De este modo, insta al próximo ministro de Agricultura que le resulte «imposible mirar para otro lado» y oiga el «zumbido» de quienes quieren proteger a las abejas. Un total de 57 tipos de pesticidas han sido hallados en abejas europeas, según publica la revista científica ‘Journal of Chromatografphy’, que apunta a que la alta […]
De este modo, insta al próximo ministro de Agricultura que le resulte «imposible mirar para otro lado» y oiga el «zumbido» de quienes quieren proteger a las abejas.
Un total de 57 tipos de pesticidas han sido hallados en abejas europeas, según publica la revista científica ‘Journal of Chromatografphy’, que apunta a que la alta mortandad de las abejas se debe «en gran medida» a las prácticas de la agricultura industrial y, en particular al uso masivo y rutinario de plaguicidas.
La investigación destaca también que «la salud de las abejas es un asunto de interés público por su importancia para el medio ambiente» y para la alimentación. Tras este hallazgo, la ONG Greenpeace, en el marco de su campaña para salvar las abejas, exige la prohibición de los plaguicidas más tóxicos para las abejas.
De este modo, insta al próximo ministro de Agricultura que le resulte «imposible mirar para otro lado» y oiga el «zumbido» de quienes quieren proteger a las abejas.
En concreto, recuerda que en España están autorizados más de 300 productos peligrosos para las abejas, lo que se traduce en «millones» de abejas muertas, en la línea de lo que la ONG denunció en febrero que estaba sucediendo en zonas de cultivos de frutales en Valencia y Murcia.
De este modo, reclama al próximo Gobierno que uno de los principales asuntos medioambientales que deberá abordar es la protección de las abejas.
En la actualidad, un total de 268.000 personas han firmado la petición de la ONG, que llama a «aumentar la presión» y lograr un mayor número de firmas para reclamar el fin de los plaguicidas más tóxicos.
Greenpeace destaca que mediante la presión ciudadana, la Comunidad Valenciana ha anunciado un plan para controlar el uso de pesticidas y llegar al 20 por ciento de agricultura ecológica en 2020, mientras que ahora está en torno al 8 por ciento. A nivel nacional, se han abierto ayudas específicas para la investigación apícola, donde una de las líneas prioritarias es, precisamente, investigar su alta mortandad. Recientemente, el instituto de Investigación Tecnologías Agroalimentarias (IRTA) anunció que pondrá en marcha un proyecto para estudiar el impacto de los plaguicidas en ellas.
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