Para José Esteban Félix García de los Ríos (1948-2020). In memoriam et ad honorem. Por su humanismo, por su arriesgado compromiso antifascista, por su ciencia y su filosofía.
Pero ya en los últimos años de su reinado, José II topó con la resistencia de los nobles y de la burocracia de Hungría y Bélgica. A su muerte, en febrero de 1790, le sucedió su hermano Leopoldo II, más prudente y conservador, y la destrucción de la autoridad real en Francia durante 1790-1791 condujo a la suspensión de muchas reformas de José II y a un aumento de la represión política. Así pues, Mozart, al continuar siendo masón y escribir La flauta mágica en 1791, ponía de manifiesto su fidelidad a la Ilustración y a la tradición reformista, arriesgándose con plena conciencia a la desaprobación del gobierno de Austria cada vez más conservador […] Por último, una fuente no literaria que ha tenido una enorme importancia: mis cincuenta años de experiencia como músico aficionado tocando en orquestas sinfónicas, orquestas de ópera y conjuntos de cámara, y cantando en coros. Esta experiencia me ha convencido, tanto como todo lo que haya podido leer, de la inteligencia y calidez incomparables de Mozart, así como la de la ausencia total de sentimentalismo y de expresión ampulosa.
Gabriel Jackson (1991)
El problema no es la alcaldesa de Vic sino que haya sido elegida.
Gabriel Morán
De la misma manera que los independentistas pragmáticos son rehenes del mito paranoide que han contribuido a crear, los «comuneros» federalistas son rehenes de la satanización de lo español=derecha que también han (hemos) contribuido a crear (con la inapreciable ayuda de Franco, que fue quien primero puso el signo «=»)… Les pasará como a aquel preso de los nazis que iba consolándose con la idea de que él no pertenecía a ninguno de los grupos a los que iban a ejecutar hasta que fueron a ejecutarle a él. Habrá de pasar una generación y a lo mejor…
Miguel Candel (2020)
Para la versión ampliada: http://slopezarnal.com/salvador-oliva-jordi-llovet-y-albert-soler-tres-autores-imprescindibles/#more-927
Abro con un regalo: “La estación azul” con Jorge Riechmann (http://www.rtve.es/m/alacarta/audios/la-estacion-azul/estacion-azul-versos-poetas-16-02-20/5509098/).
Respondiendo a comentarios críticos (y certeros) de algunos lectores: 1. Cuando la alcaldesa de Vic habló de rasgos físicos no catalanes, no estaba improvisando, estaba leyendo un texto escrito que, seguramente, pasó por varios manos y por muchos ojos. No fue un error, no se “despistó”. 2. Conviene recordar pensando en sus “tesis y conjeturas históricas”, que la eurodiputada Clara Ponsatí (ANC) ha sido profesora de la universidad de Minnesota, de la UB y de una universidad escocesa, además de consejera de educación del último gobierno catalán de Puigdemont (Véanse Xavier Vidal Folch, “Catalanes y judíos”, https://elpais.com/elpais/2020/02/17/opinion/1581953607_265001.html).
Las citas siguen transitando caminos críticos. La de Gabriel Jackson, fuera de tema, es excusa para recordarles el homenaje del próximo 29 de febrero y para recomendarles un libro que reúne sus dos trabajos mozartianos: Mozart. Vida y ficción, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2003. ¡No se lo pierdan!
El tema de la sabatina, los tres autores imprescindibles.
Entre el conjunto de insuficiencias de estas sabatinas, destaco una: la escasa referencia a los excelentes artículos que con frecuencia nos regalan el poeta y traductor Salvador Oliva, el profesor, humanista y ensayista Jordi Llovet (nuestro Steiner) y el periodista Albert Soler. Va en estas líneas mi mayor reconocimiento.
No se me ocurre mejor prueba de agradecimiento que la traducción de algunos de sus últimos artículos. El primero, de Salvador Oliva, fue publicado en el Quadern de El País, jueves 16 de enero, con el título “Ho tornarem a fer!” (¡Lo volveremos a hacer!) https://cat.elpais.com/cat/2020/01/16/cultura/1579188079_475606.html.
¿Quiere decir que volverán a organizar referendos ilegales? ¿Quiere decir que volverán a esparcir mentiras? ¿Hay alguien que sepa qué volverán a hacer?
Cuando las criaturas de cinco o seis años han hecho una travesura grave y los padres o los maestros los castigan, no se les ocurre nunca decir «Lo volveremos a hacer!», porque saben que, además de un castigo adicional, les puede caer una colleja. Hay criaturas que crecen sin dejar de ser criaturas, y mientras crecen físicamente decrece su cordura. Y cuando se les castiga, les gusta demostrar que, en vez de inteligencia, tienen ‘narices’ (cojones), y se encaran a la autoridad diciendo: «Lo volveremos a hacer!».
