JUEVES, 26 DE MARZO DE 2009, 20 HORAS, PLAZA UNIVERSIDAD. No sé qué piensan hacer, o qué harían si puediran, pero yo no tengo dudas en este caso: acompañaré a los manifestantes que esta tarde protestarán en Barcelona, con aléficas y justificadas razones, contra los planes privatizadores de Bolonia (no contra homologaciones de títulos o […]
JUEVES, 26 DE MARZO DE 2009, 20 HORAS, PLAZA UNIVERSIDAD.
No sé qué piensan hacer, o qué harían si puediran, pero yo no tengo dudas en este caso: acompañaré a los manifestantes que esta tarde protestarán en Barcelona, con aléficas y justificadas razones, contra los planes privatizadores de Bolonia (no contra homologaciones de títulos o estudios en tal o cual país o Universidad: nadie clama contra todo esto que, innecesario es decirlo, es humo, simple humo de gentes instaladas con muchos humos pero sin apenas humus y sensibilidad sociopolítica) y, además, y con razones no menos aléficas y si cabe, que cabe, con mayor dimensión, contra la represión policial de unos Mossos dirigidos por un conseller de ICV, una fuerza alternativa de debò que afirmar entender los luchadores anti-sistema (¡qué regalo tan envenenado del nada torpe president Montilla y qué torpeza, por no escribir «estupidez», la de la dirección de la coalición ICV-EUiA aceptando una conselleria que, se dijo, sería gobernada desde la izquierda!), Mossos, decía, que no sólo atizan bajo las órdenes de cómodos diseñadores del caos y la represión ciudadana sino que, además y por si fuera poco, mienten como bellacos en informes que inciden netamente en la opinión pública barcelonesa.
El ejemplo de lo señalado viene a continuación. Antes vale la pena recordar que la aproximación de los medios -incluidos periodistas tan renombrados en Catalunya como el señor Cuní y la señora Rahola- recuerdan los comentarios de otros periodistas, seguramente afines, en las huelgas estudiantiles de finales de los setenta y principios de los ochenta (o inclusos en épocas anteriores): estudiantes alocados, derechos violados de los otros estudiantes pacíficos, minorías radicalizadas, elementos anti-sistema, usando el término como si fuera un insulto, delincuentes infiltrados en el movimiento, etc.
Por lo demás, oír a dirigentes políticos del PSC-PSOE, ese partido que dice ser socialista y republicano, como el señor Hereu, el alcalde de Barcelona, con su tono tan suyo, aumenta exponencialmente, y sin límite, las ganas de participar en el acto de protesta. Como se imaginan, los apoyos de CU y PP al cuerpo policial de los Mossos está en la primera página de su plan de ruta: con los Mossos y sus actuaciones, siempre justificadas, al cielo y a pasear complicados ante el infierno de los otros.
En cuanto al informe, el documento elaborado por la Dirección General de Policía y enviado al conseller Joan Saura, quien por cierto ha felicitado por carta a los Mossos por su actuación del pasado miércoles 18 de marzo, subraya que algunas lesiones sufridas por peatones y periodistas en el centro de Barcelona no fueron causadas por los antidisturbios. En absoluto, faltaría más.
Según el citado informe, los manifestantes lanzaron objetos contundentes en los alrededores de la Via Laietana (una calle céntrica de Barcelona que nace en plaza Urquinaona) e hicieron estragos. Tal es el caso, siempre según veraces fuentes policiales, del fotógrafo de ADN Guillem Valle.
Valle resultó herido en un ojo después de que «alguien» lanzara un martillo al aire. Ese alguien, para que se sepa, no pudo ser sino algún manifestante violento. El propio Valle negó ayer esta versión tan informada, tan oficial, tan policial, y aseguró que vio cómo los antidisturbios se le acercaron y le golpearon.
Los Mossos también se exculpan de la agresión a un menor que estaba en Via Laietana con su familia. Según el citado informe (insistimos: enviado al conseller Joan Saura), el niño echó a andar hacia atrás y, en medio del tumulto, «tropezó con una farola». Y ya está, tal cual. ¿Qué les parece la teoría? ¿La explicación no es maravillosamente perfecta? Estos niños que no vigilan y se ponen nerviosos, estas farolas mal situadas, estos padres que no cuidan, estos manifestantes que no piensan en los niños.
Valen la pena ver estas imágenes para contrastar la veracidad de estas interesantes informaciones sobre las que hay que evitar que habite el olvido. Recordémoslas en un futuro no lejano, que ya está en la yema de los dedos.
«El martillo de los mossos»: http://blogs.publico.es/