Intento ser tan breve como su columna en Público [1]. Ignacio Escolar -«La derrota definitiva de ETA»- ha escrito sobre el abandono de las armas de ETA. Su aproximación, dejando algún cabo suelto, puede resumirse así: 1. El 20 de octubre de 2011 pasará a la historia como el día en el que la democracia […]
Intento ser tan breve como su columna en Público [1]. Ignacio Escolar -«La derrota definitiva de ETA»- ha escrito sobre el abandono de las armas de ETA. Su aproximación, dejando algún cabo suelto, puede resumirse así: 1. El 20 de octubre de 2011 pasará a la historia como el día en el que la democracia derrotó a ETA. 2. No hay marcha atrás posible: ETA y su mundo han asumido por fin que su «lucha armada» ha sido un fracaso absoluto. 3. ETA ha sido completamente derrotada. Han matado durante más de cuarenta años porque querían un Euskadi socialista e independiente y se han rendido sin conseguir ni uno solo de sus objetivos. 4. Desde hoy el problema es otro: cómo superar el horror de esos 829 asesinados, cómo lograr la convivencia entre los que cada día miraban los bajos de su coche y aquellos que justificaban el terror.
Comentario (irritado) de texto: 1. No es cierto que la «democracia» haya derrotado a ETA. Sea cual sea el concepto que manejemos de democracia, por demediado que éste pueda ser y como el mismo Escolar nos ha enseñado en ocasiones, es retórica política de la peor (y de la más vacía) hablar de democracia para referirse al Estado borbónico español y sostener que «la democracia ha acabado con ETA». Humo del peor. 2. No es cierto tampoco que todos los estadios de la lucha armada de ETA hayan sido un completo fracaso. La planificada continuidad del régimen fascista español fue rota por una de sus acciones, la que Pontecorvo narró en «Operación Ogro». Otras acciones armadas, aunque sea políticamente incorrecto recordarlo, dieron oxígeno y energía a la lucha antifascista en España. ¿Quién puede olvidar la solidaridad con ETA de la ciudadanía, no sólo de la vasca desde luego, durante el Consejo de Guerra de Burgos? 3. Hablar de los 40 años de ETA, sin ninguna ruptura, como una línea sin discontinuidades, es una mirada histórica que falsea totalmente la reciente historia española, síntoma de la hegemonía cultural del revisionismo neofranquista. Por lo demás, algunas de las finalidades de ETA -la autodeterminación de Euzkadi por ejemplo- fue defendida durante años por organizaciones muy alejadas de sus objetivos y procedimientos. Entre esas fuerzas, por el mismísimo PSOE en los primeros años de la transición-transacción. 4. Referirse a las 829 víctimas de ETA, sin citar las otras víctimas, e incluyendo entre las primeras a torturadores y almirantes fascistas que sirvieron lealmente el Régimen franquista hasta el final de sus vidas, un régimen levantado sobre el asesinato y persecución de decenas de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas, es cuanto menos un infundio e incluso un insulto a esas otras víctimas. Por lo demás, los que han justificado muchos horrores no sólo han sido dirigentes y militantes de ETA.
El PCE-PSUC y otras fuerzas de izquierda comunista y anarquista aspiraron durante décadas a una República Socialista federal e ibérica. Dejaron en el camino miles de muertos, torturados, encarcelados y un sufrimiento incalculable (y desde luego páginas imborrables de dignidad). Algunos nombres, muy pocos entre miles posibles: Julián Grimau, Miguel Núñez, Enrique Ruano, Salvador Puig Antich, Paco Téllez, José Humberto Baena. Desgraciadamente, ninguna de sus aspiraciones esenciales pudo alcanzarse. En esas seguimos estando. ¿La lucha antifranquista, protagonizada esencialmente por las organizaciones citadas, fue también completamente derrotada? ¿No hay que dar a veces batallas que se saben perdidas?
Por si fuera necesario: no hay, no puede haber ninguna duda de que el abandono de las armas por parte de ETA ha sido una de las mejores noticias que hemos tenido en estas últimas décadas y que, desde luego, desde hace ya varias décadas nada justificaba sus acciones armadas ni sus inadmisibles asesinatos. Entre estos últimos, el de Dolores González Katarain, Yoyes.
PS: Público ha publicado en contraportada el 21 de octubre, en lo que a todas luces es una infamia periodística impropia de un diario que dice ser de centroizquierda, una lista de nombres -las fuentes son el Ministerio del Interior y las Asociaciones de Víctimas- con un titular: «En memoria de las 829 víctimas mortales de ETA». Entre esas víctimas mortales, el torturador Melitón Manzanas González y el almirante fascista Luis Carrero Blanco. Al mismo tiempo, en ningún lugar destacado, ninguna referencia, entre muchos otros, a Ángel Otaegi, Juan Paredes Manot Txiki, José Antonio Laza Aróstegui o José Ignacio Zabala Artano, los tres últimos asesinados -¿o no fueron asesinados?- con apenas 20 años.
Nota:
[1] http://www.escolar.net/MT/archives/2011/10/la-derrota-definitiva-de-eta.html
Salvador López Arnal es sobrino de Salvador López Campo, campesino de 20 años muerto en la Batalla del Ebro defendiendo la legalidad republicana, y nieto de José Arnal Cerezuelo, un trabajador industrial asesinado por el estado fascista español en el Camp de la Bota en mayo de 1939 por el terrible delito de ser militante de la CNT.
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