Y como yo recuerdo que decían que no habían hecho nada, me pregunto: ¿Qué volverán a hacer? ¿Qué se esconde en este ho [de ‘Ho tornarem a fer’]? Quiere decir, por ejemplo, que volverán a destruir coches de la policía y subirán encima para arengar a las multitudes? ¿Quiere decir que Forcadell volverá a ser presidenta del Parlamento, y el primer día volverá a bramar «Viva Cataluña libre», demostrando así el poco respeto que tiene por la mayoría de los catalanes? ¿Quiere decir que Torra volverá a hacer lo que hizo el ex presidente fugado y declarará la independencia unilateralmente, y después también huirá de la justicia? ¿Quiere decir que volverán a organizar referendos ilegales? ¿Quiere decir que volverán a difundir mentiras? ¿Hay alguien que sepa qué volverán a hacer?
Lo que sabe todo el mundo es que Torra es una criatura mayor y, por tanto, debe hacer ver que es rebelde, pero su audacia es pura diarrea bucal. En el fondo ya le va bien hacer ver que es audaz. Aunque no sirve para gobernar, se sube el sueldo. Cobra más que el presidente de España. Encarna la incapacidad mejor pagada del universo, y, además, le espera una jubilación dorada. Si le inhabilitan, le hacen un favor: incluso cobrará sin tener que demostrar que es rebelde, y no tendrá que volver a editar libros que no lee nadie.
El artículo de Jordi Llovet (Quadern-El País, 23 de enero de 2020): “La cosa ve de lluny. Una Catalunya independent i ultranacionalista podria fer conseller del ram el ministre de Cultura brasiler, Roberto Alvim” https://cat.elpais.com/cat/2020/01/24/opinion/1579887652_524153.html (“La cosa viene de lejos. Una Cataluña independiente y ultranacionalista podría hacer consejero del ramo al ministro de Cultura brasileño, Roberto Alvim”)
Hace pocos días, los periódicos publicaban la noticia de que el ministro de Cultura de Brasil, Roberto Alvim, había sido cesado de forma fulminante porque había dicho casi literalmente unas palabras de un discurso de Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich. La frase del primero era esta: «El arte brasileño de la próxima década será heroico y nacional. Estará dotado de una gran capacidad de implicación emocional y será igualmente imperativo […] o, de lo contrario, no será nada «. He aquí una frase que, tal vez no la consejera de Cultura Vilallonga, pero sí el ex consejero Lluís Puig, que es muy de la ceba, habría podido pronunciar igualmente. De heroísmo, vamos llenos; de nacionalismo, no hablemos; en cuanto a la capacidad de implicación emocional, basta recordar las grandes manifestaciones uniformadas de los últimos años; sobre «el imperativo», véase como son denostada todas las personas que no comulgan con el movimiento independentista; y, en cuanto a la posibilidad de que la cultura «no sea nada», no hay que preocuparse, porque la cultura en Cataluña -salvo el folklore- ya es casi nada en estos momentos: véanse las palabras valientes de Isona Passola cuando los premios Gaudí, bajo la mirada enfadada de nuestra consejera.
De hecho, Goebbels dejó escrita una frase un poco diferente, de un contenido más retórico, que la aproxima más a las frases que podría decir un consejero o un ministro de Cultura de cualquier país en que se practique el nacional-populismo: «El arte alemán de la próxima década será heroico, será ferozmente romántico, será objetivo y libre de sentimentalismo, será nacional con gran patetismo y también imperativo. Estará dotado de una gran capacidad de implicación emocional y será igualmente imperativo […] o, de lo contrario, no será nada.” Esta frase original incorpora tres términos que tienen todo que ver, del derecho o del revés, con los orígenes y la actual situación del movimiento independentista: «sentimental», «romántico» y «patético». Respecto a «libre de sentimentalismo», en Cataluña esto no cuadra, porque ya hace diez años que no se hace nada más que mover la inteligencia emocional (!?) de una ciudadanía que podría ser Gesellschaft – «sociedad», en alemán-, pero que se ha convertido, para la mitad de la población, en nada más que Gemeinschaft, que es un término semirreligioso que significa «comunidad», «fraternidad» o «pueblo». Románticos, lo somos hasta la exageración. Acerca de «patética», nuestra situación lo es, con todos los síntomas que proceden, si recordamos que la palabra griega pathos está emparentada con odio, infortunio y sufrimiento. Y aquí es donde estamos, muy lejos de la «ciudadanía» tarradellista. Una Cataluña independiente y ultranacionalista -una cosa va con la otra- podría llegar a convertir al señor Roberto Alvim en consejero de Cultura, y quedaría de maravilla cada vez que abriera la boca
Por otra parte, la frivolidad con que hablan casi todos los políticos nacionalistas, añadida a su estupenda, inmensurable ignorancia, hace que pronuncien frases que parecen nuevas y acabadas de pensar, cuando, en realidad, tienen al menos una historia de más de doscientos años. Las palabras del ministro brasileño podrían encontrarse, con ligeras modificaciones, tanto en el Discurso a la nación alemana, de Fichte, como las de un canciller europeo del siglo XX de mala memoria, pasando por una larga serie de ideólogos del nacionalismo -que es un producto de la filología y la filosofía idealista alemanas, y también una consecuencia del imperialismo napoleónico. Por ejemplo, y sin querer dar ninguna lección a los lectores, aquellas expresiones podrían haber sido espigadas en la Mitología alemana, de Jakob Grimm, en las Cartas sobre el perfeccionamiento de la humanidad, de Herder, o en obras de A. W. Schlegel, Görres, Fouqué y, naturalmente, Wagner. También las encontraríamos a Nietzsche, pero entonces nos delatarían como pésimos lectores.
