Un estudio que incluyó encuestas a más de 500 grandes empresas en Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Japón, India y China, arrojó como resultado que sólo una de cada diez compañías considera al cambio climático como una prioridad. El estudio revela que las empresas esperan que los gobiernos lideren la lucha contra ese fenómeno ambiental […]
Un estudio que incluyó encuestas a más de 500 grandes empresas en Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Japón, India y China, arrojó como resultado que sólo una de cada diez compañías considera al cambio climático como una prioridad. El estudio revela que las empresas esperan que los gobiernos lideren la lucha contra ese fenómeno ambiental y alerta que en un escenario de crisis económica mundial, como la que estaría configurándose por estos días, es aún menos factible que se asuma el cambio climático como tema prioritario.
Nada nuevo, se podría decir. No es dable esperar al menos hoy que sean las grandes corporaciones las que lideren la lucha mundial contra el cambio climático, aunque sin duda es su responsabilidad. Esa batalla la encabezan los movimientos y organizaciones sociales alrededor del mundo, en su lucha por lo que llaman la «justicia climática», y hasta ahora sus reclamos y propuestas han tenido muy poco eco en quienes tienen el poder para tomar decisiones. No obstante, bien vale conocer las cifras de este estudio, que pone números al desinterés de los líderes económicos de los países ricos en la lucha contra la crisis climática.
Sólo el cinco por ciento de las más de 500 empresas consultadas, y ninguna en China, consideró al cambio climático como su principal prioridad, al tiempo que apenas el 11 por ciento lo ubicó en segundo o tercer lugar, según el estudio de la consultora internacional Accenture, que retoma el diario británico The Independent.
En un análisis general, el cambio climático fue ubicado octavo en el ranking de prioridades de los líderes empresariales. El aumento de las ventas, la reducción de costos, el desarrollo de nuevos productos y servicios, la competencia por personal bien capacitado, el aseguramiento del crecimiento en los mercados emergentes, la innovación y la tecnología están por delante.
La posición del mandatario estadounidense George W. Bush de que el cambio climático se enfrenta de mejor manera mediante iniciativas voluntarias del mundo empresarial queda por el suelo. De hecho, las empresas esperan que los gobiernos indiquen las medidas necesarias para enfrentar la crisis climática. Están lejos de tomar la iniciativa.
El estudio agrega que la mayoría de las compañías afirman que están adoptando algunas acciones, que son por lo general muy limitadas, para reducir sus propias emisiones de gases de efecto invernadero, que provocan el calentamiento global. Sin embargo, una empresa de cada cinco no ha tomado ninguna medida en ese sentido.
En esta misma línea, alrededor del 67 por ciento de los negocios encuestados reconocieron que tienen un rol que cumplir en la lucha contra el cambio climático. No obstante, sólo cuatro empresas de diez se sienten en posición como para actuar en la materia. En China en particular, sólo el 14 por ciento de las empresas encuestadas manifestó sentirse fuerte en ese sentido.
El estudio concluye que «los empresarios claramente están buscando señales de largo alcance sobre dónde y cómo invertir. Son reacios a hacer grandes inversiones en iniciativas vinculadas a la lucha contra el cambio climático hasta que esté claro el alcance de la futura regulación», según consigna The Independent.
No obstante, los realizadores del estudio consideran que las grandes empresas concentrarán aún menos su atención en el cambio climático si la economía mundial se deteriora.
No faltan las empresas que ven a la crisis climática como un fenómeno que implicará costos a sus negocios y tampoco las que creen que representa una oportunidad para ganar dinero.
Tampoco faltan gobiernos dispuestos a asegurar las ganancias para empresas que se mueven en sectores vinculados con las «falsas soluciones» al cambio climático, como diversos grupos ambientalistas llaman al impulso a los agrocombustibles, las centrales nucleares, las represas y las plantaciones para captación de carbono. Ese tipo de proyectos implican graves amenazas para el medio ambiente y el desplazamiento de comunidades locales enteras en los países pobres, entre otras cosas. www.ecoportal.net
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