Recomiendo:
0

Sobre ancho de banda y otras preguntas

Fuentes: Cubadebate

I’m singing When the cat’s away The mice will play Political violence fill ya city Yeah-ah Don’t involve rasta in your say-say Rasta don’t work for no CIA – Bob Marley + Wailers El 29 de Octubre la revista cubana Temas celebró su reunión/debate mensual en lo que se ha dado en llamar «Ultimo Jueves» […]

I’m singing
When the cat’s away
The mice will play
Political violence fill ya city
Yeah-ah
Don’t involve rasta in your say-say
Rasta don’t work for no CIA
– Bob Marley + Wailers

El 29 de Octubre la revista cubana Temas celebró su reunión/debate mensual en lo que se ha dado en llamar «Ultimo Jueves» [ya que la actividad sucede el último jueves de cada mes]. La discusión trató sobre Internet y la Cultura cubana. Este es un tópico sumamente complejo, y más altamente complicado en el caso de la isla ya que el uso y acceso a Internet se ha politizado por parte de los opositores al gobierno de la isla. Internet, al mismo tiempo, se ha convertido en un instrumento de los muchos que utiliza el gobierno de los Estados Unidos para proyectar su política exterior e influenciar los procesos internos del resto del mundo. [1]

Durante la discusión de Ultimo Jueves la bloguera Yoani Sánchez pidió la palabra y se le concedió. Su primera pregunta fue cuestionar el argumento de que el ancho de banda es lo que limita que la mayoría de los cubanos no tengan acceso a Internet.

El tema de Internet y Cuba lo he tratado en una serie de trabajos. Fuí uno de los primeros en exponer la tesis de que el ancho de banda es un elemento esencial en el tipo de topología y arquitectura que un país pueda tener y que esto a su vez afecta el número de usuarios y la velocidad en la transmisión de datos. La tesis, por supuesto, se basaba en los costos de conectividad [líneas digitales, servidores, transponders, etc] y, además, que habría que considerar tal si se accede por satélite o por otro medio. En países altamente industrializados el costo de uso por persona, sería mas barato ya que la infraestructura necesaria estaría al alcance de personas con suficientes recursos -en otras palabras, la economía de escala reduciría el costo por usuario. A menor población y menores ingresos, el costo de conectividad tiende a aumentar drásticamente. Estos elementos económicos usualmente no se consideran en el debate sobre la conectividad. Sin embargo, sí existe a nivel global un «digital divide.» Esa misma desigualdad también se encuentra dentro de muchas sociedades. En si la desigualdad en el acceso a Internet y – a mayores velocidades – se puede encontrar hasta en las sociedades mas desarrolladas. [2]

A estos problemas hay que sumar que el modelo de usuario que tiene el mundo capitalista se basa en el usuario individual, con computadora en su casa o en su bolsillo, y que posee además una capacidad de compra que la mayoría de los pueblos pobres del mundo no tienen.

Además, es de notar que el Internet niega, por su propia naturaleza, toda una serie de antiguos parámetros. Primero, rompe con el pensamiento o argumentación lógico-secuencial. La híper-conexión destruye el sentido de historicidad. No hay comienzo, medio o final. Ahora se salta de un lado a otro, sin ton ni son. No es siempre fácil determinar si la fuente de la información es o no confiable. La información ya es de todo tipo, y casi toda la información es comercial. Alguien paga, para enviar la información o para recibirla. La información de todo tipo es mercancía.

Pensar que esta tecnología será liberadora no es sorprendente. El determinismo tecnológico no es nuevo. Lo singular es que sean los conservadores los que ahora adopten esa tesis. Lo mismo se pensaba del radio, el televisor, el teléfono, el telégrafo y hoy se dice que la PC, Twitter, Bluetooth, etc, contribuirían a la democratización de las sociedades. Tales proyecciones conquistan a los ingenuos, a los políticos y a oportunistas. Las implicaciones inherentes a Internet tienen que ver con sistemas políticos, sociales y económicos; pero tambien afectan nuestra propia epistemología y valoraciones culturales. No es lo mismo una relación personal y social, entre personas ocupando un espacio geográfico común y las ya famosas redes «sociales» que en sí son virtuales. Llamar por teléfono no es igual a «touch someone» aunque es lo que nos venden los anuncios.

