Presentación del trabajo. En el marco de un acuerdo previo con una serie de organizaciones campesinas y ONGs, es que se visitaron algunas comunidades. En un régimen de pasantía de convivencia, para conocer la estructura de trabajo y vida de los diferentes grupos campesinos e indígenas de algunos países de Sud y Centroamérica. Estas visitas […]
Presentación del trabajo.
En el marco de un acuerdo previo con una serie de organizaciones campesinas y ONGs, es que se visitaron algunas comunidades. En un régimen de pasantía de convivencia, para conocer la estructura de trabajo y vida de los diferentes grupos campesinos e indígenas de algunos países de Sud y Centroamérica.
Estas visitas se desarrollaron en el contexto de un trabajo que el autor está desarrollando en diferentes países de Latinoamérica. El mismo consiste en la recopilación y sistematización de información referente a la estructura campesina, a sus estrategias de sobrevivencia, organización y estrategias de adopción de tecnología. Principalmente, orientado a la forma en que los campesinos están tomando el camino de la Agroecología, como alternativa de producción y de vida más justa, de seguridad alimentaria y sustentabilidad. Esta actividad ya a sido desarrollada por el autor en países como Brasil (MST), Venezuela (Comités de Tierra), Colombia (RECAR y ASPROINCA), Nicaragua (Campesinos de la UNAG) y en Guatemala, donde actualmente se está desarrollando en algunas organizaciones pertenecientes a la Plataforma Agraria.
En las visitas se realizaron reuniones con los actores locales, con los que se interactuó, en forma de convivencia, compartiendo trabajo, vivienda, alimentación y costumbres con las familias campesinas, por períodos de 3 a 15 días.
En forma de entrevistas informales es que se determinaron una serie de variables a ser desarrolladas en el artículo, sobre la forma en como se está desarrollando el tema de las ayudas internacionales para el desarrollo campesino y Seguridad Alimentaria.
En experiencia visitada en Colombia y Centroamérica (Nicaragua y Guatemala), se puede comprobar una fuerte presencia de organizaciones internacionales que están financiando trabajos de seguridad alimentaria, en forma intensa, utilizando Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) como intermediarios.
Análisis Previo
En la gran mayoría de los casos, el trabajo desarrollado por las ONGs, que impulsan este tema, radica en que las actividades de promoción dentro del amplio tema de seguridad Alimentaria, se concentran, en capacitaciones en talleres (1), la entrega de bienes de trabajo agropecuario (Herramientas), semillas que se dan en momentos puntuales, etc.
Estas organizaciones promueven el desarrollo de la agroecología, desde la óptica del aumento de obtención de alimentos, mejorando las técnicas de producción (conservación de suelos y abonos orgánicos), disminuyendo el uso de agrotóxicos, manteniendo algunas variedades de semillas locales, etc.
Luego de desarrollar este trabajo en varias organizaciones campesinas, que se encuentran siendo apoyadas por ONGs, se determina que las que poseen algún grado de eficiencia, son aquellas que han desarrollado complejos y efectivos sistemas de asesoramiento técnico basados en el seguimiento y evaluación continua, semana a semana,desarrollado por los mismos campesinos (ASPROINCA en Colombia y Campesino a Campesino en Nicaragua). Estos han logrado una eficiencia de incorporación de tecnología, de un 90%. Es decir que la amplia mayoría de los productores ha logrado implementar la propuesta ecológica en su predio y aún continúan trabajando en forma ecológica.
En la mayoría de los casos estudiados, los campesinos han mejorado en un alto porcentaje el acceso a los alimentos en corto plazo (más variados y de mejor calidad). En un pequeño porcentaje, han aumentado los ingresos económicos y desarrollado alguna estrategia de acumulación económica. En nada ha mejorado el acceso a la educación, la tierra, los créditos de inversión, la vivienda. Muchos de estos resultados dependen de la capacidad de los técnicos de campo y sus asesores dentro de la institución; así es que la mayoría de estas organizaciones estén financiando trabajos puntuales, con una leve intención de organización campesina.
Dice Oscar Tenorio Baltodano: «La ecología es mejor que el trabajo político en el FSLN», productor ecológico de Nicaragua este formaba parte de una cooperativa que en el gobierno de Violeta Chamorro se disgregó, por falta de apoyo financiero y nunca más se volvió a armar, ni siquiera con una propuesta agroecológica. Oscar Tenorio ha trabajado, y aún trabaja, con varias ONGs, pero con ninguna han retomado el proceso de reformar la cooperativa, es más nunca se ha cuestionado un trabajo de esa naturaleza. En el dialogo, él reconoce ser un «mimado por las ONG», las que le proporcionan insumos y le pagan capacitaciones como promotor (20U$S diarios). Se denota de estas actitudes, la necesidad de las instituciones de obtener resultados rápidamente y por eso se utilizan productores ya experimentados en el tema ecología para que el impacto sea positivo y en corto plazo y, de esta manera conformar a las entidades financieras en el corto plazo y en forma más simple que formar nuevos campesinos. La otra ventaja es la formación técnica de estos productores, que en su mayoría, supera la propia formación de los técnicos de las ONGs, siendo los primeros fuente de capacitación técnica para la institución.
