Traducido para Rebelión por Ramon Bofarull
El relator especial de la ONU criticó recientemente al Estado español por la política que utiliza en la «lucha antiterrorista»: tortura, incomunicación, Audiencia Nacional, concepto de terrorismo difuso, etc. ¿Qué no habría dicho ese relator si hubiera sabido en su visita a España y al País Vasco de hace menos de un mes que la Ertzaintza, cosida de protocolos, ha puesto en marcha otro que lo aplica ahora sí y ahora no para acosar, castigar y criminalizar al movimiento civil contra el tren de alta velocidad? (1)
No hace mucho el de los jóvenes enviados a la Audiencia Nacional española ha sido el ejemplo más notorio de ese protocolo. Ahora tenemos a la vista lo que entonces no sabíamos. La Ertzaintza va hacia un concepto de terrorismo ilimitado, porque en caso de duda dice sí. Y eso antes de que llegue el cambio de gobierno.
Nota:
(1) El 10 de marzo Berria informó de una orden que habría firmado el jefe de la división de Seguridad Ciudadana de la Ertzaintza en agosto de 2008 según la cual debían considerarse «terrorismo» las acciones de oposición al TAV, abrir diligencias sobre ellas y enviarlas a la Audiencia Nacional. El 17 de enero la Ertzaintza cargó contra una acción de desobediencia pacífica contra el TAV realizada en Urbina (Álava), causando varios heridos, y detuvo a ocho personas, a quienes aplicó incomunicación durante dos días ─ que denunciaron malos tratos ─ y envió posteriormente a la Audiencia Nacional, donde el juez Santiago Pedraz rechazó asumir el caso negando que los actos imputados fueran constitutivos de «terrorismo». (N. del t.)
Berria, 11 de marzo de 2009