Observatorio de las Violaciones de los Derechos Humanos y Resistencias de las Mujeres en el Contexto Electoral
La violencia contra las mujeres en Honduras va más allá del contexto electoral actual, toda vez que desde 2009 las defensoras viven una criminalización constante.
Los índices de violencia sexual, especialmente aquella cometida por agentes del Estado contra niñas y jóvenes, se han incrementado alarmantemente sin que se permita la anticoncepción de emergencia.
Así lo denunciaron activistas y defensoras hondureñas en conferencia de prensa del «Observatorio de las Violaciones de los Derechos Humanos y Resistencias de las Mujeres en el Contexto Electoral», realizada en las instalaciones de la Asociación de Mujeres en las Artes (Mua), en esta capital.
Zuyapa Martínez, codirectora del Centro de Estudios de la Mujer-Honduras, dijo que las hondureñas se enfrentan a un contexto complejo y violatorio de sus Derechos Humanos (DH), en el que el derecho a la vida libre de toda violencia es diariamente lesionado.
Por ejemplo -explicó- en 2012 un promedio de 50 mujeres fueron asesinadas cada mes, la mayoría de ellas menores de 30 años, incluyendo niñas de corta edad. Además, las organizaciones civiles reportaron más de cinco mil denuncias de violencia sexual ese mismo año.
Las demandas de hondureñas que enfrentan violencia han aumentado ante la Fiscalía de la Mujer. Sin embargo la respuesta de la autoridad es mínima, toda vez que se estima un 98 por ciento de impunidad respecto a las denuncias que las mujeres realizan ante los operadores de justicia.
En entrevista con Cimacnoticias, Gabriela Díaz, integrante del Centro de Derechos de las Mujeres (CDM), lamentó que la atención de los medios nacionales e internaciones sobre las elecciones no considere el contexto de violencia «misógina y machista» que históricamente han padecido las hondureñas, pero que se recrudeció tras el golpe de Estado con el que se derrocó al presidente Manuel Zelaya, en junio de 2009.
Como lo denunciamos en su momento -dijo- después del derrocamiento de Zelaya inició un periodo de severas violaciones a DH que parece haber disminuido sólo en los medios de comunicación porque las formas de violencia ya no son tan evidentes, pero no significa que se haya dejado de violentar a las mujeres y niñas.
Señaló que el proceso de militarización repercutió en un incremento alarmante de la violencia sexual que se ha maquillado como delitos comunes, cuando en la realidad son agresiones que muchas veces son cometidas por policías, militares o agentes estatales.
Díaz abundó que sólo en 2012 el CDM conoció y registró seis casos de violaciones sexuales a manos de militares a jóvenes menores de edad y cuyas demandas no procedieron. «Agresiones a las que se deben sumar las que no fueron denunciadas por temor a represalias y que estimamos podemos contar por cientos», advirtió.
Sumado a ello, el actual gobierno impide la anticoncepción de emergencia exponiendo a las mujeres a embarazos no deseados y que implican un riesgo a su salud, y tampoco se accede a la justicia pues «no se confía en el sistema judicial por sus altos niveles de impunidad, corrupción e incluso de colusión con bandas criminales», enfatizó la defensora.
De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio Público de Honduras, en 2010 se recibieron 2 mil 869 denuncias por violencia sexual y para 2011 la cifra aumentó a 3 mil 211.
Durante 2012 a la Dirección de Medicina Forense de Honduras le fueron requeridas 2 mil 648 evaluaciones médicas legales por violencia sexual, que se estima corresponden a un 70 por ciento del total de las denuncias, pues no a todas las mujeres que acuden a presentar la denuncia se les realiza un examen médico.
La Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2011-2012 (Endesa) da cuenta de que en Honduras una de cada cuatro mujeres de entre 14 a 19 años son madres o están embarazadas, cifra que se incrementó en 3.5 puntos con respecto a los datos de la Endesa 2005-2006.