La eléctrica TEPCO ha puesto fecha al fin de la crisis nuclear de Japón. En un plazo máximo de nueve meses la accidentada planta de Fukushima debería estar controlada, con sus reactores en «parada fría» y sin emitir fugas radiactivas. Tras muchas presiones, críticas y una alarma generalizada, la operadora de Fukushima ha presentado una […]
La eléctrica TEPCO ha puesto fecha al fin de la crisis nuclear de Japón. En un plazo máximo de nueve meses la accidentada planta de Fukushima debería estar controlada, con sus reactores en «parada fría» y sin emitir fugas radiactivas.
Tras muchas presiones, críticas y una alarma generalizada, la operadora de Fukushima ha presentado una «hoja de ruta» para salir de la crisis que sitúa en tres meses el tiempo preciso para devolver la refrigeración estable a las unidades dañadas, y entre seis y nueve meses el período necesario para apagar su combustible nuclear.
Ello supondría que, en verano, la dosis de radiación emitida por la planta se habría reducido de forma constante y que, hacia finales de año, estarían ya controladas sus fugas radiactivas.
El plan establece dos etapas, una primera de tres meses en la que se espera que los reactores nucleares y las piscinas de combustible usado recuperen de forma estable su sistema de refrigeración. En una segunda etapa, de entre seis y nueve meses, esos reactores serán estabilizados por completo, llevados a un punto de «parada fría» o apagado completo, de acuerdo con el programa presentado por TEPCO.
Katsumata, el presidente de la empresa, pidió perdón por la crisis provocada por el accidente nuclear en Fukushima, que alcanzó el máximo nivel de 7, el mismo que el de Chernóbil , y dijo que su empresa está tratando de «evitar que empeore» la situación.
Por ello, TEPCO espera tener listo en verano un nuevo sistema de refrigeración que permitirá enfriar los reactores, filtrar el agua contaminada y volver a arrojarla sobre las unidades dañadas.
Se trata de un nuevo sistema de refrigeración que filtrará el agua contaminada y la volverá a lanzar a esas unidades una vez limpia, para evitar que se acumule agua radiactiva en los edificios de los reactores, como ha ocurrido hasta ahora.
Según los últimos recuentos de la policía nipona, la catástrofe natura de Japón ha causado 13.756 muertos y 14.141 desaparecidos.
Apoyo norteamericano
La secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, ofreció el sábado a Japón el «firme» apoyo de EEUU a la reconstrucción tras el terremoto.
«He venido a Japón con un mensaje de solidaridad y esperanza compartida de parte de la población de Estados Unidos», dijo hoy Clinton, que consideró que la reconstrucción de la costa noreste de Japón, devastada por el tsunami, debe aunar implicación de los sectores público y privado de ambos países.
En una rueda de prensa conjunta, el ministro Matsumoto se comprometió a divulgar «toda la información» sobre la crisis en la central nuclear de Fukushima, que sufrió un grave accidente al quedarse sus reactores sin sistema de refrigeración.
Sobre la reconstrucción, Hillary Clinton ha dicho que expertos estadounidenses analizarán el plan de TEPCO y calificó la situación de Fukushima como «una crisis multidimensional de un alcance sin precedentes», según informó la agencia local Kyodo.
Estados Unidos ha sido el más firme aliado de Japón tras el desastre natural. Mientras representaciones diplomáticas como las de Francia y Alemania abandonaron Tokio por temor a una nube radiactiva, la embajada de Estados Unidos permaneció en la capital y duplicó su personal, con el envío de un equipo de expertos nucleares.