Miguel Romero lo ha señalado recientemente en estas misma página: no se acaba de entender qué papel juega Izquierda Unida [1] -y ha jugado a lo largo de estos treinta años- en «esa ronda de conversaciones» con el máximo representante de la Casa Real borbónica tras las elecciones legislativas previa a la formación de los […]
Miguel Romero lo ha señalado recientemente en estas misma página: no se acaba de entender qué papel juega Izquierda Unida [1] -y ha jugado a lo largo de estos treinta años- en «esa ronda de conversaciones» con el máximo representante de la Casa Real borbónica tras las elecciones legislativas previa a la formación de los nuevos gobiernos. ¿De qué hablan cuando hablan?
Eso no es obstáculo para reconocer que algunos gestos recientes de IU son dignos de reconocimiento por inusuales y coherentes. Por ejemplo: recordar en la Cámara de diputados algo tan básico, tan esencial, como las finalidades republicanas de la organización al prometer la casi inmodificable Constitución de 1978, recientemente modificada por cierto, como es sabido, con alevosía y nocturnidad para postrarse servilmente a los pies de los mercados y de los dictados franco-alemanes.
Y no es para menos. Salvadas algunas voces críticas llenas de racionalidad, justicia y memoria, los aplausos unánimes ante el insoportable discursito monárquico de Navidad y su hipócrita referencia a una «justicia igual para todos» recuerdan el servilismo cortesano de otras épocas, de tiempos con ciudadanía sometida supuestamente superados. Es obvio, como ha señalado Ignacio Escolar [2], el nudo contradictorio explosivo, sumergido apenas dos centímetros, en el enunciado en cuestión: ¿justicia igual para todos en un país cuya Constitución ampara que la figura del rey no está sujeta a responsabilidad y que es inviolable? ¿A qué todos refiere ese «todos»?
Por si fuera necesario, el mismo Jefe borbónico aclaró el verdadero sentido de su afirmación: no hay que personalizar en Urdangarin. Su «reflexión» era, pues, una afirmación en general. Es decir, para entendernos rápido, humo asignificativo de cara a la galería. Los medios son «culpables» de esa tendenciosa interpretación. No es imposible que en la casa Real las espadas hayan estado levantadas durante estos días navideños de paz y concordia familiares. Es altamente probable una quejosa alianza Sofía-Cristina-ex jugador de balonmano ejerciendo de poderoso lobby. Hay muchas cuentas e historias oscuras en la real casa. ¡A ver si les da por sacar los trapos sucios de otros!
El rey volvió a las Cortes el pasado lunes, sin la compañía de sus hijas esta vez (de hecho, ¿qué pintan o han pintado en ese acto?). Amaiur y el PNV estuvieron ausentes. IU, esta vez también, al igual que otras fuerzas próximas, no aplaudió el segundo discursito real. PP y PSOE (probablemente CiU y UpyD también) estuvieron unos dos minutos en pie aplaudiendo entusiasmados [3]. Para los medios «tendenciosos», el pleno aplaudió sin fisuras la presencia y discurso reales. La imagen, esta vez sí, dice más que mil discursos sobre los aires de renovación del PSOE. ¿Partido socialista obrero? Si Negrín, y tantos otros socialistas honestos, levantaran la cabeza.
Mientras tanto, el pasado miércoles, el día de los Inocentes, se supo del sueldo del Rey: 300.000 euros anuales, dicen, unos 25 mil mensuales, ¡más de 20 veces el salario del trabajador español medio! Sea como fuere, suponiendo un sueldo así -unas cuatro veces el del presidente del gobierno- a lo largo de estos 30 años, sumando incluso el sueldo de su hijo y algunas partidas complementarias, ¿cómo ha conseguido la Casa de los Borbones en poco más de tres décadas un patrimonio que, según sostienen diversos estudios, se aproxima a los 2.000 millones de euros? ¿Habrán contribuido a ello antiguas operaciones de ingeniería financiera diseñadas por Javier de la Rosa o Manuel de Prado? Los 174.000 euros que el Duque de Palma, que sigue siendo Duque de Palma, cobró en 2004 de Jaume Matas [4], el presidente balear, por un «trabajo» del que no hay rastro, ¿también han puesto su granito de arena?
En toda esta historia de infamia y engaños, lo que cuesta más entender es que sigan pretendiendo hacernos creer que los robos e ilegalidades (supuestos por supuesto) de la pareja Urdangarin-Cristina de Borbón fueran planificados y diseñados en minoría de dos y sin conocimiento de sus colegas familiares. ¿Cómo sería eso posible?
Notas:
[1] Quien dice IU, dice organizaciones políticas próximas.
[2] Ignacio Escolar, «Desiguales ante la ley». Público, 28 de diciembre de 2011, p. 44.
[3] El diputado Joan Coscubiela de ICV-EUiA, ex secretario de la CONC, usó una curiosa metáfora para referirse a este prolongado aplauso: como en la asamblea general china afirmó. ¡Otra vez la misma referencia al Este! ¿No sabe el diputado barcelonés de ninguna otra manifestación de acuerdo unánime acrítico que no sea las reuniones del PC Chino o del ex partido búlgaro? ¿No está informado o no ha estado nunca en ninguna junta de accionistas del Banco de Santander por ejemplo, o en la proclamación del candidato de CiU a las elecciones legislativas catalanas o españolas?
[4] Público, 29 de diciembre de 2011, p. 3.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.