Presentación del libro MUJERES EN ROJO Y NEGRO de Tamara Vidaurrázaga, que reconstruye la memoria de tres mujeres del MIR
Y esta vez vestidas de rojo y negro, en el sur del mundo, desafiando dictadores y las convenciones patriarcales de su tiempo. En una sala del Museo Benjamín Vicuña Mackenna abarrotada de compañeros y compañeras, se realizó el lanzamiento de Mujeres en rojo y negro, libro de Tamara Vidaurrázaga que reconstruye la memoria de tres mujeres del Movimiento de Izquierda Revolucionario MIR.
Este libro es parte de la colección Rojo y Negro de la Editorial Escaparate y como se lee en el prólogo, «sistematiza las experiencias de Arinda Ojeda, Cristina Chacaltana y Soledad Aránguiz a través de sus testimonios puesto que están cruzados por una doble exclusión que las ubica al margen de las reconstrucciones históricas realizadas desde el poder».
Tamara señaló en la presentación que «Me interesa la memoria como un acto de futuro, porque los sueños están vigentes. Reconstruir esta historia es sentirme parte de las mujeres que han ido cambiando poco a poco la historia». La autora también destacó que «la desmemoria tiene que ver con el temor a que el proyecto de la izquierda chilena y las mujeres que participaron en ella, se hagan realidad, pues aún están vigentes».
Cristina Chacaltana fue la única de las protagonistas del libro que estuvo en el lanzamiento y dijo sentirse contenta porque esta historia se traspasará a las nuevas generaciones, «una historia llena de compromiso, amor y dolor».
Y si bien el dolor está presente, Tamara destaca en su texto que es fundamental desvictimizar a las entrevistadas «con el fin de comprenderlas en su complejidad, o sea como mujeres que sufrieron, pero también que disfrutaron, aprendieron y desarrollaron alternativas de vida que no acabaron una vez que dejaron la militancia».
En la presentación del texto participaron la historiadora Margarita Iglesias y las periodistas Lucía Silva y Gladys Días, todas ellas ex miristas. Margarita señaló que «la historia de estas mujeres es la historia de una generación de mujeres y que este libro nos permite descubrir los roles de las mujeres desde la interacción entre lo social y lo personal».
Gladys mencionó que gracias al texto los y las jóvenes podrán comprender mejor la magnitud de la lucha de los grupos revolucionarios e hizo hincapié en que las protagonistas del libro no se presentan como víctimas.
Lucía afirmó que estaba frente a una obra notable porque tiene dos partes que funcionan entre sí y de manera independiente. Una parte con los relatos de vida y otra que tiene un análisis teórico, ambas escritas de manera amena.
«Tiemblen, tiemblen que las brujas ya volvieron» era el grito que Arinda, Cristina y Soledad tomaron prestado de las feministas italianas y que entonaban en la cárcel de Coronel. Hoy las brujas están de vuelta para espantar el olvido y acompañar el camino de quienes quieran escucharlas.