Es claro, sin embargo, que el debate sobre Internet dentro de Cuba y sobre la isla asume premisas que son inherentes a países altamente desarrollados. Asumo que la pregunta sobre el ancho de banda sea respondida por las autoridades cubanas que se encargan de tales problemas. Sin embargo vale la pena mencionar que la administración de Barack Obama ha decidido gastarse nada menos que $6,300 millones de dólares a fin de mejorar la penetración del ancho de banda que sitúa al país en la posición 15 entre los paises industriales. Imaginen que YouTube, HDTV, entre otros requiere de 8 megabits por segundo en ambas direcciones. [3] Toda Cuba -usando su infraestructura – puede bajar 65 megabits por segundo y subir 124. Los disidentes virtuales, por lo tanto, solo pueden enviar sus imagenes utilizando infraestructuras paralelas no cubanas.

Sin embargo, hay una serie de preguntas que deberíamos hacerle a l@s Yoannis virtuales que se encuentran dentro de Cuba y que, por lo visto, han podido acceder a Internet aun cuando el ancho de banda no es suficiente para todo el país y han tenido la oportunidad de utilizar otros instrumentos tecnológicos de la era digital. Pensamos que sus experiencias pudieran tener un impacto positivo del cual la gente con menos recursos pudiera beneficiarse sabiendo cómo estas personas han podido utilizar y acceder a esas costosas tecnologías.

Estas son, pues, las preguntas:

1. ¿Qué es exactamente un ancho de banda? Cual es la importancia? ¿Y cuánto puede costar? [Nota: 33% de los usuarios norteamericanos de Internet NO poseen broadband]. La razón es sencilla: la densidad en el uso de líneas broadband en áreas rurales de Estados Unidos es baja, y por lo tanto el costo por usuario es demasiado alto. Esa es la realidad de la mayoría de los países pobres. [4]

2. ¿Qué relación existe entre el ancho de banda y el número de usuarios que pueden utilizar Internet al mismo tiempo? Entre más usuarios, menos cuesta el ancho de banda; pero solo los países con recursos pueden gastar el capital necesario.

3. ¿Qué relación hay entre ancho de banda, uso y costo? En otras palabras, ¿Cuál es el costo, por ejemplo para proveerle a 11 millones de personas, concurrentemente, al mismo tiempo la velocidad de T1, T2 o T3? Obviamente es un costo que Cuba no puede pagar en estos momentos ya que se necesitaría línea digital, PC, transponder, servidores, etc. Por lo tanto, el servicio estaría racionado – pagado por la sociedad toda para el uso mas útil o por aquellos que tengan el capital para acceder individualmente. En otras palabras, no puede existir acceso sobre la base de «me toca».

4. ¿Quién determina que un país sea asignado una dirección IP? Respuesta: una institución extranjera basada en Estados Unidos.

5. ¿Cuántos IPs han sido asignados a Cuba por Internic? Lo asigna la institución norteamericana, esto no lo controla Cuba.

6. Si un blog personal, radicado en Cuba, producido en español -según la prensa extranjera – es traducido a 16 o más idiomas y tiene unas 14 millones de visitas al mes -entonces:

a) ¿Quiénes son los administradores de páginas webs en esos 16 idiomas? ¿Cómo se hace ese trabajo?
b) ¿Cuántos servidores se necesitan para procesar el flujo de 14 millones de personas?
c) ¿Qué cuesta tal producción?

7. ¿Cómo pueden el resto de los cubanos tener el equivalente de esa capacidad de procesamiento por servidor, y qué costaría a la población poder acceder al mismo tipo de servicio y tiempo de usuario?

8. ¿Cuánto se paga? ¿Y cuál es el mecanismo para transferir esos pagos?

9. Sabemos que en Cuba ninguna persona gana suficiente para mantener esos costosos servicios y sistemas. Que sepamos entrar y leer en esos blogs no cuesta y no hay anuncios. Pero, no obstante se incurren costos. ¿Quién paga? [5]

*Nelson P Valdés es catedrático del Departamento de Sociología de la Universidad de Nuevo México y director del Cuba-L Project.

Bibliografia:

[1] Kenneth Neil Cukier, «Who Will Control the Internet,» Foreign Affairs, November/December 2005. http://www.foreignaffairs.com/articles/61192/kenneth-neil-cukier/who-will-control-the-internet

[2] New Inequality Frontiers: Broadband Internet Access del Economic Policy Institute, 2006].

[3] Bill Schrier, Third World Broadband – In the United States. Ver: http://www.digitalcommunitiesblogs.com/CCIO/2009/03/third-world-broadband-in-the-u.php

[4] Indrajt Basu, «Not All Americans View Broadband As Necessity, But Finland’s Another Story,» [October 26, 2009. Ver: http://www.digitalcommunitiesblogs.com/international_beat/

[5]U. S. Department of Defense, Information Operations Roadmap, 30 October
2003, p. 27. http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB177/info_ops_roadmap.pdf

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2009/11/18/cuba-sobre-ancho-de-banda-y-otras-preguntas/