Se han filtrado las conversaciones de los mossos d’esquadra, los policías catalanes dirigidos por ese político xenófobo de derecha extrema llamado Felip Puig (lean sus declaraciones sobre la violencia de género de este pasado 8 de marzo para ver que no exagero ni siquiera un nanómetro). Fueron durante las cargas policiales del pasado 27 de […]
Se han filtrado las conversaciones de los mossos d’esquadra, los policías catalanes dirigidos por ese político xenófobo de derecha extrema llamado Felip Puig (lean sus declaraciones sobre la violencia de género de este pasado 8 de marzo para ver que no exagero ni siquiera un nanómetro). Fueron durante las cargas policiales del pasado 27 de mayo de 2011, un día que pasará -ha pasado ya- a la historia de los avances democráticos de los pueblos y las ciudadanías, y, al mismo tiempo y con obvia contradicción, a la historia universal infame de las actuaciones salvajes de los cuerpos represivos (como se les llamaba correctamente en la cultura política del antifranquismo)
Si tienen un momento, no se las pierdan [1]; si no lo tienen, búsquenlo. A los adultos les recordarán los viejos tiempos. Las dos fotografías enlazadas -«Dictadura», «¿Democracia?»- que acompañan la información no apuntan hacia una comparación disparatada. No es una mente ofuscada y «radicalizada» quien las ha juntado.
Oirán entonces que el jefe, el máximo responsable de los mossos, Miguel Hermida, don Miguel por supuesto, comenta en un momento dado de la actuación policial: «O generamos pánico o no los sacamos de aquí». ¡Generar pánico! ¡Que policía tan democrática, tan catalana y con tanto seny! ¡Qué dirigentes policiales tan pacíficos! No se le lleva la contraria desde luego: ¡a sus órdenes jefe! Se le señala simplemente que «esto con una unidad es imposible de hacer, necesitamos refuerzos». Hermida responde: «Pues mire, no hay». ¡Vaya por Dios!
Eduardo Muriel da algunos detalles más en su crónica [2]. Fue 27 de mayo de 2011, víspera de la final de la Champions. La acampada del 15-M en Barcelona en plaza Catalunya se mantenía firme. Por la mañana las tiendas de los acampados amanecieron rodeadas de Mossos d’Esquadra. A golpe de porra se «limpió» la plaza. La excusa: el duelo futbolístico del día siguiente y la probable presencia de miles de aficionados en la zona. A los ciudadanos se nos impidió entrar en la plaza en la mañana del viernes. La policía sin identificación, como es sabido. ¡Las leyes están para ser trasgredidas!
Se presentó una denuncia colectiva ante la durísima actuación de los mossos. ¡Qué menos! A los documentos audiovisuales que se recogieron aquel día, hay muchos y coincidentes, se han sumado desde el miércoles 7 de marzo extractos de las conversaciones entre mandos policiales. Han sido publicadas, señala Muriel, por el semanario catalán ‘Directa’.
Oirán si las escuchan cosas tan sugerentes como ésta: «No podemos hacer nada más, no podemos usar munición real». No pueden, pero hablan, se habla de «munición real» para desalojar una plaza en manos de ciudadanos que ni por asomo pensaron cometer ni un solo acto de violencia. Ni siquiera dar un empujoncito a un amigo para que les dejara pasar y partir corriendo
El jefe, don Hermida, habla de nuevo un rato después. Solicita autorización «para usar los lanzadores (de pelotas). Si no, no haremos nada». ¿A quién le pide autorización? ¿Los lanzadores de pelotas, las pelotas lanzadas, no suelen ocasionar heridas en manifestantes pacíficos?
Luego, señala Muriel, se luce el comisario de la región metropolitana, don Joan Carles Molinero, honorable por supuesto. Ordena que «si es necesario para mantener la posición, carguen y dispersen a todo el que intente romper el cordón policial». ¡Carguen y disparen! Cómo han leído. Y sigue en su puesto, con firmeza en el ademán, aquí no dimite nadie, aquí nadie hace dimitir. Molinero, don Joan Carles, pregunta más tarde si es viable hacer una carga para «limpiar rápidamente» el centro de la plaza Catalunya. Estaba sucia en su opinión, estaba llena de ciudadanos y ciudadanas demócratas, resistentes, indignados y rebeldes.
En una conversación más entre dos policías antidisturbios, se oye como uno le dice al otro: «¿Has visto la patada que he pegado ahí?». ¡Ahí tus narices! ¡Para chulo yo! También sigue en su puesto. Por supuesto, por supuesto.
Organizados en el colectivo ‘Som27M’, algunos ciudadanos recurrieron el jueves 8 de marzo, buen día sin duda, la decisión del juez que absolvió a los responsables que consideró que la actuación policial fue «razonablemente proporcionada». ¿Proporcionada razonablemente cuando, como han escrito los propios afectados por la represión, «se produjo uno de los episodios de brutalidad policial mejor documentados de la historia reciente»? ¿Qué les enseñan sobre teoría de la racionalidad en las facultades de Derecho a nuestros futuros jueces? ¿No andan algo despistados? ¿O es otra cosa, o se trata de ser un reaccionario de tomo y lomo, un hombre de orden que quiere estar a buenas con el poder y, sobre todo, con el general en plaza policial, don Felip Puig?
El conseller de Interior ha reflexionado y ha asegurado a Europa Press que estas comunicaciones muestran claramente «la dificultad de la operación». ¡Un 10! Pero no sólo eso. Según don Puig, la filtración es «parte de la estrategia de los demandantes». ¡Un genio, es todo un genio! ¡Apoyemos su candidatura a la presidencia de la Generalitat cuando lo deje don Mas!
Es obvio que la filtración la realiza quien tiene acceso a las grabaciones. No parece que la tenga el movimiento 15M. Si la tuviera, es obvio que somos más «de los que ellos piensan y quieren». Sea como fuere, ¿no es hora de hacer un momento democrático a quien ha facilitado una información tan sustantiva y significativa? Tal como son, ni más ni menos. ¿Para cuando la medalla de Sant Jordi, señor Mas, a un ciudadano o ciudadana tan responsable?
Por cierto, ¿creen que les dará un poco vergüenza toda esta barbarie policial y política? Se admiten apuestas. A ver si aciertan, no es difícil.
PS. Los policías, los mossos, se infiltran no sólo en las manifestaciones sino también en los foros. Lean este comentario de un «lector» de Público.es para despejar dudas: «Los cuerpos de seguridad son los mejores capacitados para saber que nivel de dureza usar para hacer respetar la ley. y si hay que repartir palos y usar lanzadores de pelotas de goma para hacerse prevalecer los derechos de la mayoría de los ciudadanos me parece correcto. Lo que no me parece correcto es hacer acampadas ilegales y manifestaciones sin autorización, donde se perjudica a viandantes, automovilistas y comerciantes. un 10 para los cuerpos de seguridad por disolver manifestaciones ilegales no autorizadas utilizando los medios de los que disponen». ¡Toma tomate! ¡Qué Gracia doña Engracia!
Notas:
[1] http://www.publico.es/425310/el-jefe-de-los-mossos-o-generamos-panico-o-no-los-sacamos-de-aqui
[2] Ibidem.
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