Por primera vez desde el pasado 22 de julio, día en que se produjo en Cuba el accidente en que fallecieron dos personas a bordo de un automóvil conducido por el político español del Partido Popular Ángel Carromero, el diario El País lleva dos días en silencio sobre el tema. A lo largo de nueve […]
Por primera vez desde el pasado 22 de julio, día en que se produjo en Cuba el accidente en que fallecieron dos personas a bordo de un automóvil conducido por el político español del Partido Popular Ángel Carromero, el diario El País lleva dos días en silencio sobre el tema.
A lo largo de nueve jornadas, el cotidiano madrileño alentó sin pruebas las más absurdas teorías conspirativas que acusaban al gobierno cubano por la muerte de los fallecidos, dio voz a especulaciones y tomó con suspicacia el testimonio de peritos y testigos publicado en Cuba. Su ya menos premiada bloguera devenida corresponsal «informó» profusamente a los lectores de El País de cuanta mentira pudo inventar o recoger alrededor del accidente hasta el 30 de julio, y al día siguiente, luego de que las declaraciones de los sobrevivientes europeos la dejaron colgada de la brocha, acusó desde el titular al gobierno cubano de «sacar partido político del caso«.
Afortunadamente, parece que la dirección del diario del grupo PRISA, se acordó de que el periodismo existe y el mismo 31 de julio publicó dos textos que se apartan totalmente de las especulaciones anticubanas. Uno de Miguel González sobre la repercusión del caso en las relaciones entre Cuba y España y otro del ex corresponsal en Cuba Mauricio Vicent que reconoce que «La tesis de una tenebrosa conspiración para matar a Payá, que la familia y parte de la oposición sugirió al principio, se desvanece luego de las declaraciones del propio Carromero y Modig confirmando que todo fue un accidente fatal. Al parecer, el azar y la imprudencia política se han cruzado hoy de modo macabro en una carretera de Cuba y, paradójicamente, el disidente más apoyado por el PP ha fallecido en un coche que iba pilotado por un joven inexperto de este partido».
De todos modos, los lectores de El País no han podido enterarse de las misiones organizativas y financieras, confesadas tanto por el sueco Aron Modig -jefe del team operativo ultraderechista implicado en el accidente- como por Carromero, ni de los 4000 euros que traían a Oswaldo Payá, tampoco de los contactos del político sueco con organizaciones norteamericanas que financian la subversión en Cuba, como el Instituto Republicano Internacional. Aunque parece que al menos en este asunto el diario de PRISA ha decidido -como el gobierno de Madrid- concentrarse en el proceso al español implicado y en cuanto a acompañar las mentiras de sus amigos en Cuba y Miami ha hecho como el gaito de los animados de Elpidio Valdés cuando le preguntaron «¿Qué ha tocao ese?» y respondió «Se oyó clarito, clarito, ¡Retiradaaa!»
Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/08/02/retiradaaa-en-el-pais/