Las noticias han cubierto cuanta pagina de periódico, minuto de radio, imagen de televisión, blog de internet y discurso de político de las últimas semanas, con ecos cada vez más apagados y el regusto de una campaña, costosa y bien diseñada, ha tenido dos resultados evidentes: el Gobierno cubano continúa estable y de los presos […]
Las noticias han cubierto cuanta pagina de periódico, minuto de radio, imagen de televisión, blog de internet y discurso de político de las últimas semanas, con ecos cada vez más apagados y el regusto de una campaña, costosa y bien diseñada, ha tenido dos resultados evidentes: el Gobierno cubano continúa estable y de los presos liberados no ha surgido un solo dirigente o intelectual con un discurso coherente.
La Administración Obama se negó a aceptar a cualquiera de los liberados y sus decenas de parientes -con la excepción del inválido, recibido al estilo Miami, con un cartucho de dinero y un empujón al hospital de pobres-, pero Madrid tuvo que cargar con todos y la cuenta (creo que hay uno por Chile), gracias al esfuerzo conciliador del Vaticano y los buenos oficios del vilipendiado Cardenal Ortega.
Ahora comienza otra etapa iniciada por los correveidiles de la Fundacion Nacional Cubano Americana y organizaciones de la extrema derecha, dentro de la derecha, siempre limosna en mano para abrirse puertas con estos infelices sin utilidad alguna para el Departamento de Estado norteamericano o las organizaciones de inteligencia de este país.
Es público y notorio que las 25 o menos organizaciones tradicionales del ‘exilio’ cubano son dirigidas o integradas en su escasa mayoría por ex agentes de la inteligencia norteamericana, excombatientes de las guerras sucias del imperio o sencillamente retirados militares tras su período de servicio en cualesquiera de las aventuras yanquis alrededor del mundo.
Ahora les toca estos ‘exiliados’, si quieren seguir cobrando de la mermada payola que creó en el pasado a más de 2,200 millonarios cubanoamericanos, evaluar a estos ‘nuevos exiliados’ para saber si verdaderamente tuvieran alguna influencia en la sociedad cubana -sus expedientes dicen claramente lo que son, individuos con organizaciones de cuatro gatos y pomposos nombres- o lo peor, pudieran ser agentes del otro lado, tanto ellos como sus familiares.
A prudente distancia de cualquier conflicto, los guerreros por la libertad de Miami han sido siempre quienes han empujado a otros a la ‘lucha necesaria’ y ahora se enfrentan cara a cara con quienes han puesto el pellejo para que ellos tengan su buena vida y un retiro cómodo en las mismas tierras cuya puerta no se les va a abrir tan fácilmente, sobre todo si a ellos corresponde esa decisión.
Veremos mas notas de prensa, entrevistas, entradas de blogs, palabrería sonsa, pero la concreta del asunto es que el billete se queda en Miami -la quinta parte de lo que era antes, pero algo es algo- y quienes en el pasado demostraron su lealtad en el terrorismo, el espionaje o el genocidio contra su propio pueblo, el norteamericano u otros, seguirán siendo los preferidos.
Ustedes señores de la nueva disidencia, no solo no son confiables, sino que no están en la guía telefónica, vayan cogiendo su número entre los desempleados españoles o de dondequiera vayan a parar, porque películas como esta ya las hemos visto. Estas señoronas y estos ancianitos de guayabera bien planchada los embarcaron una vez y ahora, vamos por lo mismo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.