticamente correctas o incorrectas. Respetan todas las elecciones sexuales, desde la maternidad hasta la pornografía».

Según el ifeminismo, «la libertad y la elección no amenazan a las mujeres. El gobierno y la ortodoxia lo hacen». Dentro de un marco libertario, políticamente «post segunda ola», las ifeministas postulan que las mujeres son tanto inteligentes y como lo suficientemente «empoderadas» para saber lo que está bien y lo que está mal para ellas. Creen que decirle a las mujeres qué es lo mejor para ellas, decretando leyes contra la pornografía es «paternalista» hacia las que eligen trabajar en la «industria del sexo», y la discriminación positiva sólo «fija el privilegio del género» para las mujeres ante la ley.

Entonces, ¿qué tiene de malo el ifeminismo?

Mucho.

Como feministas, todas queremos la igualdad. Pero según el ifeminismo, la «igualdad» es sinónimo de igual tratamiento bajo el actual sistemas legal, económico y social. En otras palabras, en lugar de oponerse al status quo, el ifeminismo opera dentro de él. Mientras otras feministas ven la ley como inherentemente injusta y ven necesaria una reconstrucción, las ifeministas no tienen ningún deseo de perseguir a proxenetas, legislar contra el acoso sexual, o comprometerse y desafiar el estándar masculino predefinido.

¿Y esto cómo se supone que ayuda al progreso de las mujeres como clase?

De lo que necesitan darse cuenta las ifeministas es que porque la ley fue diseñada sin participación significativa de las mujeres y otras minorías, innatamente las desfavorece. Las ifeministas dicen que la discriminación positiva pisotea los derechos individuales, con lo cual pierden de vista completamente el hecho que el sistema está fundamentalmente errado y desequilibrado. El sentido común, sin embargo, dice otra cosa. Si el sistema no fue diseñado por un grupo privilegiado, entonces no hubiera sido necesaria la discriminación positiva en primer lugar, porque las mujeres y otras minorías siempre hubieran sido representadas de manera equitativa desde el comienzo mismo.

Pero ahí está. El punto más importante del análisis ifeminista puede ser resumido en dos palabras: Vale Todo. No hay nada inherentemente sexista en la «industria del sexo» (pero, ¿dónde están todos los varones prostituidos y las víctimas masculinas del comercio sexual?), y todas mujeres que participan en esto lo hacen por propia «elección» (¡carajo!, ¡si yo no tuviera una situación económica privilegiada y tuviera una historia de abuso sexual, probablemente «elegiría» vender mi cuerpo también!).

¿Son estas posiciones responsables para un feminista?

Una dosis decente de «individualismo» es la piedra angular para la salud mental y la productividad de cada una de nosotras. Como seres humanos únicos, a menudo nos encontramos en diferentes niveles de todo el espectro de creencias políticas. Esto es algo bueno. Sin individualidad, no habría diferencia de opiniones y por lo tanto ningún progreso.

Pero negar que las actuales injusticias ni siquiera existen, ¿tienen las ifeministas algún reclamo legítimo al feminismo, o el mismo término «Feminista Individualista» una contradicción?

Entonces, ¿qué clase de feminista soy yo? Bueno, no lo sé -nunca me molesté en completar el cuestionario. Pero sé con toda seguridad que no soy una «ifeminista», ni tampoco me inclino hacia el ifeminismo, o cualquier otro eufemismo capcioso para agendas conservadoras/libertarias.


Traductora: Celeste Murillo, especial para Panorama Internacional
 www.ft.org.ar