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Si denuncias la tortura, te denunciarán

Fuentes: Gara

Es muy grave que se quiera silenciar a quienes hacen algo a favor de los derechos humanos En abril del 2006 Ibon Meñika es detenido y, tras su paso por dependencias policiales y la Audiencia Nacional, denuncia torturas. TAT, Gurasoak, Askatasuna y algunos torturados dan una rueda de prensa haciendo público este nuevo caso de […]

Es muy grave que se quiera silenciar a quienes hacen algo a favor de los derechos humanos En abril del 2006 Ibon Meñika es detenido y, tras su paso por dependencias policiales y la Audiencia Nacional, denuncia torturas. TAT, Gurasoak, Askatasuna y algunos torturados dan una rueda de prensa haciendo público este nuevo caso de torturas, y exigiendo acabar de una vez con la maquinaria que la posibilita.

Inmediatamente el Ministerio fiscal toma cartas en el asunto, y manda una inspección en el cuartel donde estuvo Ibon, toma declaración a los guardias civiles que tuvieron cualquier trato con él, y declara que depurará las responsabilidades. Para entonces el juez instructor de la Audiencia Nacional ya ha mandado abrir diligencias, y encarga al forense un exhaustivo examen físico y psíquico de Ibon, porque esa es una forma de levantar un poquito el manto de impunidad. El Gobierno Vasco hace una declaración institucional exigiendo el esclarecimiento de estos deleznables hechos, que atentan contra la convivencia y el ansia de paz del pueblo vasco, y convocan concentraciones, ya que para ellos todos los ciudadanos vascos son iguales.

Los medios de comunicación se vuelcan en difundir la noticia, realizan entrevistas a personas torturadas, pues ocultarlo sería como apoyar la tortura.

El Gobierno español decide cambiar el ordenamiento jurídico para derogar la Ley Antiterrorista y disolver la Audiencia Nacional; reconoce que son parte de la maquinaria que posibilita y da impunidad a la tortura.

Esto a muchos les parecerá un cuento de ficción, y en gran parte lo es. En el trato recibido por Ibon Meñika, sin embargo, es muy real, y la rueda de prensa que distintos organismos dieron.

La ficción es la respuesta del resto de personajes. Para empezar, nadie decidió investigar los hechos acaecidos en comisarías; el Gobierno Vasco siguió considerándonos a las personas torturadas no comparables con un cajero automático; el español no se dio por aludido, y la mayoría de medios, empezando por EITB… sus jefes políticos no les dieron la orden, parece ser. Por el contrario, en vez de que los sádicos torturadores fueran enjuiciados, el Gobierno usó uno de sus organismos ultras para denunciar a quienes ejercieron de portavoz en la rueda de prensa.

Este caso no es una excepción, pero no por ello deja de ser muy grave que se quiera, mediante denuncias judiciales, acobardar a las personas que hacen algo a favor de los derechos humanos.

A resultas de esta denuncia el miembro del TAT que estuvo presente en la rueda de prensa debe comparecer ente este jueves en el juzgado de Atocha.

A todos los que con su silencio dan cobertura, apoyan y colaboran con la tortura les encantaría ver a Aiert solo en el juzgado, y no ver a nadie contra la tortura, el ver que con esas denuncias nos acobardan. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que allí estaremos el jueves, en la puerta del juzgado, diciéndoles con nuestra presencia que en todos los casos relacionados con la tortura nos tendrán enfrente, que por mucho que intenten acallarnos no lo van a conseguir, y que seguiremos luchando contra la tortura.

* Rodolfo Cuesta es integrante de Torturaren Aurkako Taldea (TAT)