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Sobre los profesionales de la política extremeña

Fuentes: Rebelión

1. Los propagandistas del régimen, los profesionales, portavoces de los partidos políticos que gobiernan el sistema, para asegurar su supervivencia en el ámbito del negocio de la política necesitan que los medios de comunicación se multipliquen anunciando los ficticios logros de sus gobiernos. Sin embargo, estos profesionales de la política parece que desconocen las dificultades de muchas familias para vivir e ignoran que con las ayudas sociales que se conceden y los salarios precarios que se pagan, no se puede hacer frente a los alquileres, la luz, el agua, los alimentos, la compra de la carne o pescado, o sacar adelante y mantener pequeños negocios, etc.

Dejan pasar el tiempo y hacen caso omiso a encontrar soluciones para resolver los desahucios y la angustia ante el pago del alquiler, la renovación de la renta básica que les cumple en unos días; desconocen la desesperación de personas cansadas de llamar a la seguridad social sin recibir respuesta cuando quieren informarse sobre la jubilación, prestación, subsidio, el IMV, etc. Los servicios administrativos están a años luz del pueblo trabajador, imposible su acceso.

2. Los profesionales de la política y algunos medios de comunicación públicos no quieren ver ni escuchar el rumor que se desprende del conjunto de calamidades que sobrevuelan la existencia vital de miles de extremeños y extremeñas; los portavoces del progreso y del desarrollo están centrados en resaltar la visibilidad de los triunfos gastronómicos, religiosos, deportivos, culturales, y las enormes perspectivas industriales que ofrece nuestro territorio etc. La ignorancia es el sentimiento y la actitud oficial preferida cuando se está en la otra orilla de los ilustres extremeños y extremeñas que encumbran y resaltan a la región como plataformas que incentivan el negocio del turismo y el patrimonio arquitectónico de nuestra tierra.

3. Los profesionales de la política se codean con los explotadores, especialmente con los propietarios de grandes fábricas y latifundios; no tienen ojos para ver que incumplen los convenios e imponen muchas horas de trabajo con salarios de miseria y horas extraordinarias a bajo precio; toda la ética está supeditada a las necesidades de producción y al beneficio económico. Pero este desdén hacia la fuerza de trabajo, hacia el obrero, da la impresión que a la sociedad no le importa y pasa desapercibido; lo confirma el político de turno premiando a los explotadores con distinciones honoríficas, y medallas que vienen a destacar su emprendimiento y laboriosidad, toda una farsa y un teatro para engañar al pueblo.

4. Los profesionales de la política en los gobiernos locales o regionales, siguen los mismos criterios de actuación. Así, privatizan todo lo que pueden en base a justificaciones para despistar y confundir al pueblo; en algunos casos, con el ahorro de presupuestos o por la rapidez de ejecución de las obras; en otros, porque al ceder las operaciones de limpieza del municipio a “empresas privadas con calificativos especiales de empleo” se apoya la inserción laboral de las personas con diversidad funcional. La cuestión es que se está beneficiando a las empresas que emplean a estas personas puesto que las contrataciones se hacen por períodos cortos para evitar altas indemnizaciones, disfrutando de bonificaciones en el pago a la seguridad social, y recibiendo subvenciones importantes por cada una de las personas contratadas. Los ayuntamientos no tienen necesidad de privatizar este servicio municipal ya que podrían contratar directamente como algunos municipios han venido haciendo, además de a la gente que está en paro, a personas con diversidad funcional.

5. Los profesionales de la política no levantan la voz cuando permiten que las empresas que contratan los servicios públicos actúen sin respeto hacia los ciudadanos, como está ocurriendo en el transporte sanitario en Extremadura. Así, AMBUVITAL, empresa encargada del transporte sanitario lleva algo así con 9 días sin trasladar a rehabilitación a vecinos de la localidad de Villafranca de los Barros en el Hospital de Mérida porque llega tarde o como está ocurriendo ya, ni se presenta a recoger a las personas que deben recibir la rehabilitación urgente y necesaria para su recuperación sanitaria.

Es preciso la intervención inmediata del SES y de la Consejería de Sanidad para que resuelvan este tipo de anomalías que como suele ocurrir casi siempre afectan muy especialmente a las clases trabajadoras y a los sectores sociales que más necesitan de unos servicios públicos de calidad.

Este estado de cosas es totalmente contradictorio con lo que se nos quiere vender por la propaganda oficial extremeña de que “estamos y se dan las condiciones para que nuestra región alcance niveles de desarrollo industrial nunca previstos”; sin embargo, estamos viendo como cuestiones básicas como el Transporte Sanitario y otros elementos relacionados con la sanidad funcionen de modo tan deficiente y sean las clases trabajadoras las que sufren sus consecuencias.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.