El caso de los técnicos de CARITAS (Organización No gubernamental, que esta trabajando en el departamento de QUICHE, localidad de Uspantan, en el Norte de Guatemala), los mismos están rentados y se mueven en la zona, buscando campesinos a los que asesorar en «producción ecológica» para justificar sus abultados sueldos desconectados de la realidad campesina. Relato de un campesino en esta localidad, perteneciente a la organización; Asociación Para el Desarrollo Integral en el Quiche, «Kumool», este productor dice: «Ellos vienen, a darnos charlas y a decirnos como debemos hacer las cosas, pero es muy difícil para nosotros». Los paquetes técnicos de agroecología son los mismos en todas las organizaciones, estos refieren a producción de hortalizas en patio por mujeres, cría de aves domésticas, producción de abonos orgánicos, cultivos a nivel, etc. No se toman en cuenta las características geográficas, ambientales, socioculturales (que es muy importante por la Cosmovisión Maya), económicas y de mercado particulares de cada región. Se parte de una base predefinida, se adopta un sistema de extensión técnica, anticuado y caduco, que parece ser la llave para obtener recursos financieros para la subsistencia de la empresa u ONGs. Imposición pura, de nuevas metodologías de producción, el modelo tecnicista, no existen instancias de diálogo sinceras, seguimientos y evaluaciones adecuadas en la que los técnicos acaban criticando la mala predisposición campesina, desde su óptica: totalizadora, universitaria y burguesa.
Por qué el productor adopta la propuesta.
El promedio de tenencia de tierra en Colombia en las organizaciones estudiadas es de una manzana por Familia (7000m2), en Nicaragua con un programa de reforma agraria de por medio, llega a las 8 manzanas por familia. Pero en Guatemala descendemos y el promedio de tenencia de tierra no supera una manzana por familia, existiendo comunidades enteras de más de doscientas familias, que poseen menos de 400 m2, por familia (R Hernández, 12 2004), se le suma a esto que la mayoría de las tierras se encuentran en las laderas de la montaña con pendientes que alcanzan el 80%. En estas condiciones de tenencia de tierra y sin apoyos de políticas de crédito, asistencia técnica e incluso, siendo estas familias habitantes de comunidades aisladas, sin caminos (apenas sendas), sin acceso a mercados, sin transporte, se vuelven rehenes de los comerciantes o de instituciones poderosas que marcan los precios y las condiciones de pago (la Unión de Cafetaleros, occidente de Colombia). Esta situación Genera las condiciones óptimas para que los grupos campesinos estudiados tomen una determinante iniciativa en el marco de la producción ecológica. Es que, a razón de 20 U$S el saco de 50kg, de fertilizante comercial, NPK o UREA, se hace imposible la producción convencional, producción que en otros tiempos fue una alternativa, por el alto valor del café u otros productos. Así es que se plantea y enmarca la única alternativa del productor, asociarse a ONGs, para desarrollar la agroecología.
Así es que estas ONGs, en un alto porcentaje financiadas por el Banco Mundial (E Hernández, 2005) y con un importante flujo económico que les permite desarrollar planes de inversión, entran en acción para apoyar al productor, para generar una alternativa de vida y desarrollo, conservando el suelo, las fuentes de agua y el bosque, en otras palabras: la biodiversidad, y con esta, los bancos genéticos (Tuxill y Nabhan, 1998).
El resultado final de las experiencias visitadas es positivo si lo observamos desde el punto netamente tecnológico. Estos campesinos responden a la propuesta por motivos de apoyo (el único apoyo que reciben), semilla, financiación, asistencia técnica, pero casi nunca por un principio ideológico sólido. Es el caso de los productores de ASPROCAFE, (Entidad cafetalera, del estado de Río Sucio, Colombia, que se encuentra trabajando con el Mercado del Precio Justo (2)) que se reconvierten a la producción de café orgánico, porque reciben un mejor precio por su producto, pero continúan asimilando una tecnología de altos costos en insumos externos, pues pagan hasta 22U$S el litro, por un fertilizante ecológico, producido por importantes empresas proveedoras de insumos agropecuarios (verificación personal); es decir, siguen asumiendo la mentira, el paquete externo, modelo de la Revolución Verde, que ahora adopta la tecnología orgánica.