Y, ¿qué diréis de estas expresiones? «El Estado tiene que partir del punto de vista de que un hombre, aunque de instrucción modesta pero de cuerpo saludable y con carácter firme, lleno de voluntad y con espíritu de acción,es mejor para la comunidad del pueblo que un superintelectual raquítico «; «La fuerza de la palabra de un estadista que dirige a su pueblo no se debe medir por la impresión que produce en el ánimo de un profesor universitario, sino por el efecto que causa en el seno del pueblo, él mismo» (suena a Mas y Torra, SA); «Guiar significa saber mover multitudes» (suena al tándem Cuixart-Sánchez); «La propaganda orienta la opinión pública en el sentido de una determinada idea y la prepara para la hora del triunfo» (suena a casi todo el mundo, desde Puigdemont hasta los rectores de nuestros medios de comunicación nacionales).
Pues bien: estas frases son del Mein Kampf, de Hitler. Pero no nos escandalicemos: los actuales movimientos nacionalistas en todo el mundo no tienen que ver directamente ni con el fascismo ni con el nazismo. Son fruto de una larguísima tradición que comenzó, en Europa, a raíz del auge de unos nacionalismos que anhelan mártires, héroes y mitología, una ideología que ya pensábamos, ingenuos de unos cuantos de nosotros, extinguida.
El tercer artículo es de Albert Soler, periodista del Diari de Girona: “Caldrà regar Anna Erra” https://www.diaridegirona.cat/opinio/2020/02/14/caldra-regar-anna-erra/1029211.html. Hemos hecho referencia a sus cosas en estas páginas en algunas ocasiones.
En un viaje a Estados Unidos, Julio Camba pudo ver personalmente la segregación racial, incluso en los autobuses. Escribió un artículo, resaltando la inutilidad de separar negros y blancos, ya que a primera vista se distinguen unos de otros. Si todo el mundo tiene claro quiénes son los blancos y quienes son los negros, aunque estén mezclados no hay confusión posible, venía a decir el columnista gallego. Según él, más útil sería separar los sabios de los estúpidos o los honrados de los delincuentes, que estos sí pueden confundirse. Un siglo después, en Cataluña conseguimos ir un paso más allá, y somos capaces de distinguir por su aspecto los que no son catalanes.
La diputada Anna Erra insiste, erre que erre, en demostrar que la raza catalana no es sólo una raza de asnos -por más que cada vez que abre la boca, muestre al mundo que ella misma es un magnífico ejemplar- sino que somos una raza humana diferente, y dejen que me incluya porque así lo permite mi árbol genealógico. Diferente significa superior, porque ya me dirán qué interés tiene proclamarse diferente si no es para insinuar que somos mejores.
Según Erra, hay gente que por su aspecto físico no parece catalana. Entiendo su preocupación, porque de entrada, y eso ya es grave, hay catalanes de verdad -con su marcado aspecto de catalanes – que a esta subespecie les hablan en castellano, algo hasta cierto punto natural, ya que es la lengua en que la gente como Erra suele dirigirse a los inferiores. La diputada y alcaldesa de Vic quiere que esto cambie, y que aunque los catalanes como ella y yo vemos claramente -su aspecto no engaña- que nuestro interlocutor no pertenece a nuestra raza superior, les hablamos en la lengua catalana de los nuestros ancestros. Está pidiendo que le hagamos un regalo a los de aspecto no catalán porque su oído, que hasta ahora sólo ha sentido sonidos guturales y las onomatopeyas más básicas, disfruten del sonido celestial del catalán.
