Sólo dos de cada diez jóvenes pueden emanciparse y casi cuatro de cada diez están en riesgo de pobreza. Estos son dos de los datos más llamativos del último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud. El Observatorio hace un seguimiento periódico de las condiciones sociolaborales y los procesos de transición a […]
Sólo dos de cada diez jóvenes pueden emanciparse y casi cuatro de cada diez están en riesgo de pobreza. Estos son dos de los datos más llamativos del último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
El Observatorio hace un seguimiento periódico de las condiciones sociolaborales y los procesos de transición a la vida adulta de los jóvenes mediante el análisis de elementos significativos como el empleo y la vivienda.
Con los datos del primer semestre de 2017, el estudio señala que la temporalidad afecta al 48,9% de la juventud ocupada y que el 92,4% de las nuevas contrataciones de menores de 30 años fueron de carácter temporal.
Para hacer frente a la entrada de una vivienda en régimen de propiedad, una persona joven debería cobrar más de cuatro veces su salario anual y para alquilar un piso, el 85,4% de su sueldo.
El Observatorio destaca que en este semestre se repite la pauta que viene reproduciéndose desde finales de 2008, que es «el retraso continuo del momento de abandonar el hogar familiar por parte de la población joven para poder comenzar un proyecto de vida independiente».
Así, sólo el 19,4% de las personas de 16 a 29 años está emancipada y el 37,6% está en riesgo de pobreza o de exclusión social.
Según el vicepresidente del Consejo de la Juventud de España (CJE), Víctor Reloba, estos datos «ponen sobre la mesa tanto la gravedad de la situación de vulneración que viven las personas jóvenes en nuestro país, como la pasividad e incapacidad de nuestros dirigentes para atajarla».
Con este nuevo informe -explica- el Consejo de la Juventud alerta y denuncia las condiciones laborales y sociales que sufre el colectivo joven, unas condiciones que se traducen en la imposibilidad de desarrollar un proyecto de vida propio e independiente del «colchón familiar» debido, por una parte, a la precariedad que caracteriza sus relaciones laborales, y por otra, a la dificultad para acceder a una vivienda, ya sea en propiedad o en régimen de alquiler.
Recuerda que la tasa de paro de las personas menores de 30 años alcanza el 29,7% y que el 92,4% de las nuevas contrataciones realizadas a jóvenes de 16 a 29 años fueron de carácter temporal, los contratos indefinidos solo fueron el 7,6%, lo que provoca que un 48,9% de la juventud que trabaja es temporal.
Además, casi la mitad de los jóvenes -47,7%- desempeña trabajos por cuenta ajena de menor cualificación a la que realmente posee.