¿Dónde esta la firmeza de la propuesta?, ¿Qué pasará si el mercado mundial vuelve a demandar el producto convencional con buenos precios?
¿Los productores mantendrán el sistema integrado de manejo ecológico, o adquirirán nuevamente la conducta de trabajo capitalista y para el mercado?
Estas preguntas fueron formuladas por el autor, en varias entrevistas a productores ecológicos, que se están reconvirtiendo luego de la crisis del café en Colombia, Nicaragua y Guatemala (1999). Un alto porcentaje, duda antes de responder y en un 100%, las respuestas no son concisas y determinantes.
¿Seguridad alimentaria para quién?
Es la pregunta que se nos plantea.
Es que con el desarrollo de estas instituciones y su trabajo, se puede proyectar un grado de mejora en el tema de seguridad alimentaria de los sectores mas carenciados, impactados por estas empresas u ONGs; al mejorar la estrategia de obtención de alimentos, el campesino calma su estomago y serena su alma. El campesino en su pequeña parcela, e inmerso en su ignorancia, si posee suficiente cantidad de comida para su alimentación y la de su familia se convierte en un ser sereno, pacífico, tolerante, que se remite a vivir la vida exportando hijos a las grandes capitales y a los países desarrollados, manos de trabajo, ignorantes, sin demasiadas pretensiones salariales ni de seguridad laboral. Brazos baratos y tolerantes de las rigurosas condiciones de trabajo que proponen las empresas multinacionales que hoy operan en nuestro continente (E Tamayo G, Revista América Latina en Movimiento, 04, 2004). Además de ser un promotor y conservador de los recursos genéticos, hoy en día, el mayor producto de investigación y consumo, de las transnacionales Farmacéuticas. Como propone Tuxill y Nabhan (1998), la agricultura tradicional es una fuente de producción y manutención de recursos genéticos. Por sus características de selección, integración de cultivos, introgresión, utilización y manutención de especies locales.
Pero la propuesta deja un gran sabor amargo, desde el principio del desarrollo humano, por que las grandes necesidades sociales quedan vacías. ¿Dónde queda la educación, la vivienda digna, el acceso a tierras, el acceso a mercados, en otras palabras donde queda el resto de las necesidades humanas? Las necesidades que conducen al desarrollo íntegro del ser humano y el futuro en el campo de las próximas generaciones (Foro Mundial de Reforma Agraria, Valencia 2004).
Estamos de acuerdo, no es el rol de las ONG satisfacer estas necesidades, pero tampoco disgregar la organización, debido a que las ONGs captan una porción de campesinos de una región, otras ONGs captan una porción diferente a la anterior, en la misma zona, trabajando descoordinadamente, estas destrozan la organización de base. Las instituciones de este tipo tienden a atomizar el trabajo campesino, disgregándolo, individualizándolo en su propuesta de trabajo integrado, dentro de su finca. Se forman los llamados líderes comunitarios, que de inmediato son absorbidos por las propias actividades de promoción de la propuesta, estos casi nunca constan de tiempo para desarrollar actividades gremiales, de generar lazos con otras comunidades y tampoco con otras organizaciones a nivel nacional. Estos líderes pasan a jugar un rol fundamental en la obtención de resultados puntuales dentro de la comunidad (resultados que interesan, fundamentalmente, a los efectos de demostrar acciones con impacto y justificar el financiamiento de la ONG) y casi nunca a nivel global que atañan a la clase campesina y que aseguren un verdadero proceso de desarrollo, asegurando la tenencia de la tierra, la educación digna, las Necesidades Básicas Satisfechas, etc. «Le estamos haciendo el trabajo sucio al Banco Mundial», reflexión surgida en un taller de trabajo con mujeres campesinas (Guatemala, 2005). En este encuentro, con mayoría de mujeres lideresas de comunidades, se llegó a la conclusión, de que se utilizan las necesidades de la propia clase campesina, para promover, estrategias con doble juego, en las que al final el que se beneficia es el sistema Neoliberal.
El llamado es hacia las organizaciones campesinas, que son las que deben tomar cartas en el asunto, utilizando la capacidad técnica y financiera de las ONGs, para promover actividades de promoción social, que no destruyan la propia estructura gremial. De esta manera se ponen las ONGs, al servicio de la clase campesina, revirtiendo el esquema usual, en que algunos campesinos se ponen de acuerdo y se organizan puntualmente, para satisfacer las necesidades de proyección de las empresas u ONGs, contribuyendo a la disgregación, al conflicto entre lideres y comunidades, incluso el conflicto entre las propias ONGs.
Es así que queremos llegar a la reflexión de Seguridad Alimentaria Sostenible o Soberanía Alimentaria, es el caso de organizaciones como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra en Brasil, MST, que han tomado la vanguardia, disponiendo para la solución de dichas interrogantes la única arma infalible: la formación político-ideológica, como elemento liberador del individuo y paradigma en el desarrollo íntegro del campesino.
