Este esperpéntico personaje anclado en ideas medievales y devoto de la Inquisición tridentina no es un predicador latino cualquiera, sino el presidente de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
El olor a chamusquina y azufre que expele su discurso invocando a Satanás y demás espíritus de las tinieblas en pleno siglo XXI, da la medida del grado de oscurantismo y fanatismo que impera en la segunda entidad educativa (privada) de la Región de Murcia, íntimamente conectada a su aristocracia político-empresarial y financiera, un centro en el que se adoctrina a buena parte de las nuevas generaciones de los Legionarios de Cristo y demás reserva espiritual de la caverna derechista murciana.
Una universidad que parasita las subvenciones públicas, que con cargo a programas de investigación y con las exenciones fiscales propias del entramado evasor católico, permite asegurar a través de sus vástagos endogámicos una influencia decisiva ultraconservadora en todos los sectores de la vida regional.
Así que no es de extrañar que sociológica, económica y políticamente, la Región de Murcia sea el feudo por antonomasia de la ultraderecha española y que el trifachito formado por PP, Vox y Ciudadanos, campe a sus anchas en el gobierno de la capital y en el Parlamento Regional, al tiempo que la izquierda territorial ha sido y es la más conservadora de España, incapaz de federar sus esfuerzos en una alianza electoral que podría haber impedido el reinado del Mal, este sí, auténtico, en las instituciones de la Región de Murcia.
Floren Dimas es Oficial del Ejército del Aire (R), miembro del Colectivo Anemoi y vocal de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR)