La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de colaborar con la petición de Barack Obama de incrementar el número de tropas en Afganistán, enviando en 2010 más medio millar de soldados al país asiático, no cuenta con el respaldo de la sociedad española. Según una encuesta realizada por el diario El Mundo, tras el anuncio […]
La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de colaborar con la petición de Barack Obama de incrementar el número de tropas en Afganistán, enviando en 2010 más medio millar de soldados al país asiático, no cuenta con el respaldo de la sociedad española.
Según una encuesta realizada por el diario El Mundo, tras el anuncio de la ministra de la guerra Carme Chacón de enviar más tropas al país invadido (el pasado 17 de diciembre), el 47,7% de los entrevistados consideraron mal o muy mal tal decisión, mientras que el porcentaje de los que la apoyaban y respondieron que les parecía bien o muy bien se quedaba en un discreto 22%.
El rechazo al incremento de tropas fue, según la encuesta, generalizado en todas las edades y en todas las tendencias políticas, y tiene un amplio fundamento, ya que la mayoría de los encuestados manifestaron una opinión y sólo un 4,4% rechazó opinar sobre el asunto.
El rechazo a la política beligerante del gobierno Zapatero, y a su colaboración en la estrategia de promovida por Washington, tiene su explicación en el coste humano y económico que una misión como la de Afganistán tendrá para el Estado español.
El coste de la guerra
Desde julio de 2004, Zapatero compensó la salida de las tropas de Iraq con el envío a Afganistán de continuos refuerzos, el último hace dos meses. La factura total se eleva hasta los 1.550 millones de euros en los 8 años de presencia española.
Sólo en el último año, el gasto en el país asiático supuso 365 millones, según los datos aportados por la ministra Carme Chacón, en la Comisión de Defensa del Congreso al hacer balance en diciembre pasado. Es la mitad de la suma total invertida en las distintas misiones en el exterior y a esa cifra se añaden los 210 millones de euros aportados para la Conferencia de Donantes como aportación civil para el sostenimiento y estabilización del Estado que gobierna Karzai.
En 2010 se multiplicará por tres la presencia de tropas españolas de ocupación en Afganistán mientras que se duplicará el gasto en el conjunto de las misiones en el exterior pasando de los 380 millones de euros gastados hace seis años -713 millones en 2009- a los más de 800 millones previstos para el presente año, según evolucionen los conflictos.
Junto al mayor despliegue militar en Afganistán, Zapatero tiene previsto el incremento de tropas en Líbano (entre un 20 ó 25 por ciento) y para reforzar la «Operación Atalanta» en aguas del Océano Indico donde está previsto el envío de unidades militares y de la Guardia Civil a formar fuerzas de seguridad en Somalia.
Guerra de cifras
-
365 millones ha costado el último año el contingente español en Afganistán y para este se verá aumentado en un 50 por ciento a petición de Obama.
-
57 millones fueron para la Operación Atalanta de lucha contra la piratería. La formación de policías somalíes elevará la factura.
-
40 millones costó la operación en Bosnia durante el último ejercicio. En principio, durante 2010 debe terminar una misión que ha durado 18 años.
-
165,5 millones de euros supuso para las arcas del Estado mantener a los 1.100 militares destinados en la misión de la ONU en El Líbano por iniciativa de Zapatero.
El grupo antimilitarista tortuga publicó el pasado martes un documento titulado «Cosas que se nos ocurre que se podría hacer con ese dinero«