La clase campesina, debe tomar una definición como tal y, a partir de ella, establecer un proceso de desarrollo adecuado (Martins de Carbalho, 2004). Es así que se hace indispensable la integración de los movimientos sociales del campo, a nivel nacional en cada país y a nivel global en el ámbito internacional (Propuesta de la Vía Campesina, San Pablo, 2004). Sólo de esta manera el campesino podrá dejar el estado de miseria en el cual vive actualmente en Latinoamérica, encontrando su propio paradigma.
En este contexto es que se propone una forma firme y sólida de trabajo para las ONG que se encuentran desarrollando acciones de impacto social y que se estén planteando un futuro digno para los hijos de los campesinos que hoy se encuentran trabajando con estas instituciones. Aprovechar el recurso extranjero, destinado a agroecología, Seguridad Alimentaria, Desarrollo Sustentable, Género, etc. Generar instancias formativas, en las que las instituciones, trabajen unidas (en Nicaragua es un ejemplo el GPAE, Grupo de Promoción de Agricultura Ecológica) y por consecuencia, los campesinos asociados a estas, combatir el aislamiento, fortalecer los lazos y actividades gremiales en las asociaciones campesinas. Cortar con el concepto aislado de producción ecológica e incorporar la definición amplia de Agroecología, como una nueva actitud y concepción de mundo, globalizando las necesidades campesinas y de la producción familiar, desarrollando una definición de Clase Campesina (Martins de Carbalho, 2003).
Es así que las diferentes organizaciones de base, asociaciones, Gremios de trabajadores rurales, comunidades indígenas, grupos regionales podrán generar estrategias de acción lucha, propuesta ante las instituciones, políticas de estado, los entes encargados de hacer cumplir las leyes y derechos de la agricultura familiar e indígena. De esta manera se proporciona una instancia, superior al trabajo de las propias ONGs, que consta del propio trabajo de reivindicación, desarrollado por los campesinos.
Volviendo al punto anteriormente mencionado, en el que se vertía el hecho de que ninguna organización de apoyo puede, suplir el rol del Estado y por lo tanto solucionar los problemas que atañen a la clase campesina. Es que se desarrolla el concepto de trabajo para la formación ideológica y la organización. Algunas ONGs ya están en esta línea de estimular la presencia campesina en los ámbitos de decisión, con propuestas claras y capacidad de defenderlas como dice Marta Iasodara, de la «CUCULMECA» (ONG, Nicaragua, Jinotega): «nosotros lo tenemos bien claro, los campesinos deberán salir solos y en base a su propia organización y propuesta», nosotros somos, facilitadores de la información y estrategias. También la organización «Tierra y Vida», (Nicaragua, Carazo), estas dos ONG, en Nicaragua han desarrollado un trabajo, de conciencia y propuesta desde la propia base campesina, en períodos pre-electorales, en las alcaldías, con importantes impactos, para las comunidades campesinas.
Otras organizaciones campesinas presentan esta actitud, ideal a ser reproducida, desde el corazón mismo de la organización campesina, es este el caso del MST (Brasil) y Plataforma Agraria (Guatemala). Las cuales funcionan a nivel nacional y han desarrollado capacidad de propuestas, articulando iniciativas a llevar adelante con ONGs. Estas últimas actuando como meras asistentes técnicas de las propuestas campesinas y no como impulsoras de trabajos gestados en su propio seno sin conexión previa y sólida con las organizaciones del campo.
Por lo tanto, el problema es grande y sólo cabe a la clase campesina definir estrategias claras de acción y vínculo en estos temas delicados. La propia conciencia de clase, la estrategia ordenada, y la movilización y reivindicación campesina es la única forma de solucionar los problemas de manera sólida y permanente (J Stedille, Brasil 2004). No existe ninguna institución no gubernamental que sea capaz de sacar de la crisis a la clase campesina, si no que es esta misma la que debe nadar con sus propios brazos.
(1) – Estas capacitaciones consisten en términos generales y muy difundidos en estos países; en concentrar a un grupo de campesinos, de una región, pagando transporte y comida, para brindar una charla de características convencionales y de condición vertical.
(2) – El mercado del Precio Justo es una organización No Gubernamental, que posee mercados de venta, de productos artesanales en su mayoría y algunos alimenticios, como café; distribuidos en algunos países de Europa. Su principal consigna es el precio Justo, pagando en Colombia el equivalente a un dólar por libra de café, producto que es vendido en España a 5 euros (verificación personal).
Doctor en Medicina Veterinaria, Especialista en Organización Campesina y Agroecología.
Guatemala, 2006