La invasión de Ucrania lo ha vuelto a cambiar todo. De duración y consecuencias aún imprevisibles, la guerra en Europa ha hecho saltar por los aires cualquier plan político o económico preconcebido, algo parecido a lo que ya ocurrió con el estallido de la pandemia.
Como en el resto de países de la Unión Europea, los efectos empiezan a notarse ya en la economía española y nadie es capaz de descartar que puedan incluso trascender a la política. Por el momento, Pedro Sánchez ha priorizado ya dos hitos para el corto y medio plazo en el contexto de la crisis con Rusia: intervenir los precios de la energía y aumentar el gasto militar. Y para ambas cosas reclama un amplio consenso político que trascienda los márgenes de la propia mayoría que le sostiene en el parlamento y que es reacia a buena parte de su hoja de ruta.
Este miércoles, el Gobierno y el PP han escenificado el inicio de las conversaciones con una reunión en el Congreso. El Ejecutivo de Sánchez ha comenzado su ronda de contactos con el principal partido de la oposición, con el que ya apalabró el pasado fin de semana en la conferencia de presidentes de La Palma una bajada de impuestos aún sin concretar. Las tres vicepresidentas económicas y el ministro de la presidencia se han visto hoy con una delegación del PP encabezada por su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra.
“Ha sido una reunión cordial y constructiva”, valoró al término del encuentro el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, sin dar más detalles sobre un posible acercamiento con los populares. La portavoz del PP mostró un tono más crítico y aseguró que “no se han cubierto las expectativas que teníamos en cuanto a la necesidad de inmediatez de medidas por parte del Gobierno ante la situación que viven las familias españolas, los autónomos y pymes”. Un rato antes, desde su escaño y en la sesión de control, le había reclamado a Sánchez la supresión de varios ministerios de su Ejecutivo. Una hipótesis que ni se valora en el Gobierno y que enmarcan en el relato de oposición de los populares.
El propio Bolaños hizo este miércoles desde el patio del Congreso de los Diputados un “llamamiento a la unidad para respaldar la posición de España en Europa y para apoyar el decreto del 29 de marzo”. Según ha podido saber infoLibre, el debate sobre las medidas económicas a tomar existe incluso en el seno de la parte socialista del Gobierno. Hay quien sostiene que la bajada de impuestos a las energías se debe llevar a cabo en cualquier caso y quien, por el contrario, ponen en duda la efectividad de la medida y plantean soluciones alternativas para la bajada de los precios.
“Lo que hará el Gobierno será bajar el precio”, dijo Bolaños en referencia a la electricidad y la gasolina sin entrar en más detalles. En una entrevista posterior en Onda Cero, el propio ministro de la Presidencia reconoció que “hay varias propuestas sobre la mesa, desde ayudas fiscales a la reducción de impuestos hasta topar el precio de la electricidad y el gas. Habrá medidas en el seno de la UE porque todos los países son conscientes de que el precio del gas está por las nubes», aseguró. En el Ejecutivo también se plantean medidas que ya se adoptaron en otros países de Europa como la emisión de cheques a colectivos especialmente perjudicados por la subida de precios o incluso recurrir a los beneficios de las eléctricas para paliar el impacto de lo que acaban pagando los consumidores.
Díaz pide agilizar las medidas y Podemos “que sean de izquierdas”
El rumbo marcado por Pedro Sánchez en sus últimas decisiones en torno a las consecuencias de la guerra ha provocado críticas cruzadas con su socio de coalición e incluso tensiones dentro del propio espacio de Unidas Podemos. Desde la dirección del partido morado subrayan que “Sánchez no puede olvidarse de que gobierna en coalición y de que tiene que contar con su socio y no priorizar al PP”, y además se muestran reticentes a que un posible acuerdo con los populares acabe significando la implementación de medidas económicas conservadoras, como una bajada generalizada de impuestos. “Este es un gobierno progresista y las medidas tienen que ser de izquierdas”, reclaman los morados.
Yolanda Díaz, por su parte, cuenta con un papel protagonista en las reuniones con los grupos parlamentarios, siendo una de las integrantes que componen el equipo negociador del Gobierno. Fuentes de su departamento destacan que la interlocución con Sánchez y el PSOE es continua para acordar el paquete de medidas que desarrollará el decreto del 29 de marzo y que ya ha sido previamente consensuado en el espacio de Unidas Podemos. Para Díaz lo más importante es “agilizar” los trabajos para evitar que las consecuencias de la guerra las acaben pagando los más perjudicados por la subida de precios. La vicepresidenta segunda participó este miércoles en un acto con economistas que concluyeron que la vía para bajar los precios de la factura de la luz, el gas o el precio de la gasolina no puede centrarse en la bajada de impuestos.