El cambio climático no admite demora. Las emisiones de gases de efecto invernadero se deben, sobre todo, al sector de la energía. Es necesario abandonar el carbón y las nucleares y transitar a un modelo basado en las renovables. En las últimas décadas las emisiones globales de CO2 se han incrementado de manera vertiginosa, pasando […]
El cambio climático no admite demora. Las emisiones de gases de efecto invernadero se deben, sobre todo, al sector de la energía. Es necesario abandonar el carbón y las nucleares y transitar a un modelo basado en las renovables.
En las últimas décadas las emisiones globales de CO2 se han incrementado de manera vertiginosa, pasando de 6.000 millones de toneladas en 1950 a unos 36.000 millones en 2015. Es decir, se han multiplicado por seis.
A día de hoy, sabemos que para luchar de forma efectiva contra el cambio climático (para que el aumento de temperatura media sea inferior a 2 grados centígrados) debemos reducir las emisiones de CO2 a un ritmo similar al que crecieron en el último medio siglo.
Dado que las emisiones de gases de efecto invernadero se deben principalmente al sector de la energía (en 2015 en la Unión Europea supusieron más del 75 %) 1 , el reto del cambio climático afecta a nuestro modelo energético.
La situación actual de nuestro país es similar en muchos aspectos a la de otros países de la Unión Europea: tenemos un sistema energético con una penetración baja de energías renovables (17,3 % sobre energía final en 2016) 2 . Este porcentaje se reduce al 5,3 % en el sector transporte, el principal emisor de gases de efecto invernadero (además de otros contaminantes). En el sector eléctrico seguimos quemando carbón para generar electricidad, una fuente muy contaminante que ha supuesto el 63 % de las emisiones del sector para generar tan solo el 14 % de la electricidad 3 . Además, tenemos un parque de viviendas muy ineficientes: el 85 % tienen una calificación energética tipo E, F o G.
Contaminación de una fábrica en China en una imagen tomada en 2017. Foto Jonathan Kos.
Ante esta situación ¿cómo podemos redefinir la manera en que, como sociedad, consumimos energía? ¿Cómo transitamos de un sistema energético adicto a los hidrocarburos a otro eficiente y basado en renovables? Para intentar responder a algunas de las cuestiones clave de este proceso, el Gobierno creó el año pasado una comisión de expertos sobre transición energética, de la cual he formado parte. El resultado fue un informe publicado a principios del mes de abril , donde se identifican los principales debates y se analizan diferentes escenarios.
Una de las ideas más contundentes del informe es el papel de la eficiencia y el ahorro. Todos los análisis reflejan que las medidas que moderan el consumo de energía son las más efectivas para avanzar en la consecución de los tres objetivos ambientales (emisiones, renovables y eficiencia). De especial relevancia es la mejora en el aislamiento de las viviendas. Esta conclusión es especialmente relevante porque señala un camino contrario al mantra que hemos escuchado durante mucho tiempo: «A mayor consumo, mayor bienestar».
Tecnologías renovables
Otra idea de amplio consenso en el informe de esa comisión es la necesidad de incorporar tecnologías renovables de forma masiva. Así, para 2030, contar con 31 gigavatios (GW) de eólica y 47 GW de fotovoltaica instalados (ahora tenemos 23 y 4 GW) debe considerarse como un objetivo mínimo sobre el cual construir escenarios más ambiciosos.
El carbón representa la peor opción para generar electricidad en términos de emisiones
Pero además de ayudarnos en la lucha contra el cambio climático, de reducir la dependencia energética y de favorecer la creación de empleo 4 , las energías renovables tienen la capacidad de abaratar el sistema eléctrico. Esto se debe a la enorme reducción de costes que han experimentado en los últimos años. Así lo demuestran las subastas de renovables en todo el mundo, que arrojan precios típicamente por debajo del precio de mercado 5 . La necesidad de un despliegue masivo de renovables supone romper cuanto antes con la situación de los últimos años, caracterizada por unas políticas contrarias a estas tecnologías.
