El precio medio de una vivienda en alquiler es de 1.080 euros, lo que obliga a los jóvenes a dedicar el 92,3 % de su sueldo.
Pese a que en el imaginario de muchos existe el planteamiento de jóvenes acomodados que ni trabajan ni estudian, la realidad es muy distinta. Únicamente el 2,2 % de los menores de 30 años de nuestro país está en esta situación, frente a un 35,5 % que compaginan estudios y trabajo y más del 60 % que tiene un empleo. Sin embargo, tanto la precariedad laboral como la crisis de la vivienda están privando a muchos de poder desarrollar una vida adulta independiente. Según el último Observatorio de Emancipación, publicado por El Consejo de la Juventud de España, correspondiente al segundo trimestre de 2024, tan solo el 15,2 % de los menores de 30 años pudieron salir del hogar familiar para iniciar su proyecto vital.
A pesar de que el salario mediano de la juventud creció un 11% interanual, situándose en 14.046 € anuales (1.170,50 € mensuales) y que la tasa de paro juvenil descendió hasta el 19,1 %, el 30 % de la población joven se sitúa en riesgo de pobreza o exclusión social. Siendo esto un problema hasta para los que tienen empleo: el 18,8 % de los jóvenes con trabajo se encuentran en situación de pobreza. En la actualidad se estima que para que una persona joven pueda emanciparse debe dedicar el 92,3 % de su salario neto mensual para poder alquilar una vivienda en solitario, el 35 % en el caso de alquilar una habitación.
A finales de 2024, alquilar una vivienda en España costaba de media 1.080 € mensuales, el precio más alto desde que hay registro. De la misma forma, el precio de alquiler de una única habitación se situó en un precio mediano de 380 €. En el caso de la compra de vivienda, el valor medio se situó en 197.210 € a cierre de 2024 –un 7% más que el año anterior–. Lo que, según estimaciones del Observatorio, supondría que los jóvenes deberían dedicar su salario íntegro de los próximos 14 años para poder tener una casa en propiedad o destinar más de cuatro años de sueldo total para la entrada de este (59.163 €).
En este contexto, la situación más común entre la juventud emancipada fue el alquiler (57,9 %). A esto cabe añadir que el modelo de emancipación en solitario se redujo hasta el 19,7 % y el porcentaje de jóvenes en pisos compartidos aumentó hasta 29,3 %.
El informe, además, muestra cómo existe una evidente brecha de género, lugar de nacimiento y comunidad autónoma de residencia.
Las mujeres jóvenes presentan una tasa de emancipación más elevada que la de los hombres (17,7 % frente al 12,7 %). Por otra parte, ellas están más representadas en los regímenes de vivienda en alquiler, mientras que los hombres acceden ligeramente más a la propiedad. No obstante, son ellos quienes comparten piso en mayor medida: el 33,9 % de los hombres jóvenes frente al 25,8 % de las mujeres.
En el caso de las personas jóvenes nacidas en el extranjero, la tasa de emancipación es considerablemente mayor que la de los nacidos en España (31,4 % frente al 10,7 %). Según el informe, esta diferencia se puede deber a que en muchos casos las personas jóvenes migrantes se emancipan solas o sin red familiar de apoyo en el país de destino. Además, las diferencias según el género también resultan más pronunciadas dentro de la población nacida fuera de España, donde el 37,8 % de las mujeres jóvenes estaban emancipadas frente al 24,9 % de los hombres. En cambio, entre la juventud nacida en España, las tasas eran más bajas y las diferencias por género más reducidas: 11,9 % en el caso de ellas y 9,5 % en el de ellos.
Según la comunidad de residencia, Madrid y Cataluña lideran la tasa de emancipación juvenil. A cierre de 2024, la Comunidad de Madrid registró la tasa más alta (17,9 %), seguida de Cataluña (17,6 %). En el extremo opuesto, Andalucía (12 %) y Castilla-La Mancha (10,6 %) presentaron las cifras más bajas. Las Islas Canarias y Cataluña fueron las regiones donde más cayó la emancipación respecto al año anterior.
Fuente: https://ctxt.es/es/20250801/Firmas/49872/ctxt-jovenes-emancipacion-vivienda-alquiler-salario.htm