La cosa no es sencilla. Anna Erra está acostumbrada a distinguir a la primera los no catalanes. Es de Vic, allí educan a la gente con megafonía patriótica y deben tener costumbre en distinguir los impuros, pero no todos los llacistes han desarrollado tales habilidades. Y no tienen la suerte de los nazis, que para distinguir un judío había suficiente con mirarle el pene y si estaba circuncidado la enviaban a un campo de vacaciones. A los no catalanes les bajas los calzoncillos y nada los diferencia de los catalanes, al menos hasta que no surja una nueva teoría diciendo que nosotros la tenemos más grande. Hacen falta soluciones. Aprovechando que el Erra y el resto de diputados de ‘Juntos por nosequé’, de esto entienden -no de penes, sino de diferenciar los catalanes de los impuros-, podrían apostar a las puertas de autobuses, aseos públicos, cafeterías y escuelas, y aplicar una estricta segregación. Seguro que si la republiqueta que nos querían endosar ya estuviera en marcha, ya viviríamos en este estado de tranquilidad. Si hacer de centinela es demasiado trabajo -estamos hablando de diputados y su amor por el trabajo es lo que es- se podría obligar a los no catalanes a lucir una estrella cosida en la manga, no por nada, sólo para saber que los tenemos que hablar en catalán.
Hemos empezado con Camba y para no irme de Estados Unidos, podemos terminar asegurando de Anna Erra lo mismo que la columnista Molly Ivins dijo de un político republicano: si perdiera tan sólo una neurona más, la deberíamos regar dos veces al día.
Lo dicho: muchas gracias… Y léanlos siempre que puedan. Finalizo con dos comentarios. El primero, de la compañera Elisenda, de El Port de la Selva:
POR LA CONSERVACIÓN DE LA RAZA CATALANA
Con este terrible título (traducido del catalán) de un documento -que es fehaciente, auténtico, y real- podríamos decir que estamos ante uno de los fundamentales textos (https://images.app.goo.gl/orkmtpsb2PxmWe4c6), de lo que a estas alturas ya es el, abiertamente y descaradamente desplegado, racismo nacionalcatalanista. Puede verse quien lo firmaba entonces, pero no donde se publicó el 12 de mayo de 1934, editado por el «Butlletí d’Estudis Estadístics” de la “Generalitat de Catalunya” perteneciente al “Institut d’Investigacions Econòmiques”. De modo que, leyéndolo, se constatan que, en realidad, lo que en su día dijeron y escribieron Jordi Pujol o Heribert Barrera, y ahora lo dicen Anna Erra o la Mariàngela Villalonga, forma parte de «sus clásicos».
El segundo, del compañero Segismundo Floïd:
LAURA BORRÀS Y EL NACIONALISMO DE FUTBOLÍN
Puede leerse (https://www.eltriangle.eu/es/actualidad/poderes/borras-hace-la-pelota-al-expresidente-puigdemont-comparando_104992_102.html) lo que, hace unos días, ha dicho la política profesional del nacionalcatalanismo llamada Laura Borràs, que es una más de las y los que -desde hace muchos- surgen en Cataluña haciendo política de “nacionalismo de futbolín” (realmente existente), y que no es ninguna bagatela dentro del corpus de los «pensamientos» y sentimientos de los susodichos nacionalcatalanistas . De modo que la fácil traducción de la «metáfora» que proclama esta LB (Laura Borràs, «reencarnación» de aquella otra del «¡Esto es una mujer!», la esposa de Jordi Pujol), es que el «pueblo catalán» sería como el «Barça FC «, y su preclaro dirigente, Carles Puigdemont, sería como lo que es Leo Messi en el club de fútbol mencionado. Club este que, recordemos, “es el simbólico brazo armado de Cataluña «(como dijo Manuel Vázquez Montalbán). O sea, que la LB ha repartido una ofensa para uno y para el otro: para Puigdemont porque Messi no habla catalán ni en la ducha, y para este porque no es un fugitivo de la ley como lo es aquél. Dado, pues, que estamos en campaña electoral (como casi siempre…), anotemos esta metáfora de la LB, porque, muy probablemente, diciendo cosas como éstas los nacionalcatalanistas obtendrán, otra vez, la mayoría en el «Parlamento» de Cataluña.
Por si no lo hubieran podido ver hasta el momento: Miércoles 26 de febrero, a las 19:30, nueva proyección del documental “…I la lluita continua. Del camp a la construcció de Catalunya” (…Y la lucha continua. Del campo a la construcción de Cataluña). Cinemes Girona (C/ Girona, 175). El último pase en Barcelona.
Les recuerdo el acto de homenaje a Gabriel Jackson. Recurden: ¡están invitados!
Gabriel Jackson. Ciudadano, historiador, activista
Acto de homenaje al historiador Gabriel Jackson
29 de febrero de 2020, sábado, de 10:30 a 13:00
Centro Cultural Teresa Pàmies
(Comte d’Urgell, 145 • 08036 Barcelona • Metro L5, Hospital Clínico)
Colectivo Juan de Mairena