Un elemento que, sin lugar a dudas, facilitaría el despliegue de fotovoltaica es el autoconsumo. La instalación de paneles en nuestros tejados, no solo tiene la ventaja de contribuir a la consecución de los objetivos ambientales y de hacer el sistema eléctrico más eficiente (al reducir las pérdidas que se producen al transportar electricidad), sino que además tiene la capacidad de democratizarlo.
Los expertos piden el abandono simultáneo del carbón y la energía nuclear para 2025-2030
Por ejemplo, en Alemania, un país con 40 GW de fotovoltaica y 50 GW de eólica, aproximadamente el 50 % de toda la potencia renovable instalada pertenece a la ciudadanía y a cooperativas 6 . En el caso de España, este porcentaje es despreciable. El motivo por el que el autoconsumo no ha despegado en nuestro país es una legislación plagada de barreras. No en vano, según la Agencia Internacional de la Energía , el caso español representa una singularidad internacional, al ser el único país con una legislación sobre autoconsumo que, en vez de favorecerlo 7 , lo dificulta.
El carbón y las nucleares
Una de las principales decisiones que tendremos que tomar a corto plazo afecta a dos fuentes de generación conflictivas: el carbón y la energía nuclear.
Paneles solares en tejado.
El carbón representa la peor opción para generar electricidad en términos de emisiones. Por tanto, es imprescindible definir una senda de cierre de estas centrales en el corto plazo que contemple una transición justa para los sectores afectados.
Por otro lado, la energía nuclear se nos presenta como una tecnología libre de emisiones necesaria para suplir el cierre de centrales térmicas. Este falso debate de elegir entre emisiones de CO2 o residuos radiactivos empieza a cobrar fuerza conforme nos acercamos al fin de los permisos de explotación de las centrales nucleares (que se renuevan cada 10 años) y que tendrán que renovarse entre 2020 y 2024.
Sin embargo, en el Observatorio Crítico de la Energía hemos estudiado la viabilidad de un sistema eléctrico sin carbón ni nucleares para 2025 8 , concluyendo que las condiciones para que podamos prescindir de ambas tecnologías son esencialmente las mismas que las que necesitamos para luchar contra el cambio climático: penetración ambiciosa pero realista de renovables y moderación del consumo eléctrico.
En Alemania el 50 % de la potencia renovable instalada pertenece a la ciudadanía y a cooperativas
La viabilidad del cierre simultáneo de carbón y nuclear ha sido también analizada por Greenpeace 9 y por la propia comisión de expertos, cuyo informe contempla un escenario sin aporte de estas fuentes en 2030, para el que se obtiene una energía no suministrada nula (la generación es suficiente para cubrir la demanda), tanto en un año medio como en un año seco.
Paseo por el campo en bici. A toda biela.
Quizá uno de los sectores más conflictivos para la transición energética es el del transporte. Además de gases de efecto invernadero, la emisión de otros contaminantes y pequeñas partículas muy nocivas para la salud convierte a la movilidad en una preocupación emergente en las ciudades. El problema radica en que aún no sabemos cómo de rápido y viable es su electrificación. Por otro lado, las malas prácticas en la industria (como el reciente dieselgate) y la brecha entre las emisiones reales y las mediciones en laboratorio reducen el optimismo sobre soluciones transitorias basadas en vehículos eficientes de combustión interna.
La lucha contra el cambio climático nos obliga a repensar muchas cuestiones relacionadas con la energía. En los próximos años tendrán que definirse las líneas estratégicas de la transición energética. Es importante que, como ciudadanía, contribuyamos al debate desde una postura crítica e informada, capaz de poner los objetivos comunes por encima de otros intereses.
Notas:
1. http://www.eea.europa.eu/data-and-maps/data/data-viewers/greenhouse-gases-viewer
2. http://ec.europa.eu/eurostat/web/energy/data/shares
4. http://www.ukerc.ac.uk/asset/0A611DB6%2DDCEA%2D4628%2D97FC16042EAD4F20/
6. https://www.cleanenergywire.org/factsheets/citizens-participation-energiewende
https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/03/RESUMEN-EJECUTIVO-LR.pdf
Cristóbal J. Gallego. Miembro del Observatorio Crítico de la Energía. Revista Ecologista 96.